Sin capital

Si en cualquier momento de la reunión un jugador se queda sin capital (agota sus quince libras iniciales) abandona automáticamente la partida. Puede estar presente, pero no tiene ni voz ni voto, debiendo guardar un riguroso y respetuoso silencio.

Préstamo: No obstante el anfitrión es libre de prestar dinero al jugador, siempre y cuando se lo devuelva religiosamente al final de la reunión. De todas formas y como penalización, este personaje dramático ya no puede formular deducciones durante la reunión, y por consiguiente ya no puede ganar la partida. Sin embargo, puede seguir jugando para intentar rebatir (o tirar por la borda) las deducciones de sus compañeros si cree que son falsas, y recuperar así parte del dinero apostado en la reunión.

Comparte este artículo:

Deja una respuesta