El esqueleto de la calle de Alcalá (MdlA)

Esqueleto de vampiro

El 22 de diciembre de 1622, se detenían delante de una casa de la calle de Alcalá, esquina con la calle del Barquillo, dos distinguidos carruajes.

Del primero bajaba un hombre delgado, cuevachelista, facciones gastadas, de porte estirado, como hombre de ley, con un legajo de papeles procesales bajo el brazo; después de él, bajaron dos personajes de perturbador aspecto; el uno bajo y muy grueso, vestido con esmero y ocultando tras unas lentes, unos ojos en movimiento continuo; el otro seco y delgado, en traje de artesano acomodado, con aire triste y acobardados ojos.

Al bajar estos dos individuos del carruaje, fueron pronto rodeados por el joven corregidor don Juan de Castro y Castilla, conde de Montalbo, y dos guardias de rudo aspecto.

Del segundo carruaje bajaron al mismo tiempo, dos hombres, uno de los cuales llevaba un aparatoso estuche de cirujano. El otro nada era nada menos que el ilustre titular de la cátedra de Prima de anatomía de la Universidad de Alcalá (Complutensis Universitas), el licenciado Don Pedro Miguel de Heredia, el cual acercándose el primer personaje y apretándole la mano, le dijo: Señor corregidor, estamos a vuestras órdenes mi colega Pedro Barba y yo. ¿De qué se trata? ¿de envenenamiento? ¿de autopsia?

Nota: Este Enigma aparece como el número 3 del playset Madrid de los Austrias para el Club de los Martes. No está liberado para descarga gratuita.

Glotones gatos (MdlA)

gatos negros

El 24 de mayo de 1625 en la calle de Santa Brigida, tres niñas, María Ortega, de 6 años que vivía en el nº12, Angelita Chamorro, de 7 años y María Fonseca, de 10 años que eran primas vivían en el nº15 de la misma calle; desaparecieron sin dejar rastro.

A las 11 de la mañana de aquel día, el licenciado don Marcos Escudero, un joven arquitecto que trabajaba en la construcción e la cerca real a las órdenes de don Juan Gómez de Mora, director de la Real Academia de Matemáticas y arquitecto real, que daba lecciones desinteresadas a estas tres niñas, rogó a la madre de una de ellas que le hiciese el favor de mandar a la niña a comprarle un par de kilos de lentejas al mercado, que andaba corto de tiempo y tenía que terminar un plano de una obra.

Para ello le entregó dos reales para así con lo que les sobrase que se compraran las niñas dulces. La madre dio a la niña María Fonseca un capacho para que pudiese llevar en él las lentejas y las tres niñas se fueron juntas a hacer la compra solicitada, contentas por saber que terminarían degustando ricos dulces. A partir de aquel momento no se las volvió a ver más, vivas.

Nota: Este Enigma aparece como el número 6 del playset Madrid de los Austrias para el Club de los Martes. No está liberado para descarga gratuita.

Un ataque de melancolía (MdlA)

Botica

En el otoño de 1626, el ilustre Don Diego Sarmiento de Acuña, I conde de Gondomar, se retiró a descansar de su ajetreada vida política a la casa del Condestable de Castilla, el VI Duque de Frías, cerca de Haro.

Por lo visto, había vuelto a querer como antes, tras muchos años de desavenencias, a su hija Doña Juana Sarmiento de Acuña; así que le rogó que le acompañase, a lo cual ésta accedió. Disfrutaba entonces de aquel descanso acompañado de dignidad, que dice tan bien a los hombres públicos, cuando por su edad o sus achaques no pueden entregarse a la actividad de los negocios políticos.

Allí el anciano atacado unos cuantos meses de un mal desconocido, sintió de pronto unos dolores horribles y no tardó en sucumbir; los médicos achacaron aquella muerte repentina a la gota, que decía habérsele subido al pecho, y, aunque los galenos certificaron muerte natural, lo cierto es que en las Losas de Palacio no tardó en correrse el rumor de que su libertina hija le había envenenado.

Nota: Este Enigma aparece como el número 7 del playset Madrid de los Austrias para el Club de los Martes. No está liberado para descarga gratuita.

El Duende del Palacio (MdlA)

La Tentación de San Antonio, el Bosco

Dicen las malas lenguas en las Losas de Palacio, que S.M. Felipe IV es el ejemplo viviente de un auténtico Duende del Palacio, poblado de delirios calenturientos y cetrinos problemas respiratorios, visitado por febriles imaginaciones, aegri somnia, como Jérôme Bosch (el Bosco) no los pintó en sus noches más febriles, entenebrecido sin quererlo por las monjiles tocas de Doña Luisa y el rostro serio del doctor Zupide de Vergara, su médico de cámara.

Habiendo sobrevivido, por lo visto, a una virulenta noche toledana, sufriendo y padeciendo terribles pesadillas relacionadas con su regia persona y el devenir de la Monarquía, nada más incorporarse de la cama, llamó de inmediato al fraile dominico Antonio de Sotomayor, su confesor real, para arrepentirse y confesar humildemente sus pecados.

Hallábase visiblemente atemorizado y apesadumbrado tras conocer de primera mano, gracias a las serviciales gestiones del Conde-Duque de Olivares, aquello que Jerónimo de Liébana tenía que contarle, que por un prodigio de sagacidad y de intuición o por algún oscuro pacto con el diablo, había llegado a saber más de aquella Corte que los propios confesores aúlicos.

Si a esto sumamos que es a bien pensar que todas las supersticiones y hechicerías vanas, las halló y enseño el diablo a los hombres, y por ende, todos los que las aprenden y ejercitan son discípulos del diablo, S.M. se veía culpable de ello y creía que había sido hechizado (por enésima vez).

Nota: Este Enigma aparece como el número 10 del playset Madrid de los Austrias para el Club de los Martes. No está liberado para descarga gratuita.

Veneno y Acero (MdlA)

Fuente de los Tritones, Jardín de la Isla de Aranjuez

El día 24 de septiembre de 1621, dos horas antes de que amaneciese, salió apresuradamente de Aranjuez en su carroza por mandado de Doña Juana Pimentel, dama de la Reina Isabel, don Fernando Pimentel, hijo del conde Benavente, con dirección a Madrid.

En el camino es asaltado por unos malhechores, que parecían estar esperándole. Los criados de don Fernando reaccionan al ataque e intentan retener a los asaltantes. Antes de darle tiempo a desenvainar su espada resulta herido grave de una estocada. Comienza a pedir confesión a gritos, mientras reza entre lágrimas el In Te Domine Speravi, esperando ya la muerte Pero por suerte, no tardan mucho en aparecer unos agricultores que andaban trabajando el campo; gracias a ellos, por suerte logran parar la hemorragia, y llevarle a un curandero que le trata como buenamente puede las heridas.

Apenas un par de días después son detenidos tres sospechosos, pero nunca se llegó a saber cuál fue la razón del asalto a un hombre de bien, más allá del robo. Ahorcaron a un mozuelo de 18 años, porque hurtó y vendió todo de valor de la carroza, y con él se llevaron a otros dos cómplices del delito; a uno le dieron 200 azotes y fue desterrado del reino, mientras que al otro, vergüenza pública y galeras.

En las Losas de Palacio no dejan de especular acerca de que era lo que portaba don Fernando para salir tan apresuradamente del palacio de Aranjuez esa madrugada; y mucho más intrigante, si era algo enviado por la Reina a Madrid, a través de su dama; y si lo robado fue por orden de alguien que pagó sus servicios.

Nota: Este Enigma aparece como el número 1 del playset Madrid de los Austrias para el Club de los Martes. No está liberado para descarga gratuita.