No tan elemental

No tan elemental

Estimado lector. Observe a su alrededor. ¿Qué es lo que ve? Probablemente nada resaltable. Una imagen cotidiana, trivialidades, insignificancias. Una estampa costumbrista.

Ahora póngase en la piel de Sherlock Holmes, el maestro de la deducción, el más hábil de los investigadores, un precursor de la semiótica, del método científico, de disciplinas como la criptografía, la medicina y la hipnosis. Y con esas habilidades trate de descubrir cuál es la profesión de cualquiera que pase a su alrededor. Trate de saber de dónde viene, adónde se dirige, qué le perturba. Elucubre sobre cuáles son sus intenciones, qué esconde, si miente o es honesto.

No es una tarea sencilla. Pues bien, este es el objetivo que nos plantea Daniel Tubau en su libro No tan elemental -cómo ser Sherlock Holmes-, conocer cuál es el método utilizado por el más célebre de los investigadores. Aprender a leer los rostros, a identificar signos de aspecto banales, a descifrar enigmas y resolver retos mentales. Todo, en definitiva, para ver más allá de las apariencias, para conocer qué mundo se oculta tras lo evidente