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Eugenesia: El Holocausto

Holocausto

La palabra holocausto viene del griego holo: todo, cautos: quemar. Se usa holocausto para referirse a desastres humanos.

Ante el peligro de un colapso económico, el cambio climático, la grave destrucción del medioambiente y al enorme incremento de la natalidad, hacia que fuera imposible que hubiera un desarrollo sostenible en la Tierra. El concepto de huella ecológica, que se define como el área de territorio ecológicamente productivo necesaria para producir los recursos utilizados y para asimilar los residuos producidos por una población dada, empezaba a ser una utopía.

A través de los años la población y el crecimiento demográfico se había acelerado de tal manera tal que en tan solo 40 años se había duplicado la población actual. Así que los mandamases que gobernaban el mundo decidieron tomar cartas en el asunto. El G8, un grupo de países industrializados, conformado por Alemania, Canadá, Estados Unidos, Francia, Italia, Japón, Reino Unido y Rusia, cuyo peso político, económico y militar era muy relevante a escala global, decidieron ante la imposibilidad de controlar la natalidad reducir la población mundial cercana a los 7.000.000.000 de habitantes a niveles de finales del siglo XIX (1.650.000.000). Para ello, en secreto, expandieron una cepa mutada de la Influenza A creada en los laboratorios con objeto de que una mortífera pandemia mundial acabará con gran parte de la población mundial. Los “elegidos” vacunados, y por supuesto ellos mismos, estarían a salvo. Este holocausto fue el principio de una nueva humanidad.

Además, para que el holocausto no se repitiera en un futuro cercano (o no) tomaron dos nuevas drásticas medidas.

  1. Los “elegidos” decidieron enviar a Marte y así “salvar” a una pequeña parte de la población consistente en 1000 parejas para fundar una pequeña colonia bautizada como “Arca de Noé”, que se encargara de explotar los “vitales” recursos energéticos, necesarios por otra parte para la subsistencia en la Tierra de “los elegidos”. Recursos energéticos descubiertos por la misión Mars Exploration Rover (MER) (Rover de exploración de Marte) y sus dos Rovers (robots), Spirit y Opportunity encargados de explorar la superficie y la geología de Marte a principios del siglo XXI.
  2. Para controlar la natalidad en la Tierra “los elegidos” decidieron también impedir que los humanos pudieran procrear por ellos mismos, haciendo que los varones perdieran su sexo y no pudieran mantener relaciones sexuales (y por tanto fertilizar) a sus hembras. La conducta reproductiva en esta nueva sociedad empezó a verse como un tremendo lastre y un atavismo.

De forma que viven en comunidades neo-hippies, oasis de paz y armonía, con el máximo de los lujos y placeres, pero con una natalidad controlada y estable, con unos recursos energéticos inagotables, que favorece su desarrollo sostenible.

El mundo, por tanto, está dividido entre dos razas humanas, dos grupos antagónicos y complementarios:  una élite de científicos, políticos y pensadores, que viven en la Tierra en una especie de oasis aislado fuertemente custodiado, viendo su mundo sostenible desde la paz y armonía; y una casta de trabajadores, que viven en unas condiciones miserables, han sido esclavizados y viven (o malviven) en una lejana colonia de Marte, con la única misión en su vida de trabajar sin cesar (sin saberlo) para obtener la energía necesaria para la sostenibilidad y mantener el modo de vida de los primeros. De forma que la representación del orden social de nuestro universo de juego se apoya en el marxismo: hay dos clases sociales claramente diferenciadas y separadas, en las que una explota a la otra sin que haya posibilidades de medrar. Y, tras el paso de tres siglos, solo unos pocos privilegiados en ambos bandos conocen la existencia de la realidad y de la otra comunidad.

Eugenesia: Literatura distópica

Literatura distópica

Por recomendación de Dacosta de «Al Master Desconocido» voy a comentar algunas novelas distópicas que tienen especial interés para nuestra nueva ambientación. Tampoco voy a extenderme mucho, porque no esta entrada no pretende ser un compendium. Simplemente hablaré de aquellas que pueden servirnos como verdadera fuente de inspiración para «Eugenesia».

En ciencia ficción, una distopía es una visión del futuro hacia el que la sociedad actual muestra algún tipo de tendencia, como una tecnificación alienante del individuo o un uso belicista de los progresos científicos. Muchos escritores de ciencia ficción se valen de distopías para alertar sobre aquello que consideran peligroso o preocupante; así que para nuestra peculiar ambientación todas (o casi todas) nos sirven.

Considero que hay tres obras clave en la historia de la literatura distópica, la santísima trinidad, tres novelas que nos presentan sociedades emplazadas en un futuro muy cercano, que son fuente inagotable de inspiración para «Eugenesis». Hablo, por supuesto, de «Un mundo feliz» de Aldous Huxley, «Fahrenheit 451» de Ray Bradbury y «1984» de George Orwell. En las tres la historia gira, con matices no muy distintos, en torno a la rebelión antisistema, y pertenecen a un tipo de ficción futurista basada normalmente en sociedades humanas alienadas en mayor o menor medida; la subversión ante sociedades descorazonadoras en las que se propaga la idea surrealista de que la libertad se consigue con la esclavitud. Sociedades o regimenes totalitarios donde la manipulación de la realidad y la brutal represión y opresión a la que somete y atenta contra las libertades y derechos del individuo. En todo momento se presupone la felicidad de sus habitantes, los cuales tienen -o deben tener- sus posibilidades de imaginación o disonancia de pensamiento perfectamente anulados. No existe la libertad de pensamiento; se cohercibe la libertad física; no hay esperanza. La mezcla de tecnificación, deshumanización, perdida de libertades individuales, manipulación de la verdad y superpoblación, son puntos comunes; y en esto hay que enfatizar. El futuro en este tipo de novelas distópicas siempre es negro, aséptico y descorazonador.

Después hay que destacar también al maestro Isaac Asimov y su «Saga Fundación», y en particular destaco la serie de los Robots, que no deja de ser una serie de relatos de novela negra ambientados en el futuro, además de unos fantásicos relatos o novelas de ciencia ficción.. y en eso hay que decir que Asimov era un genio, y que para nosotros es un filón de buenas ideas.

Mención también para Philip K. Dick y muchas de sus obras selectas: «Los tres estigmas de Palmer Eldritch», «¿Sueñan los androides con ovejas eléctricas?», fuente literaria que dio lugar a la película de culto Blade Runner (yo sigo prefiriendo la película); «Ubik«, elegida por la por la revista Time Magazine entre las mejores 100 novelas de todos los tiempos; «Fluyan mis lágrimas, dijo el policía», en la que resultó finalista tanto en una edición de los Premios Hugo como en una de los Premios Nebula; «Una mirada a la oscuridad», una desoladora mezcla de ciencia ficción y novela policíaca); y por terminar, «Exégesis», el diario que escribió a lo largo de 8 años bajo la influencia de las anfetaminas.

Luego también podemos destacar títulos como «La máquina del Tiempo» de H. G. Wells; la novela satírica «Rebelión en la granja» de George Orwell, «La naranja mecánica», de Anthony Burgess; o la más reciente «The Childen of Men» (Los Hijos de los Hombres) de la escritora británica P.D. James.

Y para terminar, la novela rusa «Nosotros», escrita por Yevgeni Zamiatin en 1921, sobre una sociedad futura donde la opresión y represión por parte de la clase dirigente sobre las demás es total. Se trata de una de las primeras obras del subgénero de las distopías e inspiró en muchos aspectos la famosa «1984» de George Orwell.

Otro día os hablo de los comics, que aquí también tenemos multitud de buenas fuentes de inspiración. Mi favorito «Juez Dredd» de John Wagner (con ayuda de Pat Mills) y dibujado por el español Carlos Ezquerra, que también dio origen a una película interpretada por Silvester Stallone.

Encuentro Sci-Fi – Futuro Imperfecto

Futuro Imperfecto

Mañana sábado 19 de diciembre a las 17:00h tengo intención de organizar una partida de demostración un poco especial de «El Club de los Martes» en el Encuentro Sci-Fi – Futuro Imperfecto que organiza el club Sky Raiders en el Centro Cívico Estación del Norte.

Por si a estas alturas no lo has adivinado, será utilizando la ambientación «Eugenesia» y el enigma se llamará «Ácido desoxirribonucleico» (si la partida resulta exitosa publicaré el enigma en la próxima semana).

Así que si te apetece conocer el juego de primera mano, tienes curiosidad por ver como funciona esta peculiar ambientación para el juego, quieres conseguir un ejemplar o que te dedique uno, pásate por allí.

Eugenesia: Introducción

Eugenesia

UNA AMBIENTACIÓN FUTURISTA PARA “EL CLUB DE LOS MARTES”

El hecho de que en el manual de “El Club de los Martes” un tercio del libro se dedique a la ambientación victoriana del juego no es algo anecdótico o un capricho del destino, es simplemente porque es necesario fijar un “universo de juego” para que la historia que se cuente sea coherente y esté dotada de la robustez necesaria. Se ha de contar historias que parezcan creíbles o veraces, así que no se puede obviar esto, de manera que si queremos cambiar la ambientación del juego original, lo primero que debemos hacer es definir claramente nuestro universo de juego.

Así que durante los próximos días a definir unas pautas para una factible ambientación futurista distópica para “El Club de los Martes”. En primer lugar, ¿qué significa el término distopía? Fue acuñado por John Stuart Mill se utiliza como antónimo de utopía para designar a una posible sociedad futura de algún modo indeseable. En las historias de ciencia ficción ambientadas distópicamente grandes transnacionales tecnológicas dirigen, mandan y gobiernan bajo un sutil y omnipresente control estatal. La identidad y naturaleza del ser humano es manipulada por una tecnociencia puesta al servicio de una pequeña elite que controla el dinero, el poder y los medios para reproducirlos en un interesado status quo que aliena a los individuos y borra sus rasgos más idiosincrásicos.

Así que para “Eugenesia” tomaremos como fuentes de inspiración algunas de las mejores películas que han destacado dentro del género fílmico distópico. Desde Metrópolis (Fritz Lang, 1926) a V de Vendetta (James Mc Teigue, 2006), encontramos títulos tan memorables como Fahrenheit 451 (Françoise Truffaut, 1966), La naranja mecánica (Stanley Kubrick,1971), Zardoz (John Boorman, 1974), Mad Max (George Miller, 1979), Blade Runner (Ridley Scott, 1982), Brazil (Terry Gilliam, 1985), Doce Monos (Terry Gilliam, 1995), Gattaca (Andrew Niccol, 1997), Dark City (Alex Proyas, 1998), The Matrix (Hnos. Wachowski, 1999) o Minority Report (Steven Spielberg, 2002).

Estad atentos a vuestras pantallas…