El sábado por la noche Gaia Project a 2 con mi mujer, después de casi 1 año sin jugarlo. Un poco duro recordar todas las reglas, pero luego disfrutamos muchísimo la partida. Hacía tiempo que queríamos jugar, pero con 3 hijas nunca encontramos el momento, y cuando tenemos un ratito siempre es: Gaia?? Uf, mejor un Maracaibo/Great Western, que no hay que refrescar reglas! En fin, que hicimos el esfuerzo y valió la pena!
De inicio monté el tablero de manera totalmente aleatoria, y como no recordábamos las razas, lo echamos a suertes. Un tablero para cada uno, y a elegir cuál de las dos facciones le gustaba más. Mi mujer jugó con terranos, y yo con neuroinsectos.
Al ver el mapa mi cara era un poco poema, porque había 5 planetas natales para terranos, por solo 3 míos. Ella me dijo que eligiera otra raza, pero le dije que daba igual, porque en realidad solo quería volver a jugar al juego, y cuanto más tardáramos en comenzar peor. Supongo que primero se monta el mapa, y en base a ello los jugadores eligen la raza, pero es que ni me dio tiempo, porque iba refrescando las reglas mientras hacíamos el setup.
De inicio desplegué minas bastante rápido, lo cual me dio un valioso y constante suministro de mineral. Estuve tentado de ir a por el instituto planetario en ronda 3, puede que forzando máquina incluso en ronda 2, pero es que daba 5 puntos hacerlo en ronda 4, así que me esperé. Igual no era la decisión más inteligente, pero mi mujer hizo lo mismo.
Exploté al máximo la habilidad de mi raza, moviendo todas las fichas de poder al segundo espacio de Gaia, y usando la piedra neuronal para pagar 1 coste de terraformación para poner varias minas, y volver a ciclarla rápido, etc. También puse rápido estaciones comerciales cerca de donde preveía que se colocaría mi mujer, para poder ir ciclando poder, aunque eso me costó MUCHOS puntos de victoria. Pero creo que en general valió la pena. Y en las tecnologías me centré en aumentar el alcance de mi raza, para poder expandirme a lugares cada vez más lejanos sin tener que gastar CICs.
Mi mujer no entendió, o no supo explotar la habilidad de su raza hasta que ya fue un poco tarde. Creo que tenía que haber ido desde el primer momento a gaiaformar los planetas transdim, pero solo lo hizo en las dos rondas finales.
Pese a todo, la partida iba bastante pareja en puntuación, aunque en los objetivos de final de partida parecía que yo los iba a ganar claramente, y eso me daba un gran margen para lograr la victoria. Luego hubo un pequeño lío con la manera de formar las federaciones, ya que en principio pensaba que tenía que hacerlo con los mínimos planetas y satélites necesarios, y que estos tenían que ser los más cercanos entre sí. Siendo así, ella me hubiera ganado en número de satélites (que era uno de los dos objetivos de final de partida). Pero luego leí que el jugador puede elegir los planetas que quiere que formen la federación (sin pasarse de los 7 puntos de poder), y que una vez elegidos hay que conectarlos con los mínimos satélites posibles. El matiz es importante, ya que al llegar al nivel 5 de la tecnología correspondiente pude colocar el planeta perdido, y luego hacerle formar parte de la federación, para así gastar más satélites en la formación de la misma, y ganar el objetivo de partida. Dos dudas que me quedaron en el aire fueron:
- El planeta perdido lo puedes poner donde quieras? Yo lo puse a 3 espacios de otro de mis planetas, pero me dio la sensación de que podía ponerlo donde quisiera.
- Gasté todas mis fichas de poder para juntar todos los satélites...incluida la piedra neuronal. ¿Se puede hacer eso? Es una gran pérdida para mi raza, pero la victoria era lo más importante hahahah
Al final la puntuación, que estaba igualada, acabó 127 a 85 a mi favor, demostrando que mi AP a la hora de formar la federación con el mayor número de satélites posible fue totalmente innecesario. Pero bueno, mi mujer no se lo tomó a mal y aunque algo mohína por el resultado final, dijo que había disfrutado mucho la partida. A ver si repetimos pronto!!
Domingo por la mañana exploré la posibilidad de enseñar a mi hija de 9 años a jugar a Monster Lands. No me parece especialmente complicado, pero sí que es cierto que tiene demasiadas opciones, y ello puede abrumar a una niña de esa edad. Le dije que creía que le gustaría, y que me hacía ilusión probar, y quedamos en que lo intentaría, jugábamos un par de rondas, y si le gustaba pues seguiría jugando.
Al final jugó toda la partida encantada, y le iba explicando a su madre que había capturado a este monstruo, matado a ese otro, o que su padre era un fracasado porque había sacado 4 1's y no había podido derrotar al monstruo.
Mucha alegría porque a mi hija le haya gustado el juego, y deseando repetir!!