Buenas a todos.
Llevo poco tiempo por aquí, pero en el tiempo que llevo he podido comprobar que todos tenemos un gran interés por introducir a la gente de nuestro entorno (novias, amigos, familia..)
Buscamos y rebuscamos cual es el mejor juego para iniciarles, y cuando por fin conseguimos sacarlo... no les gusta, y culpamos al juego, a la partida o que quizás no era el momento, para poder intentarlo de nuevo. Pero ¿porqué le ponemos ese empeño, y nos cuesta tanto aceptar que si no les gusta... no les gusta?
Tal vez porque tenemos la tendencia a creer que lo que nos encanta también les encanta a los demás, y cada uno disfruta con cosas diferentes.
Yo hace mucho que no intento evangelizar a nadie, aunque de joven lo intenté. Es normal.
Hay que asumir que a la mayoría de adultos no les place en su ocio calentarse la cabeza lo más mínimo, y no es sólo cuestión de inteligencia. Hay muchas personas con una o dos carreras, pero al momento de divertirse o evadirse no les place calentarse las neuronas. Varias personas de este perfil me han manifestado lo siguiente: "...yo en mi trabajo ya uso la mente hasta acabar casi todos los días con dolor de cabeza, así que si tengo que estudiar algo es con el fin de aprobar una oposición o un curso que me permita ascender más en mi trabajo; lo último que deseo en mis ratos libres es calentarme la cabeza gratuitamente, o hago deporte, turismo o me tomo unas cañas en un bar, no me vengas con reglamentos de juegos, el cerebro lo reservo para mi carrera/trabajo..."
Lo cual es muy respetable. Así que con los no-jugones chorrijuegos rápidos y sin insistir. Y si se animan a pasar a algo con más enjundia estupendo. Cuanto antes asuma esto un jugón/a, mucho mejor le irá.
Salud