logo

Panel de agradecimientos

Mostrar los mensajes que están relacionados con el gracias. Se mostraran los temas en los que has dado un agradecimiento a otros usuarios. (Relacionado con el primer post.)


Mensajes - SergiArias

Ni! Ni! Nnnnnniii!
 
Con motivo del tricentenario de la caída de Barcelona frente a las tropas de Felipe V, han salido algunos juegos relacionados con el tema y este Cas dels Catalans era el que más me llamaba la atención. Tuve la suerte de probarlo y me gustó mucho. La cosa tiene mérito porque es raro que a estas alturas de la película un eurogame me parezca original, tenga personalidad y no sea más de lo mismo, pejiguero como soy. Para hacerlo todo más meritorio, resulta que este es el primer juego de su talentoso diseñador Iván Prat, tío de la tierra que irrumpe en la escena jugona con fuerza y que si sigue a este nivel podrá darnos más alegrías lúdicas en el futuro con próximas creaciones. Su esfuerzo ha sido reconocido con la publicación del juego nada más y nada menos que por Devir, dicho esto ya se ve que aquí hay sustancia. Vale, que sí, que el Britannia es un pestiño que también fue editado por Devir y eso no garantiza nada, pero creedme si os digo que en este caso el producto realmente vale la pena.

Más información: http://boardgamegeek.com/boardgame/146228/1714-el-cas-dels-catalans



A pesar de que el nombre del juego pueda llevar a algún equívoco o polémica por parte de algún capcioso recalcitrante, este juego no se limita a un choque entre catalanes y  españoles. Está claro que quien quiera ver la polémica, la sacará de debajo de cualquier piedra. En este caso iremos a lo que nos ocupa: el juego en sí. “El Cas dels Catalans” (“El caso de los catalanes”) fue un libro editado en Inglaterra, así que ya vemos que los tiros comienzan a ir hacia un terreno internacional. Nada más ver el mapa, que abarca toda Europa occidental desde Viena a Lisboa, ya se confirma este aspecto. Añadamos al caldero el hecho de que ningún jugador manejará como bando propio a los franceses, ni a los españoles, ni a los catalanes. La explicación es sencilla: en “El Cas dels Catalans” los jugadores manejan a las potencias aliadas (Gran Bretaña, Provincias Unidas –los holandeses-, Austria, Saboya –no quiero rimas- y Portugal) que intentaron derrotar a la alianza borbónica formada por Francia y España, ante el temor de que la unión de ambas coronas bajo la batuta de Luis XIV supusiera un dominio aplastante a nivel europeo y desequilibrara la balanza de poder de aquella época. A lo largo de la guerra, las naciones aliadas iban porfiando por conseguir beneficios en forma de territorios, ventajas comerciales, etc.

Visualmente los componentes son bien majos. Los clásicos cubitos y marcadores son de madera. El mapa es grueso, duro, como os gusta, malandrines, y diseñado con buen gusto e ilustraciones guapas, con toques antiguos y también otros más estilizados y actuales, un equilibrio resultón entre ambos estilos. Lo único que no me gusta son las líneas de meridianos y paralelos del mapa. Las cartas son un poco más pequeñas que el tamaño GMT, pero en cuanto a grafismo son intachables y vienen con los imprescindibles retratos, fragmentos de mapa, portadas de tratados, etc. de la época. El texto no son parrafadas y también hay simbolitos en la parte izquierda de las cartas, cosas ambas que hacen más dinámico el ritmo de la partida.

Hay dos libretos. El de reglas tiene sólo ocho páginas y hay profusión de ejemplos para hacer muy fácil la experiencia de aprendizaje. No se trata de un juego complejo en absoluto. Como mucho tiene dos o tres cosas que hay que tener en cuenta para no equivocarse en la primera partida, como el diferente funcionamiento de los tipos de carta y algún que otro detalle más, pero en general se pilla bien el truco al asunto. El libreto de apuntes históricos es una gozada. Vemos la relación de todas las cartas del juego, cada una con el efecto del evento y también con la explicación histórica, muy recomendable un vistazo para aprender entresijos de este conflicto, desconocido para muchos, así como algunas curiosidades (esos famosos escritores británicos dedicados a la propaganda panfletera…).

El juego se edita en catalán y en inglés, pero próximamente parece ser que se traducirán las reglas y las cartas al castellano para descarga.

El número de jugadores ideal sería cinco, aunque a cuatro también es un gran juego. La opción de dos jugadores también es interesante porque cada uno llevaría a dos naciones, pero el sistema de victoria no es tan simple como que cada jugador sume los puntos de ambas naciones a su cargo, ni que tengan en cuenta sólo la que más acumule de las dos, sino que se comprobarán los puntos conseguidos por la nación de cada jugador que menos puntos tenga. Esto da una dimensión diferente a la partida. A tres quizá pierda algo de gracia, pero es jugable. Unas dos horas o un poco más podría llevar la partida. La dinámica del juego es tensa: no es fácil que haya análisis-parálisis, aunque la toma de decisiones no es una cuestión baladí.
 
No es un wargame para nada, aunque lo ponga en bgg y por mucho que haya combates, tropas y demás; estamos ante un eurogame, pero no uno al uso con recursos, mecánicas burócrata-matemáticas basadas en eficiencia, cartitas activadas y demás hierbas, sino uno que además de gestión de recursos y juego cuidadoso de las cartas posee componentes de batalla, puteo del bueno, diplomacia, negociación y sabor histórico. No hay dados, el único azar viene dado por  las cartas que van apareciendo, y aun así, las que se ponen en el lado de la mesa para que los jugadores las lleven a cabo están a la vista al inicio de cada turno, en tanto que las cartas de objetivos sí que se reparten ocultas al comienzo de la partida.

Cada turno hay unas cartas a la vista y según el orden de turno los jugadores eligen qué carta jugar y cómo la juegan. También los jugadores deberán realizar acciones diversas a lo largo de la partida: reclutar tropas, atacar, mover, aumentar la opinión pública y aumentar recursos. El mecanismo de que las reglas impidan que un jugador repita la acción del turno anterior y que una acción sólo sea llevada a cabo por un jugador en cada turno, hace que la toma de decisiones sea a veces difícil y que haya tortas del Casar por hacer alguna acción en concreto. Por si fuera poco, los jugadores pueden negociar y cambalachear intercambiando cartas de concesiones, haciendo pactos de no agresión, etc. Las veces que he jugado he visto muy poca negociación, y es que sólo se suele ver con jugadores más rodados que hayan jugado previamente.

Los jugadores no combaten directamente entre ellos, sino que sus ataques se dirigen contra los franceses y los españoles. Suena a cooperativo… pero no lo es ni por el forro de la casaca, ya que aunque no puedas atacar al resto de jugadores con tus tropas, sí que podrás manejar a las tropas borbónicas para darles candela fina. Así que te puedes ver como austriaco atacando a cubitos franceses para ganar un espacio, y en el siguiente turno tú serás quien maneje los cubitos franceses del norte de Francia para atacar a ese jugador holandés que no quiere intercambiarte una carta que te iría bien, etc. Así, los cubitos españoles y franceses sólo se mueven por iniciativa de los jugadores… para fastidiar a otros.
 
Al final de la partida, se hace el recuento de puntos, peeeeero ojete al dato, porque el recuento es diferente según si la partida ha acabado por quedar pocas tropas borbónicas en el mapa o por la caída de Barcelona. En general, sin entrar en detalles, se puntúa principalmente por el control de ciertos espacios con tropas propias y por los puntos de las concesiones (cartas obtenidas durante el juego) que aumentan si coinciden con los objetivos iniciales de la partida. De ahí la negociación, por ejemplo para el intercambio de concesiones, para conseguir justo esa que coincide con un objetivo inicial que permitirá sumar más puntos y que el gualtrapa del holandés tiene en su poder…

Este es uno de los pocos juegos que sin ser wargame podría gustar a wargameros, y que siendo histórico y con movimientos de tropas podría gustar a eurogameros. Uno de los puntos fuertes de El Cas dels Catalans es que tiene relación con la historia, a diferencia de otros euros con temática y cubitos como Wallenstein, en que el elemento histórico brillaba por su ausencia y el tema era una pegote de tomo y lomo. A pesar de no ser un wargame, el hecho de que se muevan tropas, haya ataques con pérdidas, reclutamiento, movimiento por mar, etc. te hace meterte en el asunto bélico, pero nunca se puede olvidar que no todo se gana en el campo de batalla. Sin ir más lejos, puede ser letal no hacer caso a la opinión pública: esta va disminuyendo al ir realizando acciones de reclutar y atacar, y si llega a cierto punto provoca la salida de la guerra de esa nación y la prohibición de hacer acciones que involucren a tropas. Vamos, que si llegas a ese punto te has de dedicar principalmente a mejorar la opinión pública para que tu populacho entre en razón y te acabe riendo la gracia de estar guerreando. Ah, también puedes hacer la acción de ganar pastuca si estás fuera de la guerra.

Me parece un excelente juego muy a tener en cuenta.
 

Páginas: [1]