Una vez que probé Mage Knight, me enamoró. El juego era de un colega que me lo suele dejar sin problema siempre que se lo pida, sin embargo, yo quería un solitario propio (y que la edición española del MK está fuera de stock), de su mismo estilo: temático y sesudo. Me decanté por City of Kings: componentes de 10, eventos variados, mecánicas interesantes pero... es un puzzle demasiado estático. Tras ciertos niveles el juego te dicta  a seguir unos pasos o no eres capaz de vencer, además, su índole campaña lo hace muy previsible una vez intentas el mismo escenario varias veces y juegas casi en automático los primeros pasos. En definitiva, en papel me parecía un juego estupendo pero me di cuenta de que no era mi tipo realmente. Ahora mismo le estoy echando un ojo a Spirit Island ¿Creéis que supliría ese hueco de solitario que ansío? También suelo jugar a 2 de vez en cuando, por si es de ayuda.

Gracias.

Hace unas semanas echamos una partida al Anachrony, juego que me encanta. Sin entrar en muchos detalles; uno de mis oponentes, usaba una facción que ganaba puntos si poseía pareja de recursos (Hierro+ Ingenieros).Al poco de comenzar, por suerte apareció y logró conseguir un edificio que le proporcionaba hierro en cada turno y se dedicó exclusivamente a obtener ingenieros del mapa. Sólo hizo esas 2 acciones y lo mínimo para completar la partida. A la hora de las puntuaciones, nos sacó una diferencia abismal a los otros jugadores. Personalmente, siendo un juego con tantas posibilidades y caminos diferentes en cada turno, siempre yendo apuradísimo donde, sentí una sensación de injusticia. Él aludía a que eso es parte del juego y que ganó justamente (que ya disfrutase de la partida en sí es otra cosa), sin embargo, pienso que este tipo de victorias que no requieren de ninguna estrategia elaborada o cálculos exquisitos, no deberían considerarse (o al menos en Eurogames donde el azar es mucho más secundario).

¿Qué opinais sobre este tema? ¿Os ha ocurrido algo parecido? ¿Soy un llorón?