En primer lugar, pedir disculpas a todos por la inconclusa Odisea Gálaxy Trucker, que dejé abandonada hace ya muchos meses. Espero volver a retomarla pronto, con nuevas aventuras. Como adelanto, una imágen de nuestros aventureros al encontrar una nave abandonada...



Le aviso que, como siempre, es un montaje, que incluye redimensionados y demás. A ver si averiguan de que juego es la nave (originalmente del tamaño de los mismos astrocamioneros, y de un triste gris, que he aumentado y pintado digitalmente)

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Y ahora, a lo que íbamos...

Hace un par de días volví a echarme una partida a mi querido Dungen Lords. Nuevamente, fue una partida introductoria, en la que mostré el juego a otras personas. Y me pasó con él lo que otras veces: un sabor agridulce. Al tratarse de la primera partida, la gente se encuentra algo desorientada, y la diversión se diluye en los entresijos del análisis-parálisis, los intentos más o menos fructíferos de abarcar todas las posibilidades y en esa extraña sensación de estar algo perdidos. O sea, que este juego que, precisamente, está pensado para DIVERTIRSE mientras se desarrolla la partida (si no, leeros el desternillante libro de reglas), especialmente en los combates (que, si se puede, se deberían ‘rolear’ un poco, o, al menos describir o imaginar) termina convirtiéndose en un silencioso e intenso ejercicio de puro cálculo.

El más claro ejemplo de todo ello fue la MASACRE que montó uno de los jugadores. Tras un primer año desastroso en el que el último miembro del grupo, un ladrón, se le coló 'hasta la cocina', se ventiló a un party de segundo año DE UN PLUMAZO. La verdad es que al principio no contabilizó bien los ataques, y quedó un aventurero vivo. Solo un momento después, cuando ya empezábamos a revisar como le iba a los héroes de la otra mazmorra, se dio cuenta de que tenía una comida extra sin contar y cayó en la cuenta de que, con ella, vencía a TODOS en el primer asalto. Todos los demás miramos, y asentimos. “Si, vale, de acuerdo, los vences”, y seguimos a lo que íbamos. ¡No disfrutamos de ese gozoso momento!¡No lo felicitamos en su justa medida por tan increíble logro!¡Que pasada! 

Para subsanar tan tremenda falta de cortesía, relatamos, como se debe, lo que ocurrió ese día, en aquel lugar.

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Era una mañana de finales de otoño. Una mañana no especialmente oscura, a las puertas de una no especialmente ominosa mazmorra.

Allí aguarda lo que, a todas luces, parece un grupo de héroes de lo más típico...

- ¿No creen que ya va siendo hora de entrar a echar un vistazo? - comenta Gronan, el Bárbaro. - ¡Se me va a oxidar el hacha!
- Yo me quedaría aquí fuera un ratito más – replica un pequeño hombrecillo, enjuto, apoyado en un gastado báculo. Le tiemblan un poco las piernas, aunque no podría decir si es por el miedo o por el frío del vecino invierno que se cuela bajo su leve toga de clérigo.
- No seas tan gallina, Álastar, Y tú no te preocupes tanto por tu arma. Ya esta suficientemente deteriorada. Oxidada por el desudo y mellada porque, cuando la usas, lo haces mal. No sabes cuidar de tu equipo.

El que habla es Baelos, el ladrón del grupo. Un buen trampero nunca puede faltar en una compañía que se precie, estando como están de plagados túneles y mazmorras. Baelos fue el primero en llegar al lugar, a principios de la pasada primavera (aunque, como siempre, cuando se presentó el guerrero cargado de músculos y testosterona se empeño en reclamar el puesto de líder en cabeza). Se había pasado todo el invierno anterior recabando información, antes de decidirse, de entre las cuatro mazmorras cercanas, por aquella ante cuya entrada se hallaban. Lo que le había terminado de convencer fue el relato de un colega suyo que, el año precedente, había sido el único superviviente de su grupo durante la exploración de ese antro de maldad. Contaba con el mapa esbozado de una buena parte de sus galerías, lo que le daba cierta… confianza.

- Bueno… - insiste Gronan, con impaciencia - ¿Entramos, damiselas?
- ¿No deberíamos esperar a Ordun, el Paladín Adalid del Bien y Todas las Cosas Buenas y Hermosas? Puede ayudarte a en el combate, a Baelon a desactivar trampas, y a mi con eso de restañar cortes y heridas…
- ¡NO!
- Bueno… si me lo pides con cortesía…

Gronan agarra con un brazo la muñeca de Alastar, mientras con su otra empuña su Gran Hacha de Batalla. Con una patada derriba la desvencijada puerta del calabozo y se adentra en la oscuridad, arrastrando tras de si al asustado clérigo.

- Me encanta la cortesía de estos guerreros… - suspira Baelos, y se apresura a seguirlos.

A medida que baja los escalones, sus ojos se van acostumbrando con insólita celeridad a la negrura. Recortadas a la tenue luz que llega desde el fondo, unos escalones más abajo ve las siluetas de sus dos compañeros. “Que raro”, piensa. Al cabo de un momento cae en la cuenta: deben de ser las inevitables antorchas encendidas que adornan todo calabozo que se precie, encendidas, esperando, como siempre, la llegada de los héroes.

Al llegar al pasillo que comienza al final de la escalera su sorpresa es mayúscula. ¡No hay antorchas! La luz que le llega es la que se derrama desde arriba por multitud de aberturas en el techo del pasaje. Todo se encuentra en un estado derruido y lamentable. Hasta donde alcanza la vista (y con tanta claridad, alcanza muy, muy lejos) el túnel continúa en línea recta, con ligero desnivel, en ruinas. Los escombros se acumulan en montones, pegadosa la pared, a lo largo del recorrido, fruto de una apresurada limpieza.

- ¡Vaya fiesta montaron Katanos y su equipo! – exclama el ladrón.
- ¿Quién? - Alastar ha aprovechado que Gronan necesita de ambas manos para ponerse en guardia con su enorme hacha para escabullirse detrás de Baelos, y desde allí, asomándose tímidamente tras su espalda, mira inquisitivo y receloso.
- ¡Oh, nadie! El tipo que saqueó esto el año pasado…
- ¿Ya han saqueado esto? – Gronan baja su arma, con gesto molesto.- ¡¿Qué ya lo han saqueado!? ¿Y tú lo sabías, cabrón?¡¿Para que narices me he pasado medio año esperando?!
- Pues, precisamente, a que los habitantes de este antro tuvieran tiempo de reorganizarse y reponer riquezas, idiota. Si te fijas han adecentado un poco el lugar. Y, si miraras con mayor atención, notarías que, aquí mismo, a la derecha, hay una puerta NUEVECITA. No aparece en los mapas de Katanos…

A Gronan se le iluminan los ojillos avariciosos.

- ¡Eso es otra cosa! – espeta - ¡Oro!¡Diamantes!¡PX! – grita con alegría.

La adrenalina empieza a recorrer su cuerpo en un torrente incontenible. Se gira hacia la puerta y se apronta para entrar.

- Un momento – dice Alastar - ¿No habrá Dragones, no?¿O Demonios Astados? Con los vampiros no tengo ningún problema, pero es que, esos dos… Especialmetne los Dragones. No tengo pomada para las quemaduras…

Gronan está exultante ante la inminente batalla. Ignora por completo las súplicas del clérigo.

- ¿Quién quiere vivir para siempre? – sonrie con sorna mientras prepara su hombro para cargar contra el macizo portón de madera recién instalado.
- ¿Yo? – susurra quedamente Alastar mientras levanta tímidamente un dedo

Gronan aulla mientras se lanza contra la puerta. Esta cede al empellón, girando sobre sus goznes en un silencio más amenazador que cualquier chirrido. El guerrero entra dando alaridos, seguido por los pasos furtivos de Baelos. Alastar lo hace después, muy, muy callado.

Nosotros no entramos. No seguimos a nuestros heroes, si no que nos quedamos fuera, expectantes. Desde el pasillo, el dintel de la puerta abierta enmarca un cuadrado de sombra, oscura y opaca, que amortigua el ruido de los pasos de nuestros aguerridos aventureros, allá, adentro. Por un momento, calma… De pronto restalla el sonido de cuerdas y resortes. Los gritos casi inhumanos de nuestros amigos se mezclan con los alaridos y rugidos de algo que, seguro, no forma parte de la humanidad. Entrechocar de armas y miembros. La cacofonía de carne, piedra y metal solo dura un instante. Luego…, un silencio aún mayor que el precedente. Al cabo de un momento oímos unos pasos que se acercan desde la lobreguez hacia la puerta, levemente desvencijada por culpa del bárbaro. Una enorme garra la recoloca en sus bisagras, y comienza cerrarla lentamente. Al final, en el último momento, antes de cerrarse por completo… chirría.

Solo un poco.



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--EPILOGO------------------------------

Mientras, a unos pocos metros por encima, y a muchos kilómetros de distancia, Ordun, el Paladín Adalid del Bien y de Todas las Cosas que Son Buenas y Hermosas, sentado en un tocón junto a una tienda de campaña austera pero impecable, calentado por un fuego de Llamas Puras, abandona por un instante su meditación. Levanta la cabeza y parece otear el horizonte, en dirección a la mazmorra de nuestros héroes. Aguza el oido, y su nariz aguileña intenta captar hasta el más leve hedor del Mal. Tras escudriñar por un instante, vuelve a bajar la cabeza

- No, aún no…. No es suficiente

Y retorna a la labor de pulir y adecentar sus pulcras armas y armadura, a la espera de que un verdadero Señor del Mal, peligro inminente para todos los Seres Buenos, y Rival a Su Altura, requiera de su virtuosa intercesión.

Hay por ahí un tal Dark Lord Alejandro que promete...

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¿Ven? ¿A que así sí que mola Dungeon Lords?

La próxima vez que jueguen, tómense el tiempo necesario en DISFRUTAR. Con calma... ¡y muchas risas!

¡Un saludo!

¡Saludos!

Galaxy trucker es un juego de Vlaada Chvatil en el que os ponemos en la piel de intrépidos camioneros galácticos que transportan sus mercancías por el universo. No es un sesudo eurogame, ni mucho menos, sino un juego DIVERTIDISIMO para echarse unas risas. Algunos le achacan simplicidad. Dicen que, tras la construcción de la nave, el juego consiste en asisitir pasivamente a como, carta tras carta, tu proyecto va desmembrándose poco a poco.

¿Pasivamente? ¡NO!

Porque detras de cada nave hay una historia, una historia de valientes astro-transportistas que dan su vida por... la empresa. Historias de penas y glorias, batallas con piratas espaciales, contrabandistas y traficantes de esclavos, incursiones en campos de meteoritos, exploraciones en planetas desconocidas y estaciones espaciales abandonadas en las que un alien cualquiera puede atacerte por la espalda, o pero... ¡saltarte a tu cara!. ¿Es eso pasividad?

Tras una ardua investigacón y algunos saltos tempotransdimensionales he conseguido rescatar algunos documentos en los que, de primera mano, uno de estos héroes, hasta ahora anónimos, nos cuenta su experiencia vital como Galaxy Trucker.

Son extensos, así que los iré presentando por capítulos. Para empezar, la primera parte del capítulo piloto   


NOTA: Publicaré las dos partes del capitulo piloto en un post, y luego , iré publicando un capítulo por 'carta' de viaje, cada uno en un nuevo post.

¡Espero que os vaya gustando la serie !

¡QUE GRAN PARTIDA, LA DE AYER! 

Tuvimos la suerte de jugar por primera vez al ‘Galáctica’. ¡GENIAL! A mitad de juego la cosa se vio algo enturbiada por un error, fruto del desconocimiento de las reglas, que hizo que el juego bajase un poco su nivel de intriga, pero, por lo jugado, y por lo que se entrevió que podía llegar a ser, se me ha antojado MUY recomendable. 

El juego es SEMIcooperativo: cada jugador toma el rol de uno de los personajes de la serie Galáctica: Estrella de Combate, y juntos intentamos escapar de la amenaza cylon. Pero… ¡es posible que uno de nosotros sea un cylon!. El juego, a mi parecer, tiene dos partes diferenciadas: mientras el cylon permanece encubierto, es GEIAL, con mucha intriga, todos mirándonos de reojo, en una partida de poker galáctica. Luego, cuando el cylon decide descubrirse, creo que pierde un poco, con más azar que verdaderas decisiones tácticas. Aún así, mantiene bastante la TENSION.

En la partida jugamos:

-   Comandante Oscar Lee 'Kharn’'Adama
-   Piloto Especial Kara 'manolovila' Starbuck
-   Ingeniero "The Chief" Galen 'San'
-   Presidenta Laura 'Kaikus' Roslin

Debido a que éramos novatos, el juego comenzó lento… pero intrigante. Surgieron un par de  votaciones con cartas negativas de valor alto, pero nunca más de dos. Nada concluyente. ¿Será uno de nosotros un cylon?

Entonces sobrevino la primera GRAN Crisis: aparecieron los cylon y rodearon la nave. Tres de nuestras 4 naves civiles estaban en grave peligro. Surege una crisis interna. Votación. El Comandante Adama …¡ se abstiene! … ¡Dios! ¡Puede ser un cylon! Se revelan los resultados… ¡TRES cartas en contra! ¡Como mínimo UNA ha de haberla puesto un cylon! Al final resulta que Adama es inocente, pero, entonces… ¿Quién? Será ‘El Jefe” (San), Starbuck (manolovila), o la mismísima Presidente (yo mismo)… 

Llega el turno del ‘Jefe’. Se dirige la sala de comunicaciones. Al menos dos de las 3 naves civiles en peligro se pondrán a salvo entre los vipers. Mira dos de ellas, y las mueve…. ¡hacia los cylon! Todos le señalamos “¡Traidor!”. Se defiende. Argumenta. NADIE le cree. Votamos para meterle en la carcel… y se salva… ¡TRES VECES! Por tres ocasiones intentamos encarcelarlo, pero su defensa en las votaciones es magistral. Mientras, las hordas cylon rodean la nave, perdemos Vipers, las naves civiles casi destruidas. Le vuelve a tocar el turno al ingeniero, ¡que se revela como cylon! ¡Dios! ¡Lo necesitabamos para reparar los vipers, y los daños de la destrozada nave! ¡Encimados contadores de daño más! 

Pero la suerte esta con nosotros. Conseguimos realizar el salto AUTOMÁTICO in extremis (no quisimos arriesgar a la población, por insistencia de la Presidenta).

¡¡UFFF!! 

En los siguientes turnos, tenemos preparativos de salto relativamente tranquilos. Aunque el Cylon lanza su carta de crisis especial, con lo que nos mete dos centuriones   y nos daña el Arsenal, con lo que no podemos siguiera intentar quitárnoslo de encima. Para mayor desgracia, sin ingeniero, repara se hace MUY cuesta arriba.

Entonces… ¡saltamos! Tras el salto (¡de valor 3!) llegamos a distancia 5. ¡Nuevas cartas de lealtad! Joer, nos habíamos olvidado. Y se descubre como seguidor… ¡el Comandante Adama! ¡MIERDAAA! Miramos los contadores ¡QUE SUERTE! ¡la comida esta por debajo de la mitad! Al menos no se convierte en cylon, y solo va a la cárcel. No hubiera podido salir mejor ni aunque lo hubiéramos planeado.

El resto de la partida, es relativamente tranquila, casi insulsa. Consiste tan solo en descubrir cartas de crisis y votar. Todos sabemos quien va a votar qué. NO hay intriga. Tan solo algo de tensión, y un pequeño componente de táctica y planificación… hasta que llegó la HECATOMBE FINAL   

El traidor Cylon, a pesar de su precipitación, aún tenía posibilidades. Y lo demostró. En un arrebato final, después de haber completado los 8 saltos de rigor, lanzó un ataque BRUTAL. Habiendo completado solo uno de los 5 pasos de preparativos para nuestro salto final, un par de crisis nos puso contra las cuerdas: 

-   Había 3 centuriones cylon en la nave
-   Había 4 interceptores pesados en la mesa, dos de ellos a UN espacio de abordar galáctica, con lo que se habría llegado a los 5 centuriones y habríamos perdido
-   Cuatro zonas de la nave estaban dañadas, entre ellas el arsenal (no podíamos eliminar centuriones), el control de salto (no podíamos realizar un salto precipitado) y el control de vipers (el único viper disponible era el de starbuck, si salía por el hangar).
-   No teníamos ingeniero que reparase los daños.
-   Dos estrellas cylon estaban vomitando tal cantidad de interceptores que, al final solo quedaron DOS en la reserva
-   Había 6 naves civiles a proteger.

El Comandante Adama se dirigió a los cañones de Galáctica intentando destruir a los interceptores pesados, tan cerca de la entrada. Starbuck saló al espacio, volando SOLA, para escoltar a las naves civiles. Hasta que nos dimos cuenta que era un suicidio. Nos encontrábamos más o menos bien de población. Podíamos arriesgarnos a perder dos de las naves civiles. Lo mejor era volver a la navve y ayudad al Comandante con los cañones. El peligro INMINENTE eran los dos abordajes. 

Al final, la Presidenta se ve obligada a abandonar su despacho y se une a los puestos de combate. Afortunadamente, en un turno anterior había usado una carta de política para obtener acciones de ingeniería… ¡y dispone de una reparación! Se traslada al control de salto de Galáctica… ¡y la repara! Pero aún no hemos completado mas que DOS pasos de los preparativos de salto. Durante la siguiente ronda, la fortuna nos sonríe: aunque los repetidos intentos del Comandante Adama y Starbuck de derribar a los interceptores pesados no tienen éxito, éstos no se activan. Se producen varias crisis, y una de ellas… ¡nos avanza hasta posición de salto precipitado (-3)! 

Finalmente vuelve a tocarle a Laura ‘kaikus’ Roslin. Muy a su pesar, aunque posiblemente ha de perder 3 niveles de población, activa el salto precipitado. Perdemos la población, pero…

¡LOS HUMANOS HAN VENCIDO!

Para que os hagais una idea de lo 'IN EXTREMIS' que fue, os dejo una foto, sacada con mi cutre y arcaico móvil,  del tablero en el momento del salto (ojo, los interceptores pesados del fndo estan en realidad un sector mas atrás):



¡INCREIBLE! ¿No es cierto! 

¡Un saludo! 

Tendo la lista de MayDay con el tamaños de las cartas para Catan, pero no quiero llevarme el palo que me llevé con Principes de Florencia, que la version española lleva fundas USA en vez de Euro.

¿Cual es el tamaño de fundas para las mini cartas del Colonos de Catan de tablero, (no el de cartas), la versión española última de Devir? ¿Mini-USA, Mini-Euro, Mini-Chimera (de MayDay)?

¡Gracias!

Hace ya un tiempo tuve la ocasión de jugar una excelente partida al Arkham Horror. Prometí entonces a los participantes hacer un 'post' con la sesión de juego. Al final, lo empecé a 'adornar' y terminé por 'novelarlo' en un EXTENSO relato. Los que conozcais el juego ireis reconociendo los personajes, monstruos y antiguos a los que nos enfrentamos, las armas que usamos, como se fue desarrollando la partida...

Espero que os guste.

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Han vencido. De nada ha servido el poder que Él nos ha conferido tras alimentarnos con la carne de los impíos. Desde la Sala de Oraciones del Tempo, yo, Kai_Kuus, Sumo Sacerdote de Itaqua, consigno con la sangre de mis venas, sobre el Diario de la Orden, esta entrada final para el recuerdo futuro de aquellos que seguirán nuestros pasos...

Grande sea Itaqua, El que Camina por el Viento, que fue invocado por nosotros, Sus Acólitos. Su helada mano ha tenido atenazada a Arkham durante las últimas semanas, tan próximo a trascender las fronteras de la realidad y tomar posesión de todo este blasfemo mundo. ¡Ah... que terriblemente hermoso lugar habría sido! Una extensión congelada y oscura, donde Sus Abominables Criaturas y la de sus otros hermanos Primigenios habrían retoñado en libre caos, donde nosotros, sus ministros, habríamos sido sus sirvientes predilectos, y al mismo tiempo, bajo nuestro yugo, servidos por una humanidad postrada para Su Mayor Gloria. ¡Adoremos todos al Wéndigo!

Pero no ha podido ser. Ellos, los Malditos Por Siempre, los Impíos, han cerrado las puertas a su llegada. Por nueve veces ejecutamos los ritos con éxito. Por nueve veces contactamos con nuestro abominable maestro y Él difundió sus criaturas por los abiertos portales. Nueve veces. Yesod, la Novena Esfera de Sefirot, el Fundamento y la Estabilidad. Tan solo quedaba la llegada del Reino.. y por fin la anhelada aparición de Itaqua. Solo dos veces. Dos llamadas... y habría anegado este mundo con su Divina Presencia. Pero no, porque Joe el Mil Veces Maldito, Joe el Asesino de Acólitos, Joe El Servidor de la Ley de Arkham, cerró fulgurantemente la última entrada, el último resquicio y grieta de entrada a esta realidad. Cerró el Ultimo Portal. Acalló el viento aullante que se colaba por los resquicios de las puertas y ventanas presagiando su llegada.

Pero no solo Joe Diamond es el culpable de nuestro malhadado destino. Tres despreciables hombres y mujeres impidieron que el Wendigo emponzoñara Arkham con su glacial presencia:

Harvey Warters, El que Nada Teme.
Aplomo, en la decrepitud de su anciano cuerpo. Imperturbable. Nada le hizo temblar. Nada le hizo huir. Ni el frio, ni el terror. Varias veces le vimos caer herido por las gélidas dagas enviadas por nuestro Amo. Varias veces festejamos su derrota. Pero siempre volvía. Siempre.

Mandy Thompson, La de la Mente Desvariante.
¡Que fácil le resultó a las Abominaciones destruir su débil voluntad! No soportó su primer viaje a los Sagrados Mundos, y a partir de ese momento vivió escondida y paranoica, al mismo borde del delirio... Más, desde allí, desde su cobarde refugio, revelaba a sus compañeros conocimientos que les salvaron de perecer en más de una ocasión.

Y Monterrey Jack, El de Corazón Ardiente.
Los embates que Itaqua le enviaba desde más allá no hacían mella en él. Calle tras calle, impasible ante el helado hálito del Wéndigo, iba destruyendo una a una a las aberraciones que los portales vomitaban. Y, uno a uno, también mis hermanos acólitos cayeron a sus pies. Asesino... ¡ASESINO!

……

Ya están aqui. Ya oigo sus viles e indignas hachas golpear la puerta de nuestro Templo. Escucho sus voces y jadeos mientras intentan derribar la barrera que les separa de mi, el Último de Sus Acólitos. ¡Malditos sean, les digo! ¡Malditos mil y una veces!

Yo moriré, sí, pero no a sus manos, sino autoinmolado el Altar, en tributo a Itaqua. Y, en El Libro, que debía haber registrado para nuestros futuros hermanos los gloriosos sucesos que acontecerían durante la llegada del Primigenio, con mi última sangre, una cosa dejo escrita; un grito, una maldición, una profecía que el destino se encargará ver cumplida:

ÉL VOLVERA!

Última anotación registrada en la "Crónica del Advenimiento de Itaqua"
(Libro sagrado de los sectarios del Wéndigo)
Traducción del Profesor Harvey Waters

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Diario de Joe Diamond
18 de Septiembre de 1926

Por fin se acabó...

Han sido tres semanas demenciales. Y lo digo literalmente. Todos hemos terminado visitando al loquero. Bueno, todos, menos el viejo...

Empezó a finales de agosto. Vale que por aquí arriba los inviernos sean crudos, pero... ¡ese frio súbito antes siquiera de acercarnos al otoño! Y encima ocurrió poco después de aquel desagradable incidente de canibalismo. La verdad es que siempre me toca bailar con la mas fea, pero no esperaba que, al final, tras seguir la pista de la puñetera estatua resultara que esos cultistas de las narices se estaban comiendo a la gente... ¡Comiéndosela! Y todo, según decían, para preparar su cuerpo para la llegada de un tal 'wéndigo'. Aunque, bueno… la cosa, dentro de su locura, rezumaba cierta lógica. ¡Había que estar fuertes para aguantar esta puta ventisca!

Wéndigo y frío. No entendía una mierda. De nada sirvieron mis conocimientos y habilidades místicas, que había desarrrolado a lo largo de mi vida, y por la que, de alguna manera, siempre terminaba metiéndome en este tipo de casos.  Al final tuve la suerte de preguntar en los sitios adecuados, y entré en contacto con un tipo muy, pero que muy viejo. Harvey era todo canas y achaques. Pero sabía mucho. Mucho sobre el wéndigo, sobre el frío... pero poco sobre la estatua. Se puso rápidamente en contacto con una investigadora, Mandy Thomson, y un cazatesoros experto en artefactos raros, Moterrey Jack, que, cada uno por su lado, habían terminado coincidiendo en esta ciudad de mala muerte. Quedaron en la biblioteca, esa misma tarde.

Esos tres cerebritos parece que se entendían muy bien. Yo me quedé aparte, mirando por la ventana como el sol caía mientras se desarrollaba aquella agotadora reunión. Había que verlos, los tres reunidos, sentados en una de las amplias mesas de la sala de lectura, entre tomos mohosos y polvorientos, en la oscuridad de la noche, con las lámparas alumbrando sus caras ansiosas. Entre sus quedos cuchicheos y explosivas exclamaciones de asombro pude escuchar por primera vez el nombre: Itaqua. Cuando acabaron, sus rostros parecían sombríos. No me explicaron nada. Solo me soltaron que a esas horas de la madrugada no había nada que hacer, y quedamos en vernos a la puesta de sol del día siguiente, en la comisaría.

Yo fui en único que acudió a la cita. Al resto de ellos, el infierno que se desató los pillo a cada uno en un lugar distinto…

¿Qué decir….? ¡VAYA LOCURA!

¿Qué coño es un portal? ¿Qué mierda es esa de los Otros Mundos? ¿Dónde narices está R’Lyeh, o Leng? A lo largo de estas noches he llegado a hacerme estas preguntas un millar de veces, hasta que al final dejó de importarme. Simplemente, allí donde aparecía una puñetera luz, allí íbamos de cabeza. Y si un jodido bicho se interponía en nuestro camino… ¡le tronchábamos el cráneo! Bueno… al menos a aquellos que tenían una cabeza distinguible… ¡Que monstruos mas repugnantes! ¡Mira que son feos, los cabrones! Yo, que me había sentido tan solo ligeramente sacudido por las imágenes de esos sectarios caníbales, y los cadáveres desmembrados con sus huesos roídos, confieso que no estaba preparado para lo que he sido testigo en estos días ¡Asqueroso! Solo el viejo Harvey parecía casi interesado en verlos. “Humm… interesante, según lo que aparece en los escritos eso debe ser un Shogoth” ¡Cabron impasible! ¡Terminé en el puto manicomio la primera vez que me topé con ese aterrador montón de tentáculos, ojos y MOCOS!

Muchos nombres raros y muchas imágenes enloquecedoras que no se me irán de la mente ni a mi ni a mis compañeros (a ti sí, Harvey, ¡cabronazo!). Aparecían por todas partes. Emergían del suelo, de las esquinas, de las casas oscuras y los putos cementerios ¡Hasta caían del cielo!¡Y esos putos Perros nos olían…nos seguían ¡nos cazaban allá donde nos escondiéramos! ….¡HUIR, HUIR, HUIR!....

¡Cálmate, Joe!¡Calma!... Ya ha pasado….

Al final, cuando nos llegaban noticias de que un simple maníaco con un hacha o un muerto viviente que apenas tenía fuerzas para arrastrar su podrido cuerpo zombi se había aparecido a través de un portal… todos exclamábamos “¡carne fresca!”, y nos partíamos el culo para ir a por él. Y, tras machacarlo, siempre nos quedábamos con algo suyo como recuerdo. Una puta antena, colmillo o tentáculo, su cabeza… ¡cualquier pedazo servía! ¡Así de mal terminamos! Aunque, bueno, lo de los trofeos tenía su razón de ser. Era la única manera de que os creyeran. Y en los muelles del río siempre había algún degenerado que te compraba los restos de esos bichos por unos pavos. ¡Incluso me gané el puesto de sheriff cuando le demostré al alcalde que era un ‘benefactor de Arkham’ con mi colección garras, dientes y demás apéndices arrancados a esas asquerosas alimañas! No se molestaron ni en comprobar mi abultada ficha policial...

Ya ves. Después de todo la cosa salió bien… A decir verdad, bastante bien. Los muchachos SE PORTARON... más o menos.

Porque, no quiero que me digan que soy un maldito misógino, pero esa Mandy es una PUTA HISTERICA. El primer portal en que entra, y al cabo de un par de días la vemos perdida, vagando por Arkham, con la petaca vacía en la mano, la mirada extraviada, y repitiendo ‘Esos ojos rojos, esos ojos rojos … me miraban… ME MIRABAN’. La tuvimos que sujetar entre los tres, y llevárnosla el Sanatorio. No tiene aguante. Aún con aquel rifle y su espada tan chula llena de símbolos raros tenía un aspecto patético. ¡Hasta necesitaba de la compañía de una adivina para que le sacase las castañas del fuego! La verdad es que no me dio ninguna pena cuando le entregamos aquella flauta "de los Dioses Exrteriores" tan extraña que pillamos en la Tienda de Curiosidades. Sabíamos (y creo que ella también lo sabía), que tras usarla volvería al manicomio, loca de atar. Pero la usó, y nos libró de aquel maldito gusano enorme. ¿Cómo era? ¡Ah, si…! Un Dhole, dijo Harvey que se llamaba.
 
Sin embargo, para ser justos con la chica, aunque después de su enfrentamiento con la lombriz terminó escondiéndose en el Barrio Norte sin atreverse a volver a salir, sus investigaciones fueron siempre bastante útiles. Nos dio un motón de ideas que, más de una vez,  nos salvaron el pellejo en el último momento. ¿Qué habría sido de mi si, cuando lo creía todo perdido, no me hubiera acordado de lo que me dijo sobre los Gug?

Todo lo contrario a Mandy fue Harvey ¡Vaya con el viejo!¡Que velocidad!¡Qué puntería! Y, sobre todo, ¡qué entereza! No solo porque era casi imposible hacerse salir de sus casillas, sino porque ha demostrado saber sufrir por aquello que creee. No tengo ni idea de por cuanto le ha podido salir la broma al abuelete, ¡pero se ha debido gastar todos sus ahorros en el Hospital! Ya hablaré con el alcalde para que le pague todas las facturas. Se lo debemos.

Si se le necesitaba, allá iba, aunque le costara el mayor de los sufrimientos. Lo hizo una y otra vez, incansable, siempre resuelto, nunca arrepintiéndose. En una ocasión recuerdo haberle visto enfrentarse y vencer a un Retoño Oscuro sin pestañear, sin vacilar, sin que le temblara el pulso, atacándolo con su escopeta recién encantada para la ocasión, para inmediatamente después caer desvanecido presa de la hipotermia en las congeladas afueras de Arkham.¡Ole sus huevos resecos!

No podemos tampoco olvidar a Monterrey. La verdad, no se que hubiramos hecho sin un tio tan DURO como él. Estaba algo loco, pero...¡vaya estampa! ¡Con su latigo y su eterno revolver del 38, simpre en las calles, siempre bajo el frío, impertérrito, congelándose poco a poco, pero incesante e imparable en su empeño de limpiar las calles de bichos. Desde torpes zombies a veloces Perros de Tíndalos. Desde esos mundanos sectarios hasta Semilas Estelares.¡Menuda colección de trofeos llegó a reunir!!

Y bueno, para terminar, sin ánimo de parecer presuntuoso... también puse de mi parte. Mi colección de 'trozos de bichos' llegó a ser casi tan grande como la de Jack, y me siento especialmente orgulloso de acabar casi solito con todos los puñeteros sectarios caníbales. Nunca use mi natural talento para lo arcano. Ni mi cruz bendecida. Creo que el cuerpo me pedía poder disfrutar del olor a sangre y pólvora. Con mi revolver especal de sheriff en una mano y mi sable de caballería en la otra, me abrí paso entre las hordas de monstruos. Y si alguno se ponía gallito, le descerrajaba dos cañonazos de mi escopeta en su cara. Expeditivo. Como debe ser.

Pero aquien más le debo agradecer es a mi más preciada posesión. Mi flamante coche patrulla. Gracias a él podía llegar siempre el primero al lugar donde se me necesitaba. Y fue esa celeridad la que nos permitió vencer en el último segundo. Bueno, la velocidad en aparecer donde se abrió el último portal... y un poquito de suerte. Lo reconozco. Nada mas cruzar el resplandor de la puerta y llegar al la realidad que se extendía al otro lado, no se que diantres hice, no sé qué narices toqué, que el portal comenzó a cerrarse a mis espaldas. Apenas me dio tiempo a reaccionar, girarme sobre mis talones y saltar hacia lo que ya tan solo era un pequeño círculo de realidad flotando en medio de esas extrañas tierrras. Aterricé de bruces en el suelo frio, de nuevo en Arkham, para, al darme la vuelta, observar como la última conexión con los Los Otros Mundos se cerraba lentamente. Y, mientras su luz se extinguía, todo Arkham pudo oir un quejumbroso y sobrecogedor grito de rabia y desesperación que parecía surgir de la mismísima ventisca aullante que nos había acompañado, incesante, durante todos aquellos días. Se fue apagando lentamente, en ecos cada vez más lejamos, al tiempo que el viento dejaba de gemir, hasta silenciarse. Por fin, la calma. Paz. Calor. Habíamos vencido.  

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Han pasado unos días. Esta noche hemos localizado al último de los cultistas, su Sumo Sacerdote. Llegamos a su guarida en los muelles en el último momento, para ver como él mismo se degollaba tras su Altar a Itaqua. Harvey encontró, junto a él, escrito en sangre en una lengua extraña, un libro. Parece que era muy importante para el cultista, pues lo conservó hasta el final. El viejo se lo ha llevado para traducirlo. Me pregunto qué contendrá...

Bueno, y creo que con esto se acaba la historia. No queda mucho que contar. Arkham vuelve a estar más o menos tranquilo. Por fin podrá dormir.

Espero no tener pesadillas...

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(Escritos recopilados por el Sumo Sacerdote de Arkham en el Segundo Año tras el Glorioso Advenimiento de Itaqua)

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¿Habeis llegado hasta aquí? ¡Bravo!

¡Un saludo!  

Aquí en Las Palmas, desafortunadamente, no se han organizado aún ninguna jornada de juegos de mesa. Pero, al menos, ha habido oportunidad de crear talleres como parte de otros eventos.

En el fin de semana del 9 al 11 de Octubre se celebró un salón dedicado al Manga-Anime en Las Palmas. Aprovechando el evento, la tienda Forja Rúnica organizó diversos talleres y torneos de juegos de cartas, Warhammer, y, para nuestra alegría, un taller de juegos de mesa.

La verdad es que aunque se dispuso de una gran cantidad de mesas, hubo que lidiar con MUCHA gente que jugaba a la enorme retahila de diferentes juegos de cartas. Y el Warhammer, claro. Sin embargo, pudimos meter la cabeza  

Siento que, dada mi inexperiencia, no se me ocurriera ir sacando fotos de las partidas, por lo que no tengo reportaje gráfico. En cualquier caso, no quiero perder la oportunidad de compartir mi experiencia aquí, especialmente para que todos los BSKeros de Las Palmas, que no pudieron ir, o ni siquiera supieran que se organizaraon talleres, sepan lo que alli se coció, y aprovechemos para contactar y reunirnos en un futuro para, quien sabe, organizar unas Jornadas de Juegos de Mesa.

¿A que se jugó en lel WEEKEND? La idea era introducir a la gente, a todos esos adolescentes disfrazados de 'cosplay', y a los herederos del 'Magic', en el mundo de los juegos de mesa. Así que la cosa se centró en juegos sencillos. Y a ser posible, cortos. Aunque para gente más avezada teníamos el Arkham Horror, Caylus, Puerto Rico, Le Havre... Así que esto es lo que yo pude montar en mi parte del taller:

 - Arkham Horror: Monté el tablero con todas sus fichitas el mismo viernes... y en seguida se unió un grupito de fans de Cthulhu. No pudieron terminar la partida... ¡pero repitieron el día siguiente, el sábado, con más gente!¡Seis jugadores!. Un gran éxito, aunque no finalizaran las partidas. Me da que alguno de ellos se lo va a comprar para disfrutar con la pandilla tranquilamente en casa, con tiempo...  

- SmallWorld: Otro éxito. Dos largas partidas, y los que lo probaron quedaron muy gratamente sorprendidos. ¡Ah... esos 'Esqueletos voladores'!....

- Pylos y Quoridor: Dos 'fillers' de corta duraación que tuvieron la oportunidad de probar mucha gente, con opinión unánime: les gustaron  . En algunos casos les gustaron MUCHO  . Especialmente el Pylos. Muy, muy estratégico. Y cortito. Ideal, ciertamente, para cuando tienes que esperar a que se reuna la gente para empezar la partida principal del día, para 'descansar entre juego y juego, o, simplemente, para un 'pique' a cualquier hora con tu amigo o pareja. Y el Quoridor... ¡unas risas para cuatro!

 - Colonos de Catán: Me sorprendió que los amigos venidos de Tenerife, siendo como eran expertos jugadores, con decenas, si no cientos de juegos y partidas en su haber, no hubieran tenido tiempo de probar hasta ahora el 'catán'. Es un clásico de 1995 que, por su caracter familiar (pueden jugarlo desde niños muy pequeños hasta el abuelete de la casa), y su relativamente corta duración (sobre una hora) habían cometido el error de subestimar, segun me pareció. Acostumbrados a juegos de tipo 'eurogames', más complejos en cuestión de estrategia (Puerto Rico, Agricuola, Alta Tensión...), se llevaron un grata sorpresa. Pero el alto nivel de azar del 'catán' le jugó a uno de ellos una mala pasada: aunque su estrategia era muy buena (convertirse en el mayor exportador de madera) unos dados esquivos le privaron de los ansiados sietes que podrían haber librado sus bosques de una panda de bandidos que no pararon de robarle sus troncos. Aún así, es MUY, MUY entretenido. Junto con otros como el Aventureros al Tren, es una maravillosa alternativa a los 'party games' familiares, como el Pictionary, Tabú... , los clásicos Monopoly, Cluedo... o, como no, aquellos que recuerdo jugar con mi madre de pequeño : el parchís, la oca... .

 - Carcassonne: Otro de los nuevos clásicos de estrategia. Una mecánica muy simple... y mucho pensar. Anque en un principio se perfilaba como uno de los juegos que más se iba a jugar durante el Weekend, al final no tuve demasiado tiempo para mostrarlo. Un par de partidillas, no mas... Una pena.

 - Dominion: Un JUEGAZO. Juego de cartas NO COLECCIONABLES creado el año pasado, ya ha ganado el premio de Juego del Año en multitud de paises. No tuve ni que sacarlo. Ni tampoco enseñar las reglas. Directamente, la gente que sabía que lo iba a traer, me lo pidió, lo montó y jugó. Y a los que quisieron unirse, les enseñaro ellos mismos las reglas. ¡GENIAL!  

 - Exploradores: Juego del Año en España en el 2006. Un 'filler' (juego de corta duración) muy sencillo pero tremendamente adictivo. No tuvo tanto éxito como el Pylos solo porque era un poco más engorroso de montar (necesitaba más sitio), pero las personas que lo probaron (que fueron muchas), quedaron encantadas. Tiene fama de tener mucho éxito en las parejas. Cuando me uní por primera vez a BoardGameGeek y pedí, a través de los foros, consejo sobre que juego corito y para dos personas podía comprarme para echarme unas partidas con mi esposa, éste apareció nombrado el 80% de las veces.

 - Munchkin:Sigue funcionando, a pesar de los añitos. Convecí a un grupito de chavales 'góticos' que lo probaran el sábado... y cuando volvieron al salón al día siguiente me pidieron otra partida. Ese mismo domingo me lo pidieron varias personas, y también echamos un juego multitudinario (¡siete!) a última hora... pero nos apagaron las luces y tuvimos que recoger. ¡Larga vida al Munchlkin!  

 - Caylus: ¡Ah, el Caylus! Una obra maestra del 'eurogame'. Aquí, nuestro amigo de Tenerife se resarció completamente de su desastre en Catán. En este juego, donde el azar es NULO, hizo una demostración de maestría estratégica, y, aún siendo la primera vez que jugaba (como todos en la mesa), nos pasó por encima sin compasión. En el último turno le construyó 'medio castillo' al Rey (¡siete piezas!), por lo menos... ¡Que barbaridad!   . Para mi, la mejor partida que me eché en el Weekend...

 - Puerto Rico: Me lo había dejado en casa el sábado, pero Richard lo trajo y nos echamos una partida. Como siempre, una gozada. Por algo esta en la posición número 2, después del Agrícola. Lo traje el domingo, por si algun jugador experto venía al Weekend y quería probarlo (no es recomendable como juego para iniciarse en este mundillo), pero al final una pareja canaria que conocí a mediodía no pudo pasarse por la tarde, y terminamos jugando al Caylus en duelo entre islas. Como ya os comenté, ganó 'chicharrolandia'   ¡Que mal dejé a los canariones por Dios!

Pero, no solo jugué a mis juegos sino que me invitaron a descubrir algunos nuevos...

- Condottiere: Una muy agradable sorpresa. Condottiere es uno de los MUCHOS juegos sencillos, portables, normalmente de cartas, que te puedes levar en un bolsillo y jugar en cualquier parte. El stand de Forja tenia UNA BARBARIDAD de ellos. Económicos y muy divertidos. En ese caso, se trataba de unificar mediante conquista la Italia del renacimiento. Un juego de cartas muy sencillo en su planteamiento, nada espectacular en su despliegue (un tablerito y un mazo con 8 tipos de cartas distintas), pero todo un ejercicio de estrategia. Me gustó  
 
- Kragmortha: Juego sin pretensiones, pensado única y exclusivamente para echarte unas risas con los amigos. Y lo consigue, si no te avergüenza hacer 'el pato'. Poca o nula estrategia, te pones en el lugar de un goblin que compite con otros para robar páginas de un libro encantado. Si te pillan... te imponen una pena. Yo solo tuve que jugar una partida con las manos cerradas como puños, pero otros tuvieron que jugar con una carta en la cabeza, o teniéndose que levantar de la mesa y gritar tonterías a los cuatro vientos cada dos por tres. Si eres vergonzoso... no lo juegues  .

Al final me quedé con ganas de probar el Kingsburg y al Dungeon Twister que trajo Oscar, pero espero hacerlo este mismísimo miércoles

Pues eso fue todo. Si alguien de los asistentes se anima, ¡que nos cuente cómo se lo pasó!

¡Un saludo!

Les dejo un enlace bastante interesante.

http://www.psicoactiva.com/

Se trata de una página dedicada a la psicología, donde, además de infinidad de recursos para psicologos, dentro de la sección 'Inteligencia', tienen multitud de juegos, pasatiempos y enigmas.

Además, dentro de esa misma sección, encuentras tests de inteligencia, curiosidades, efectos ópticos...

¡Un saludo!