Hay una saga de Tad Williams (Anyoranzas y Pesares) que comienza con "El Trono de Huesos de Dragon". Cuando la lei (alla por el 98) la denominaban la Guerra y Paz de la fantasia. Creo que llamarla asi es algo excesivo, pero a mi me entretuvo.
Hombre por favor... canela fina. Para mí superior a Canción de hielo y fuego. Esto puede sonar a burrada, pero tengo mis motivos. Parrafada-reseña de la saga del Gordo Martin:
Antes que nada decir que la saga, que comencé a leer desde su primera edición, es decir que no vengo de rebote por la serie, siempre me ha parecido un buen producto literario pero sobrevalorada por la enorme e incondicional masa fandom que ha creado. Es una soap opera (novela río que la llaman para que suene más guay) y sin duda es meritoria la habilidad de Martin para definir tantísimos personajes y sus relaciones creando una historia que francamente engancha y con un complejo y coherente transfondo. Es un entretenimiento de calidad, pero a pesar de la tremenda repercusión que están teniendo los libros, me arriesgaré a decir que no pasará a la posteridad y dentro de varias décadas estará casi olvidado. A Martin se le ha ido la historia de las manos y no hace más que alargar la saga añadiendo cada vez más volúmenes (y los que te rondaré...) con múltiples tramas secundarias, personajes imposibles de recordar de un libro a otro y divagaciones que no hacen avanzar la trama principal.
En cualquier caso con los primeros tres libros me lo pasé muy bien, especialmente con el primero, que siempre me ha parecido el más redondo, un arranque muy bueno y una historia centrada en lo importante con giros sorprendentes. El segundo también se centra en lo importante, con personajes bien retratados y sucesos significativos. Ya en el tercer libro comienza a haber ciertos momentos de pesadez, en la primera mitad de Tormenta de espadas el autor divaga y empezamos a vislumbrar al Martin "rellena páginas". El libro se ve compensado por una segunda mitad de ritmo espectacular que inclina la balanza al lado bueno, Tormenta es una buena aportación, pero se empiezan a notar ciertos excesos por parte de Martin.
Hasta llegar al fin de todas las cosas. En Festín de cuervos, Martin definitivamente pone el piloto automático y nos aburre con cientos de páginas que sobran. Así de claro: sobran. Danza de dragones es la otra mitad de este descomunal peñazo megalomaníaco. Sé que hay miles de fans que consideran esta declaración poco menos que una herejía y están dispuestos a justificar cualquier cosa que Martin quiera hacer (excepto tardar mucho en sacar los libros), pero es así, la peor decisión que pudo tomar Martin es no hacer un salto temporal pasando directamente a Winds of Winter y en su lugar meter dos tochacos (Festín y Danza) que suman dos mil páginas, que ha tardado 11 años en escribir y que no aportan apenas nada importante a la historia. ¿Es perdonable tamaña espera para ver cómo se va a pique la gran esperanza blanca de la fantasía heróica? Para mí no.
No ha sabido mantener el pulso de la historia y a causa de su éxito tampoco su editor le ha llamado la atención y le deja hacer a su gusto, es más, por lo que sabemos incluso le alienta a escribir más volúmenes... de modo que escribe libros cada vez más gordos y cada vez menos interesantes. Y por supuesto cada vez con más lentitud, que los años pesan.
Y todavía algunos haciendo una absurda comparación lo colocan por encima de Tolkien... eso sí que es herejía. Martin tuvo su ocasión y la desaprovechó al convertir lo que debería haber sido una tetralogía en una especie de funcionariado literario: una vez obtenida la plaza toda la vida escribiendo sobre lo mismo, como Robert Jordan. ¿Escribirá el último volumen de Canción de Hielo y Fuego Brandon Sanderson?
Fin de la parrafada. Y por eso la obra de Tad Williams me parece superior, porque tiene profundidad sin llegar a ese nivel de divagación, el último volumen le salió inmensamente gordo pero dijo que serían tres libros y fueron tres (cuatro en España).