Hola compañeros.

Con el objetivo de darle un empujoncito a este, a mi parecer, genial juego, aquí os dejo un pequeño tutorial step-by-step de cómo me fabriqué un Mastergoal Barça-Madrid.

En el siguiente link teneis el reglamento completo del juego, explicado en un archivo flash muy bien elaborado y con ejemplos fantásticamente ilustrados y una musiquilla tipo taladro que, a Dios gracias, se puede quitar.

http://mastergoal.com/index.php?option=com_content&task=view&id=12

Inexplicablemente, el juego en cuestión tuvo muy poca repercusión, a pesar de que ha generado gran culto entre sus seguidores. Será porque es un “abstracto”, quién sabe. Nótese el entrecomillado. Y es que me parece poco sensato decir que este juego es abstracto. De hecho, encuentro esa noción muy, pero que muy discutible. En realidad ni siquiera pienso que el ajedrez sea un juego abstracto, pero en fin… Que me voy por las ramas. Eso ya lo discutiremos en otro hilo.


1- MATERIALES

a) Para el diseño del campo, aconsejo las cartulinas coloreadas DIN A4 color verde oscuro con textura, disponibles en casi cualquier paperlería o en tiendas ABACUS mismo.



b) Para un correcto diseño de las casillas, recomiendo papel DIN A4 coloreado, verde clarito, que lo venden en paquetes baratitos de 10 folios.



c) Necesitaremos un folio blanco normal y corriente para las líneas del campo.

d) Para las fichas usé discos de madera de 2 centímetros de diámetro, sacados de un viejo Backgammon inservible. Para el balón puede usarse un token más pequeño.



e) OTROS: Tijeras, pegamento de barra, Airon-fix, cinta adhesiva, cinta aislante negra, rotuladores tipo markers (uno negro y uno rojo) y… Sí, diría que ya está todo.


2- DISEÑANDO EL CAMPO

a) El campo tiene 11 casillas de ancho y 13 de largo. Bueno, en realidad son quince de largo si se cuenta la hilera de cinco que constituye la portería. Tienen unos colores tipo ajedrez, para identificar bien las diagonales. Teniendo en cuenta todo eso, la medida que yo aconsejaría es de 2 centímetros por casilla.

b) Comenzamos tomando una de las cartulinas verdes texturizadas. Eso será una mitad del campo (luego repetiremos la operación para realizar la otra mitad). Por eso tendremos que fijarnos bien en que todo quede centrado, si no, después no cuadrará. Dibujamos las casillas. Tomando bien las medidas. Primero las líneas a lápiz, luego ya iremos a la tinta. Téngase en cuenta que la hilera del centro del campo es una sola casilla, con lo cual hay una hilera de “medias casillas” en la mitad de campo que estamos trabajando (ver foto).



c) Repasaremos las líneas divisorias de las casillas con el marker negro, teniendo en cuenta que la portería tendrá cinco casillas más de profundidad (como en la imagen).



d) Cogemos el papel coloreado verde claro (que forme un fuerte contraste con el verde oscuro) y lo recortamos a tiras de exactamente 1,9 centímetros de ancho. Una vez hecho eso, las recortamos de nuevo a cuadraditos también de 1,9 centímetros (tendremos casillitas de 1,9x1,9). Pensemos que hay exactamente 78 casillas para colorear.

e) Pégalas alternativamente sobre la cuadrícula que antes has dibjuado sobre la cartulina verde. Recomiendo empezar por los córners, ya que así resaltan más los límites del terreno de juego. ¿Que parece una matada? Pues no lo es tanto. Yo tardé sólo diez minutos en pegarlas todas. Eso sí, cuando pegues, procura que las líneas a lápiz (si las hay) queden boca abajo.

f) Repasa con el marker negro aquellas casillas verde claro donde, sin querer, te hayan quedado “huequecitos”.

g) Recorta finas tiras de folio blanco normal para hacerte las líneas del campo (fáciles de medir llegados a este punto. En el campo de la foto todas las líneas son de 3 milímetros. Corta bien recto, ¡que si no se nota mucho! Pégalas con sumo cuidado.

h) Forra la superfície con iron-fix. Que no queden burbujitas, queda fatal!!!

i) Repite todos los pasos para hacer la otra mitad del campo.




3- ENSAMBLANDO EL CAMPO

a) Comprueba que, colocando una mitad frente a otra, las líneas del campo te cuadran bien. Si no es así, siempre lo puedes arreglar haciendo recortes de los trocitos laterales que “sobren”.

b) Coloca las dos mitades una encima de la otra, como si ya las hubieras doblado. Pégalas con cinta aislante negra por esa posición, es la única forma de poder doblar siempre el tablero sin correr el riesgo de cargártelo. Repasa bien con los dedos que la cinta esté bien pegada.



c) Abre el tablero, y en la línea que divide los dos tableros aplica cinta adhesiva. De una sóla tira, ya que nos interesa que no se peciba, o quedará “cutre”.

d) Para darle el toque final, pinta las casillas especiales con un punto negro (marker), y con un punto rojo las casillas donde se ubican los jugadores al empezar la partida.




4- DISEÑANDO LAS FICHAS

Antes que nada, tened bien presente que el portero tiene que tener “algo equivalente” a los brazos. Yo he empleado una barrita de plástico y la he pegado con superglue3 sobre la ficha, pero seguro que hay mejores formas de hacerlo que no se me han ocurrido (con masilla, por ejemplo).

a) Comenzad por darles una capa de imprimación. Yo uso spray citadel blanco, pero se puede hacer con pincel y cualquier otra pintura perfectamente.

b) Cuando la capa esté bien seca, pintad el rayado (o la banda, o lo que querais que lleve la ficha) con regla y rotulador marker negro.



c) Una vez hecho, ya podeis proceder al pintado de las fichas (la pelotita la pinté sólo con el marker, y la hice tipo Oliver y Benji, pero allá cada cual si se quiere hacer una jabulani).

d) Yo me he hecho Barça-Madrid porque son los equipos que me hacía gracia tener, pero cada uno puede hacer los diseños que le gusten, con otros equipos o con cosas que no tienen nada que ver con el fútbol. ¿Por qué no hacer un Ultramarines contra gretchins, por ejemplo? Si los hombres lagarto pueden jugar a fútbol americano, pues también pueden jugar a Mastergoal.

c) El esquema de colores empleado aquí es:
- Barça: Rojo sangre, azul ultramarine, y el lateral de la ficha, amarillo solar.
- Madrid: Mezcla de rojo y azul (predominio: rojo) para la banda morada y oro bruñido para el lateral de la ficha.

¡¡¡EL CLÁSICO ESTÁ LISTO!!!




SUGERENCIAS COMPLEMENTARIAS:

Los manitas o frikis siempre pueden hacer graderías, un marcador, vallas publicitarias, un indicador de los turnos de juego… El límite lo marca la imaginación.

Hola compañeros. Aquí os dejo una pequeña tontería que, al menos en mi casa, ha hecho verdadero furor. Es una variante del juego de Gigamic Quoridor, que en mi casa adoramos.

En general veo que gusta bastante por aquí, pero el comentario que más aparece es que una vez que lo has jugado bastante se vuelve monótono. Pues bien, probad a meterle este elemento de azar y vereis que el juego cambia lo suyo...
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Reglas del Random Quoridor:

Se juega con un dado 1d3 (el dado normal de toda la vida, que sólo tiene impresos dos unos, dos doses y dos treses). Si no se tiene, es tan simple como usar la equivalencia siguiente: 1 o 2 = 1; 3 o 4 = 2; 5 o 6 = 3. Cada jugador, en su turno, lanza el dado y actúa según lo siguiente:
· Por cada punto obtenido en el dado, el jugador puede hacer un movimiento (=1 casilla adyacente, sin diagonales).
· Por cada dos puntos obtenidos en el dado el jugador puede colocar una barrera.
Así, con un 1 el jugador no tiene otra opción que mover una casilla. Con un 2, podrá colocar una barrera o bien mover dos casillas, y con 3 podrá mover tres casillas, o bien colocar una barrera y mover una casilla.
· El saltar por encima del peón adversario cuenta como un sólo movimiento (según reglamento)
· Si se da la circunstancia que los jugadores gastan todas sus barreras, el juego se termina inmediatamente, y se cuenta el número de casillas que tiene el camino más corto hasta la meta para cada jugador. Aquel que tenga menos casillas hasta la línea del contrario gana. Si ambos cuentan el mismo número de casillas, ganará aquel que hubiera empezado el juego moviendo en segundo lugar.
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Innovaciones que eso aporta al juego? La de asumir riesgos. Cuando el contrario ha logrado aproximarse a falta de tres cuadros, sabes que puedes perder la partida en el siguiente turno si no colocas barrera. Esta variante te obliga a ser más previsor, a trazar el laberinto con más claridad y a aprovechar mejor tus oportuniades. Es imposible jugar con una estrategia fija, pero curiosamente, y contra lo que podáis estar pensando, el azar manda menos de lo que parece.

Matiz: La última regla se pensó para evitar que el juego se convirtiera en un simple roll-and-move en la fase final (en el resto de la partida veréis que no es así), y para que cada decisión sea muy reflexionada.

Si alguien prueba, ya me dirá...

En Andorra tenemos un grupito al que le encanta hacer partidas de Risk clásico (concretamente edición de Parker, 1997). En las partidas siempre somos entre 4 y 6 jugadores, y a base de partidas, nos hemos dado cuenta de que hay un factor que es excesivamente determinante: el primer jugador.

Por nuestra experiencia, esto decanta en exceso la partida. No tanto por el primero mismo, si no por el pobre al que le toca ser último. Siempre llega muy debilitado a la fase de refuerzos, cosa que le da una clara desventaja sobre los demás. Como contrapartida, el primer jugador tiene siempre una cantidad de refuerzos enorme por sus primeros territorios (y puede que continentes), con unos adversarios ya muy debilitados (especialmente si juegan más de 3. Puede que el último no llegue ni a jugar antes de ser exterminado).

Se nos han ocurrido varias fórmulas para intentar solucionar esta pequeña laguna (orden de intervenciones aleatorio en cada turno, por ejemplo, pero era lento y tedioso). Aunque no hay nada perfecto, nos hemos decidido por introducir este par de reglas caseras:

1- Durante el primer turno los jugadores sólo disponen de fase de refuerzos y de movimiento (no se podrá atacar). Una especie de pacto de no agresión.
2- Durante el segundo turno, los jugadores deberán elegir entre, o bien tener refuerzos, o bien atacar, pero no podrán ejecutar ambas cosas (la fase de movimiento se mantiene con normalidad).

Con ese par de pequeños cambios, nos parece que el juego está mucho más equilibrado. Por nuestra experiencia, los jugadores definen mejor sus estrategias y el hecho de que actúen últimos en el turno no influye tanto en el desarrollo del juego.

Quisiera conocer alguna opinión más al respecto. Gracias por anticipado.
 

Hola jugones. Abro este hilo justo para provocar una reflexión suscitada en este otro:
http://www.labsk.net/index.php?topic=63894.10

El caso es que le he dado algunas vueltas, y el tema no me parece nada banal.
¿Véis necesario ir contando cuántos PV lleva acumulados cada jugador durante la partida de Dominion? El reglamento no especifica que no se pueda, pero tampoco dice todo lo contrario.

Me parece que la partida tiene matices estratégicos muy importantes. No es en absoluto lo mismo que haya un "marcador" que puedes consultar constantemente y que indica cómo va la partida, que tener que confiar en tus percepciones y en la memoria (que tiene que ser relamente prodigiosa cuando hay maldiciones, duques, jardines y demás virguerías). ¿Es mejor dejar la "incógnita" hasta el final o debe llevarse la cuenta de los PV durante la partida?

He probado a jugar con ambos matices y no sé realmente cuál se ajusta mejor a la naturaleza del juego. Me gustaría conocer vuestra opinión. Gracias por anticipado.