Para mi la gracia del juego está en jugarlo con cuanta más gente mejor. Como se ha dicho, la combinación de los bloqueos con intentar sacar el mayor partido a las franjas de meteorología favorable y a las cartas disponibles en ese momento es lo que hace divertidas las partidas, y ahí no veo que haya un problema de rejugabilidad. Además, el orden de turno puede tener en algunos momentos una importancia muy determinante cuando hay muchos jugadores.
En solitario también me parece un buen juego, pero después de jugar unas cuantas partidas hay que dejarlo un tiempo en reposo. Como el objetivo es subir a los 2 escaladores lo más alto posible y nadie te va a bloquear ni molestar, al final se trata de usar las cartas de la forma más eficiente posible y de minimizar el efecto de los puntos de riesgo. Aunque varies la meteorología y el mapa, cuando has subido y bajado varias veces ya sabes como has de hacerlo para intentar obtener el mayor éxito con el menor riesgo posible. Esto no quiere decir que no haya partidas en las que llegues más arriba que en otras, pero normalmente el hecho de llegar más arriba o no depende de los cálculos que hayas hecho para optimizar la combinación de cartas, secuencia meteorológica y fichas de riesgo que vayan saliendo, ya que nadie te va a molestar.