Nos va muy bien, el trabajo a tope, la ciudad es muy fácil, hay un grupo de jugones que aunque no se juntan con mucha frecuencia se saben todo y tienen muchas ganas, son cariñosos y me han acogido como uno más. La afición a los juegos de mesa es muy grande, pero mucho menor a la española debido a que es difícil y caro importar juegos y hay menos público, pero cada día veo más grupos e iniciativas para potenciar la afición, digamos que como en España hace 8 años, y mi pronóstico es que va a crecer de forma exponencial.