Wilderness se auto presenta como un juego de supervivencia. ¡Y no miente, el muy bellaco!
Los jugadores han sido víctimas de un asalto y tras ser apalizados y desposeídos de sus pertenencias se enfrentan a una larga y solitaria travesía, cruzando todo tipo de terrenos y enfrentándose a los peligros de la naturaleza, para intentar llegar a un lugar civilizado en el otro extremo del tablero. Solo el más preparado, el que mejor calcule su ruta, aquel que dosifique sus esfuerzos y cuente con algo de fortuna sobrevivirá y/o llegará vivo a su destino y ganará la partida.
El tablero está formado por un número variable (en función de la duración de la partida, cuatro para una corta, seis para una normal, ocho para una épica) de losetas triangulares, cada una de ellas compuesta de 21 hexágonos con diferentes áreas de terreno (cada hexágono representa unos 36 km2 y los hay de pradera, bosque, desierto, montaña, terreno rocoso y pantano, además de ríos y lagos), que se colocan al azar boca abajo y se van revelando a medida que los infortunados exploradores llegan a ellas. Además del tipo de terreno, habrá que tener en cuenta la posibilidad de algún que otro encuentro con la fauna local así como las inclemencias meteorológicas que nos depare el día.
Cada jugador dispone de una ficha de madera que lo representa en el tablero (muy apropiadamente esculpida con forma de lápida, muy útil si se produce su repentino óbito a lo largo del camino para señalar convenientemente el lugar del deceso
) y un tablero personal donde se llevará la cuenta y se gestionará (¡una de las claves del juego!) el hambre, la sed y la fatiga de nuestro desdichado personaje. Y sí, aunque claramente no estamos ante un euro, tiene su parte importante de gestión de recursos. Extraños y para nada habituales, eso sí, pero gestión al fin y al cabo.
Al principio del turno se empezará con un determinado nivel de energía que permitirá al aventurero llevar a cabo diferentes acciones, tales como moverse (costando más o menos energía en función del terreno al que acceda, p. ejemplo entrar en una zona de pradera, de rocas, un pantano o un desierto cuesta 2 de energía, mientras que para adentrarse en un tupido bosque o escalar una escarpada montaña hará falta gastar 3 de energía), buscar comida (solo en praderas, bosques y pantanos, empleando 4 de energía. Se tiran dos dados y se desplaza hacia la izquierda la ficha en el indicador de hambre tantas casillas como indique el resultado. Pero cabe la posibilidad de perderse, si alguno de los dados indica un 1, mientras se busca comida y entonces el turno termina inmediatamente y el hambriento aventurero seguirá estándolo y además se puede ver desplazado una casilla aleatoriamente), descansar (gastando 2 de energía se desplaza la ficha indicadora de fatiga una casilla hacia la izquierda) o dormir (gastando toda la energía se desplaza la ficha indicadora de fatiga cuatro casillas hacia la izquierda. En el fondo, el juego es una carrera por llegar al poblado, así que mejor reservarlo para la noche, donde, además de que debido a la oscuridad no se puede buscar comida, también es más fácil perderse, aunque a veces no queda otra que “perder” unas horas durmiendo so pena de pagar el sobreesfuerzo).
En general, y al lo largo de todo el juego,
mover fichitas en los tablero personales hacia la derecha = ¡chungo, mal rollo!
moverlas hacia la izquierda = ¡genial, buen rollo!
Beber no gasta energía y se puede hacer mientras se mueve o se realiza otra acción (¡y es fundamental!) siempre que se esté adyacente a un río (que por cierto precisan de +2 de energía para cruzarlos) o a un lago (intransitable a menos que se cuente con una balsa).
Una vez todos los jugadores han llevado a cabo su turno, es el momento de que actué la madre naturaleza. Durante el turno de la misma, los marcadores de hambre y sed se desplazan a la derecha una casilla. A continuación, se procede de idéntica manera con el la fatiga, o sea, una casilla a la derecha... ¡+ el número de casillas que indique los niveles actuales de hambre y sed!
Si, amiguitos, en este juego no se muere de hambre ni de sed, pero tanto la una como la otra, o la unión de ambas, puede llevarnos a un grado tal de extenuación que acabe con nosotros. Si en algún momento la ficha llega a la calavera del extremo derecho de la fatiga, el juego se acabó para el desdichado de turno. RIP. DEP. Finito. Game over.
A continuación, los animales se mueven. Si no teníamos ya bastante con nuestra propias tribulaciones, además las mentes malévolas que diseñaron el juego añadieron hasta cuatro animales salvajes (serpiente, oso y una pareja de lobos), que pueden aparecer en alguna de las losetas reveladas y que se moverán ahora una casilla. Aleatoriamente en caso de que no haya nadie por los andurriales, pero en el caso de que haya un explorador en su casilla o una adyacente, lo atacarán.
Veamos... oso poderoso contra mindundi semidesnudo. Mencionemos, básicamente para ponernos en situación,que el oso tira dos dados y el acongojado humano uno. La diferencia es... (muy bien lo has adivinado, vas cogiéndole el tranquillo al juego
) el número de casillas hacia la derecha que se desplazará la ficha de fatiga, lo que puede ser sencillamente devastador. Si por contra el poderoso survivalista saca más que el apacible osobuco Yogui, se lo zampa, sacia su hambre totalmente, y aquí paz y después gloria.
A todo esto, cada día de 24 horas viene representado por una carta de tiempo, que indica tanto el atmosférico (con la posibilidad de que haya determinadas circunstancias meteorológicas que nos afecten para bien o para mal, como por ejemplo, que unos relámpagos nos impidan dormir, que cierta espesa niebla haga que sea más fácil perderse, etc.), como el cronológico (cada carta está dividida en seis casillas, representando cada una cuatro horas del día, un turno del juego), así como el número de cartas que reciben los jugadores ese día.
¿He oído cartas?
Pues sí, por si todo lo expuesto no fuera suficiente, los jugadores empiezan en juego con tres cartas y cada turno reciben alguna más (también pueden perderlas). Cada una está dividida en dos partes, la superior, beneficiosa para el jugador (una lanza o un refugio para mejor enfrentarse a los animales, comida extra, imposibilidad de perderse ese turno, etc.)
y la inferior, que perjudica a algún otro jugador (ataques sorpresa o aumentado de los animales, imposibilidad de beber ese turno, etc.)
Y aquí tenemos otro factor añadido del juego...¿uso la carta para mitigar mi hambre/sed/fatiga o le endilgo una diarrea a Zutanito que le impide moverse este turno?, ¿busco mi bienestar o beneficio propio u opto por el mal ajeno?, ¿Jedi o Sith?, la eterna cuestión.
Si por lo que fuera el juego todavía te parece una inocente merienda campestre, añadamos que por entrar de día en un área de desierto la sed aumenta una casilla, al entrar en un área pantanosa hay que sufrir inmediatamente una carta de enfermedad (que básicamente se dividen en malas y muy malas), que la tribu que hace un turno te estaba ayudando te puede atacar en éste, que tus compañeros harán lo que esté en sus manos para acelerar tu desaparición del mapa, etc.
Bueno, ¿qué, se nota que me ha gustado el jueguito?
Y es que no te puedes quejar, tiene un poquito de todo en su justa medida... gestión de recursos, forzar la suerte, gestión de riesgo, dados, cartas, terreno modular, tema, … ¿Que más se puede pedir? Hombre, puesto a pedir... una fichillas un poco más decentes (microscópicas
), unos tablero personales más gruesos (cartulina), y seguro que a tí se te ocurre algo más, pero no deja de ser quejarse de vicio, todos esos aspectos son manifiestamente mejorables pero perfectamente funcionales.
No está exento de (posibles) problemas, … mucho azar (mecánicamente muy bien engarzado y temáticamente impecable, pero, la verdad es que si te gusta controlarlo todo, si te picas fácilmente,... te has equivocado de juego, éste no es el tuyo), puede haber un acusado
kingmaking, aunque lo normal es que el juego se auto equilibre perfectamente con un “todos a por el líder” salvaje, pero, chico, la supervivencia es lo que tiene, si la vida no es justa, porque va a serlo sobrevivir en la naturaleza.
Pero como digo, son menudencias, para nada definitivas. Prefiero centrarme y destacar lo positivo.
Un juego muy, muy temático. Muy variable y rejugable
per se (tablero modular, cartas, dados. La sensación que transmite el juego cambia mucho según el grupo... grupo buen rollo =
multiplayer solitario, cada uno a lo suyo, que gane el mejor/más afortunado. Incluso se puede jugar [
home rule] sin efectos negativos en las cartas. El otro grupo = cuchillo entre los dientes, a deguëllo desde el principio, “si no llego yo no llega nadie” [conviene recordar que se puede ganar sin llegar al poblado, siendo el único superviviente]. Entre medias, amplio abanico). Fácil de explicar y entender y muy intuitivo a la hora de jugarlo. En definitiva, una experiencia muy entretenida y divertida, que es para lo que suelo jugar.
[Todas las imágenes sacadas de BGG]Tanto la traducción como el remedo de reseña han sido un encargo de
Juégame store.
[Obviamente, cualquier error, fallo u omisión es exclusivamente culpa mía ]En
Juégame store (
www.juegamestore.es) podrás encontrar este juego y otros mucho más, a un precio imbatible, además contar con la atención, el servicio y el trato (todo ello marca de la casa desde sus inicios
, del bueno de Israel. Pásate por allí y echa un vistazo, que seguro que no te arrepientes.
Ficha en BGGhttp://www.boardgamegeek.com/boardgame/108637/wildernessPágina web oficialhttp://www.fryxgames.se/?page_id=17Reglamento original en ingléshttp://www.fryxgames.se/English_rulebook.pdfReglamento en españolhttp://www.boardgamegeek.com/filepage/86681/reglas-en-espanol-rules-in-spanish¡Un saludo y a disfrutarlo con salud en buena compañía!
Inicio
Foro
Ezine
Ingresar
Registrarse
Webchat
Ayuda