Perfecto. A eso es a lo que quería llegar. Dejar siempre un punto de actividad, aunque se pierda al final del turno, por el si acaso tal y como dije anteriormente. Independientemente de la línea de frente, retaguardia, suministros y demás. Luego, eso evita avanzar con un ejército unificado sin retaguardia ? Ya qué sí te quedan puntos de actividad, siempre puedes salir del cerco...
... Es decir, traspasándolo a un caso histórico, una veces lucharías y otras no ? En el caso que se nos dio, creo recordar que fue en la misma activación, sólo que al ser el segundo jugador en mover , realizo el cerco, tras la batalla, pero vamos eso mismo lo traslado a cualquier partida que es lo que de verdad me preocupa o interesa. Nota : no quiero que se me convenza de nada, sólo ver si esa regla , tras lo comentado aquí, sería muy histórica, y creo que esa era el motivo de abrir este hilo.Un saludo
El caso de Mack en Ulm es digno de estudiar. Este librolo explica muy bien, aunque por otro lado el libro sea lamentable en otros aspectos...
Un poco off topic pero.... que otros aspectos lo hacen lamentable?Un saludo.
Con todo indicar que el juego me parece muy bueno, como creo que no he dejado de comentar aunque esa regla me choque. E insisto, asumimos desde el principio que sí pone eso las reglas serán porque es así, dando por echo que el juego está más que testado de sobra, faltaría más. Sólo he intentado me dieseis una explicación histórica , si la hay para una mortandad o rendición tan radical.Un saludo
A mí no me disgusta la regla. Aunque sí es cierto que mientras tengan activación suficiente pueden atacar con todo lo gordo y sólo cuando les quede poca activación tendrán que preocuparse de guardar su retaguardia.
Exacto, esa es la conclusión que yo saco. Sólo preocuparte de tu zona adyacente, que no de tus lineas mas lejanas,
De todas maneras no entiendo lo de las líneas más lejanas. En esta época -por mucho que diga algún que otro libro o diseñador de wargames- no existen "líneas de suministros". Eso es propio de la guerra industrial en el que la munición, y sobre todo el combustible y las piezas de repuesto, no se pueden fabricar "in situ". Un ejército de la época napoleónica solía llevar con él cuanto necesitaba y la mayoría de lo que necesitaba para comer -cuando comía, el hambre es el recuerdo más extendido en las memorias de todas las épocas- lo iba encontrado por el camino. Por ejemplo hierba para los caballos.Pero no quiero plantear aquí la cuestión de los suministros, sino pedirte aclaración por esa extrañeza ante no tener que preocuparse por "líneas más lejanas".
Espero que lo disfrutes más y lo juegues mucho. Valdemaras además lo agradecerá, que ya no puede quedar con el grupo que hemos formado para jugar por VASSAL...Gracias, de todos modos por los parabienes. Pregunta cuanto tengas que preguntar y yo explicaré cuanto pueda explicar. De veras.
Si puedes échale un vistazo a: John Leckey Morgan The Army of Catalonia; organization, operations and logistics, 1807-1814; es una tesis doctoral del año 94, que hace un extraordinario análisis de la logística del ejército francés en Cataluña durante la guerra de independencia; si puedes, pídela por préstamo interbibliotecario; está en la Biblioteca Nacional de Madrid).
Comparto toda tu argumentación, hasta este punto. Ciertamente, la idea de las líneas de suministros en la época napoleónica eran diferentes a las que luego veremos en la época posterior. Sin embargo, eso no implica que no existieran. Tal vez el concepto sería más bien el de línea de comunicaciones, pero a efectos prácticos -de diseño de juego- las consecuencias serían las mismas. Basta con comprobar la importancia vital que concedían los comandantes de la época a mantener las líneas de comunicaciones abiertas. Es cierto que no necesitaban gasolina, pero sí forraje -que no se obtenía in situ, siempre; pólvora, que tampoco se podía producir en cantidades suficientes en el propio ejército; balas para la artillería; granadas para los obuses; bastidores de las piezas; furnituras para las monturas; remontas; reemplazos; etcétera. Cuando estuve investigando para mi tesis acerca de la guerrilla española en la guerra de independencia encontré centenares -literalmente- de documentos relativos a las dificultades logísticas de los ejércitos en campaña... mi idea acerca del significado de la línea de comunicaciones cambió radicalmente a raíz de esa experiencia.
Gracias la pediré. Será interesante, seguro.NO sé si has leido el libro de Martin Van Creveld: "Supplying war".
En fin, que sí, que es cierto que un ejército de la época no era tan dependiente de una línea de comunicaciones abierta como podía serlo uno de la Primera Guerra Mundial, pero de ahí a ignorarla totalmente media un abismo.
Algunas de sus ideas son muy discutibles, como su teoría de que los ejércitos anteriores a la Segunda Revolución Industrial, limitaban su suministro a una especie de "saqueo organizado". La realidad es que esa hipótesis no se prueba con las fuentes, sino justo la contraria (ver Hall Weapons and Warfare in Renaissance Europe o Parrot Richelieu's Army o Lynn The Army of Louis XIV), más aún en la época napoleónica.
En España, que es el caso que mejor conozco, los jefes de los ejércitos mostraban en su correspondencia una auténtica obsesión con sus líneas de comunicaciones. Cuando después del primer asalto en La Albuera, Soult estuvo valorando la posibilidad de continuar su ataque el 17 de mayo bastó que le llegara un mensajero con la noticia de que Ballesteros estaba avanzando hacia Sevilla para que el temor a perder sus comunicaciones, le hiciera emprender una rápida retirada (luego se demostró que el peligro no era tan grave, pero aún así...). Las operaciones de Wellington no se pueden entender sin su obsesión por la seguridad de su línea de comunicaciones con Lisboa, o lo que es lo mismo, con Gran Bretaña. Otro caso típico es la campaña de Suchet contra Tarragona, en 1811: dejó a más de la mitad de sus efectivos disponibles cubriendo su ruta de comunicaciones que a través de Aragón y por Jaca llegaba a Francia (ver Alexander, Don W Rod of Iron); tanto es así que Napoleón tuvo que ordenar al ejército de Cataluña que cediera a Suchet dos divisiones adicionales de italianos, porque en caso de no hacerlo temía que el futuro duque de la Albufera careciese de las fuerzas necesarias para cumplir su misión.