Como casi todos sabreis, dentro de la colección de libros sobre juegos han salido hace relativamente poco tres títulos, uno de los cuales es "Un montón de juegos" de Sid Sackson, que gracias a su fama y las ganas de mucha gente por tenerlo ha "fagocitado" los otros dos títulos (es un decir). Como del libro de Sid Sackson ya se ha hablado, se me pasó por la cabeza hablar un poco del de Sam Loyd, una recopilación de acertijos de este señor, que según parece se hizo muy famoso porque inventó literalmente miles de ellos. De hecho, sin más que poner en el buscador de esta página Loyd, encontrareis enlaces para descargaros un libro con 5000 acertijos. Suficientes para rellenar algunos huecos de tiempo libre...
Si no necesitais 5000, y os apetece descubrir un poco qué tipo de cosas hacía este hombre, disponeis de la más breve compilación que ha editado RBA, y que se titula "Los acertijos de Sam Loyd".
El libro no engaña a nadie. Es un libro de acertijos. Si no te gustan, ni lo intentes, te vas a aburrir, luego no te quejes. La edición del libro es en rústica, de bolsillo, sin grandes alardes, pero funcional. Las ilustraciones son de la época, y a mi me resultan muy atractivas, porque le dan un toque antiguo muy bonito. ¿Y los acertijos?
Bien, en la recopilación vienen un buen montón de ellos, y los podemos dividir en algunas categorías. La mayor parte de ellos son matemáticos, de cálculo. Repartos enrevesados, cálculos de tiempos y distancias, y cosas así. Van desde lo sencillo, hasta algunos que son un poquito más puntillosos. En cualquier caso, el cálculo en sí no es normalmente el problema, sino plantear adecuadamente la situación a partir del enunciado. Es decir, la mayoría de estos acertijos matemáticos se resuelven con un par de ecuaciones o tres, muy sencillitas de resolver, pero que hay que plantear bien. Supongo que la facilidad o dificultad de resolver estos va un poco con el manejo que cada cual tenga de este tipo de situaciones. A mi personalmente me han parecido en general "no demasiado difíciles", salvo tres o cuatro que sí me han dado que pensar. Pero algo me dice que algo de deformación profesional llevo
(he hecho muchas cuentas en mi vida por cuestiones de estudios y profesión), y que alguien no tan acostumbrado a calcular y plantear problemas de calculo puede sufrir un poquito más
... lo que, dicho sea de paso, no le quita ningún mérito. De hecho, no hace más que alargar la diversión, ¿no?
También encontramos problemas geométricos, aunque son bastantes menos. Estos a mi me parecen TERRIBLEMENTE difíciles. Mover palitos o círculos de su sitio, o encontrar las mejores rutas para que un cerdo pase por algún sitio... endemoniados. Por supuesto, es una nueva apreciación personal, y supongo que a más de uno y más de dos, le parecerán incluso evidentes en según que casos. Creo que he resuelto muy pocos de estos
Hay uno de tres casitas y tres puertas, en el que hay que conectar cada casa con una puerta determinada que me tocó bastante las narices. Tras un buen rato, me autoconvencí de que había algún error
(mera ilusión claro, yo sabía dentro de mí mismo que no lo había), hasta que al mirar las benditas soluciones vi que, efectivamente, era cuestión de pensar diferente...
Dentro de los geométricos, hay unos especialmente terroríficos (después del primero, los siguientes ni los leía), que consisten en hacer un corte sobre una figura para obtener dos iguales, o para que encajen formando un huevo o algo así. Terroríficos.
También encontramos algunos acertijos lingüisticos, como encontrar palabras escondidas en frases (nombres de ciudades o países), o encontrar semejanzas entre elementos. Tampoco son muchos de este tipo. Encontrar las palabras dentro de frases no tiene mucho misterio, es cuestión de ir letra por letra hasta que veamos que esa y las siguientes forman una ciudad, país o lo que se pida. Claro, hay que conocer el país... (hay un caso de un sitio totalmente desconocido para mi... ¡cachis, no recuerdo el nombre). Aquí se nota la mano del traductor, porque no creo que Sam Loyd hiciera muchos acertijos que incluyeran "Málaga" o "Sevilla" en sus frases
El libro incluye, para algunos de los acertijos, ayudas. Y por supuesto, al final, tenemos las soluciones. Es curioso comprobar como en ocasiones la lógica de la ayuda es diferente (aunque lógicamente equivalente) a la que hemos seguido nosotros. Yo, en ocasiones, sencillamente no entendía la ayuda
En definitiva, creo que una interesante introducción al tema de los acertijos, que dará para unos cuantos ratos de diversión.
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