logo

Etiquetas:

Autor Tema:  (Leído 935 veces)

Xerof

  • Veterano
  • *****
  • Mensajes: 803
  • Ubicación: Asturias
  • Romper y no doblar
  • Distinciones Antigüedad (más de 8 años en el foro)
    • Ver Perfil
    • Distinciones
Análisis/Parálisis y PBEM
« en: 19 de Noviembre de 2014, 18:20:06 »
Todos hemos sufrido en mayor o menor medida el problema del A/P. Recuerdo en otra vida a mi contrincante habitual quedarse mirando el tablero horas y horas buscando algún error tras haber acabado su movimiento. Y si le decías ¿has acabado? entonces sí que la habías cagado. Te miraba con suspicacia y buscaba detenidamente el error inexistente que, sin duda, pretendías que le pasase desapercibido.

Los juegos clásicos se prestaban especialmente a este tipo de comportamiento. En una Campaña Rusa movías y veías que el ataque era de 27/7. Insuficiente. A ver de dónde podías sacar el punto necesario para el 4/1. No sé si con los móviles con cámara se habrá agudizado el problema: con un par de fotos puedes repetir el "espera, empiezo mi movimiento desde el principio" ad nauseam. Siempre se puede establecer que ficha movida se queda movida, claro, pero esto puede ser incluso peor si el analista/paralista tiene que hacer de cabeza el movimiento completo antes de empezar a mover ficha.

Bueno, hasta aquí el preámbulo. Lo que pretendía expresar en este post es lo gratificante que puede resultar para este tipo de personas el jugar por correo, vía Vassal o Cyberboard. No me refiero a jugar on line, sino a sentarte en solitario, mirar horas y horas la pantalla y, cuando estés al fin satisfecho, mandarlo a tu contrincante que, en vez de pasar esas horas mirándote hastiado, las habrá dedicado a algún menester más entretenido. Yo no juego más que por correo, con tiempo suficiente para hacer los movimientos, mirarlos y remirarlos. Y si alguno se me atasca consultarlo con la almohada.

Yo antes no era así, cuando jugaba en vivo. El caso es que ahora se me acerca mi primera partida cara a cara tras muchos años y tengo miedo de no saber jugar como Dios manda. Supongo que se trata de no ser demasiado exigente con uno mismo y esperar que los errores que cometes por la precipitación natural queden compensados con los errores del contrario por el mismo motivo. Y disfrutar del contacto humano, más que del ejercicio mental que conlleva cada juego. En fin, que espero no haberme convertido en un monstruo.

Pero repito. Si conocéis a alguien que tarda el triple que los demás en acabar cada movimiento recomendadle el Cyberboard y ponedlo en contacto con otros aficionados. Probablemente le haréis feliz y de paso haréis felices a los que acostumbraban a jugar con esa persona.
Ve y dile a tu rey que lo mismo le haré si a lo mismo se atreve