Partida a Homeland a 5 jugadores.
Al salir de la Academia todo parecía muy fácil. Los buenos éramos nosotros y los malos…eran los malos. Sin embargo al empezar a trabajar en Langley, los agentes Carlos, Pascal, George, David y James vimos que no todos los agentes de la CIA éramos iguales.
Después de las instrucciones iniciales (era nuestra primera experiencia en misiones de campo), nos dieron a escoger entre diferentes crisis para luchar por nuestro país. Y es aquí donde vimos que nuestros objetivos y ambiciones eran diferentes.
Todos escogimos nuestras misiones principales, y las reforzamos con nuestros recursos, ayudando (o al menos diciendo que lo hacíamos) a las de nuestros compañeros. Sin embargo vimos con horror que algunas de nuestras misiones estaban siendo saboteadas DESDE DENTRO.
Teníamos un traidor entre nosotros. No sólo teníamos que salvar las crisis (que se multiplicaban por momentos) sino que debíamos localizar al traidor infiltrado, e intentar ser mejor agente que nadie.
George gestionaba las crisis con mucha sangre fría, apoyando y dando explicaciones cuando convenía, antes no. Estaba claro que miraba por su incipiente carrera política, apoyando a quien le convenía en cada momento, aunque entonces no lo vimos.
Pascal controló una estación de Drones casi desde el principio, y sugería (¿o debo decir amenazaba?) con bombardear los conflictos que habíamos apoyado para eliminar dudas… cuando atacó con drones la primera crisis, la tensión ya se había disparado.
¿De quién fiarse? Carlos y yo, agentes del gobierno por principio apoyamos lo que pudimos y tomamos la costumbre de infiltrar agentes en las misiones para analizar su impacto, pero las pistas no se convirtieron en pruebas.
¿Y David? Alejó las sospechas con una sonrisa y el nerviosismo general le ayudó. Nos traicionó.
En menos de una hora estallaron tantas crisis que tuvimos que dejar en segundo plano la búsqueda del traidor. Ni el propio sargento Brody ni los drones, ni la infiltración de agentes, ni los refuerzos conseguidos por todos pudieron sofocar todos los conflictos y el terrorismo estalló globalmente, aunque eso sí, nos fue de poco conseguir la victoria. El traidor hizo su trabajo, de acuerdo, pero Carlos ya lo tenía identificado, nos faltó tiempo para demostrarlo.
Y es que en la CIA, no todos somos de los buenos.
Bona partida companys!
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