Pues nada, que espoleado por el
divertido AAR que Arracataflán hizo hace unos días y por su estupendo artículo en el último número de Ludo, no me resisto a relataros la partida que hemos jugado esta noche Nachet y un servidor al Escenario 18 del Combat Commander: Mediterranean.
Por un lado estaba yo con ocho squads de tropas regulares alemanas y dos líderes, con el apoyo de un panzer situado fuera del tablero. Por el otro Nachet con sus yugoslavos, repartidos en once squads, dos teams y dos líderes dispuestos a defender a toda costa el puente sobre el enorme río que cruza el mapa del escenario en diagonal.
La refriega se inició con un primer grupo de mis muchachos avanzando bastante rápido en dirección al puente, aprovechando la cobertura que les proporcionaban las sucesivas andanadas de mi panzer que rompían continuamente al stack enemigo compuesto de squad, team, líder y ametralladora pesada que guardaba el puente desde el otro extremo del río.
Pero justo cuando llegué hasta las cercanías del mismo me encontré con que los malditos balcánicos habían fortificado su posición de la otra orilla con un pillbox en el objetivo 5. Y poco después, los guerrilleros de Tito consiguieron silenciar a mi panzer para el resto de la partida gracias a dos órdenes de Artillery Denied.
A partir de ese momento se produjo un continuo intercambio de disparos desde ambos lados del puente, mientras mis teutones esperaban con impaciencia una acción de granadas de humo que les permitiera la cobertura necesaria para lanzarse a la carretera que daba acceso al puente y que estaba cubierta por un nutrido grupo de enemigos guarecidos en un bosque colindante.
Cuando finamente consiguieron el humo la cobertura proporcionada no era precisamente para echar cohetes (primero un 1, luego un 5), pero a esas alturas el tiempo ya corría en mi contra y tuve que lanzar a todo el primer grupo a la desesperada a intentar cruzar el puente, no sin antes haber conseguido eliminar con varias ráfagas de mis ametralladoras ligeras a la última unidad yugoslava de las que originalmente habían ocupado el pillbox.
Lo cierto que mi intentona acabó convirtiéndoes en una debacle absoluta en la que perdí dos squads y un líder. Pero mi último squad del primer grupo comandado por Dietel (el héroe alemán que había llegado unos turnos antes a la batalla directamente desde Berlín) consiguió desembarazarse a su vez de varios teams yugoslavos que bloqueaban su camino y alcanzó milagrosamente el refugio del pillbox al otro lado del puente.
A partir de ahí empezaron a sucederse ataques y contraataques con la Muerte Súbita ya encima nuestra. Por un lado con los yugoslavos cercando la fortificación ocupada ahora por los alemanes, y por el otro éstos aguantando el chaparrón como podían e intentando a su vez agasajar con un poco de "amor alemán" al enemigo.
Finalmente conseguí enganchar dos veces una orden de Fire con una acción de Sustained Fire y a la segunda intentona rompí a las tres unidades enemigas en uno de los extremos del puente, para acto seguido jugar un Rout y finiquitar a un team y un líder que fueron directamente de cabeza al río.
A esas alturas ya habíamos superado tres tiradas de Muerte Súbita sin que la partida acabase y el marcador indicaba una ligera ventaja alemana. Pero entonces Nachet se sacó un Advance de la manga y cargó con todo lo que tenía (dos squads, un team y un líder) sobre el ya mundialmente famoso pillbox del objetivo 5 en el que mi héroe y un squad seguían resistiendo.
Su ventaja en el cuerpo a cuerpo era brutal. Pero en ese momento la incomparable profesionalidad de la Wehrmatch salió a relucir una vez más y con un prodigioso 12 en los dados acompañado del preceptivo chequeo de Muerte Súbita, la partida quedó sentenciada con una ajustadísima victoria de la muchachada germánica.
Lo cierto es que con ese magnífica tirada de dados incluso era factible haber ganado la melée aunque la partida no hubiera terminado. Pero hay que reconocer que llegó en el momento más preciso y precioso. Aunque cierto es que a lo largo de la partida Nachet había conseguido encadenar tres o cuatro eventos de Time! seguidos que le habían puesto la partida muy de cara a él.
Vamos, que al final de la partida la suerte de ambos con los dados quedó muy compensada, e igual que yo gané
in extremis Nachet también se podría haber llevado el gato al agua si hubiera conseguido reagrupar a sus fuerzas a ambos lados del puente con un poquito más de rapidez.
Como siempre, diversión y emoción a raudales ante las continuas idas y venidas de la contienda gracias a los sucesivos ajustes de nuestras respectivas estrategias.
Y, eso sí, a pesar de habernos liado a tortas en el puente, al final todos tan amigos.