Voy a reflotar este hilo porque a raíz de
las primeras impresiones de Calvo compré el juego de saldo y me ha resultado una agradable sorpresa.
Primero, el hecho de que sea en tiempo real ya le desmarca del resto de 1vs1 asimétricos que tengo en mi colección (que son bastantes). Lo convierte en una alternativa con una barrera de entrada bastante más baja y mucho más apta para jugadores más casuales, aparte de ser ideal para quienes disfrutan del caos, azar y tensión en los juegos más que de la planificación y estrategia. Cubre un nicho por el que otros juegos "mejores" no pueden competir.
Segundo, tiene cierta estrategia y si has jugado algunas partidas y conoces las cartas es difícil que no ganes a alguien nuevo. Hay que montar el ejército sabiendo a qué mago te enfrentas: me comí una derrota bastante bestia montando un ejército de Gólems y Gnomos contra un Leviatán, que destruye directamente cualquier unidad de coste 2 o menos. Hay que tener en cuenta qué unidades puede coger tu rival para montar tu ejército, y después es importante comprar ciertos hechizos que veas en el mercado según el ejército al que te enfrentes. Una Bola de fuego es ideal para reventar grupos de bichos pequeñajos, pero contra un ejército defensivo (Hidras, Enanos, Sílfides...) igual es más clave coger cualquier hechizo que pueda lanzarse a alguien protegido e ignorar esa primera línea de defensa buscando el daño directo. Pero robar cartas gratis gracias a Concentración es también fantástico si tu rival ha montado algo defensivo que te de el tiempo necesario para ponerla en mesa. En cambio, Veneno es ideal para contrarrestar los mazos rápidos que quieren tirar muchos hechizos pequeños para activar sus criaturas constantemente. Y Prisa es genial si has cogido varias unidades de coste 3, pero Congelar permite contrarrestar eso si lo ha hecho tu rival... y así. Hay cierta profundidad en el sistema y no siempre es obvio qué hacer, ni mucho menos.
Tercero, el juego es mono. No es el mejor arte del mundo y desde luego no es el más original, pero hace su función y el diseño es claro. Por el precio al que se está saldando casi merece la pena solo por los dados, que son una monadita y están bien hechos.
Cuarto, el juego se puede meter en una deckbox de las que traen un cajoncito para tokens o dados (sin enfundar). Si dejas fuera el reglamento (está en internet y es facilísimo de memorizar) y los tableros (son innecesarios), puedes tirar la caja y guardarlo en algo que ocupa un 20% de su volumen. Así se convierte en algo muy transportable para viajecitos o incluso para llevar a la piscina y jugar en la toalla, aunque quizá no sea la mejor superficie para tirar dados.
En resumen, sorpresa agradable que no va a desbancar a ningún juegazo pero que juega en otra liga: te puede dar un juego ideal para ciertas personas con cierta chicha, muy sencillo de explicar y jugar y bastante portable. Si eres de los que disfrutan tirando daditos o con el tiempo real, o juegas a menudo con alguien así, por el precio al que está yo le daría una oportunidad sin dudarlo.
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