El ejército japonés tomó Rangún, aislando completamente a la República de China, aunque hubo grandes pérdidas en ambos bandos. Al caer Kendari el mando ABDA dejó de existir, a pesar de las presiones de los gobiernos Australiano y Neozelandés en contra de esta decisión. La aviación aliada comenzó a emplear ataques tipo hit-and-run que no siempre dieron los resultados esperados. En el Pacífico suroeste comenzó la campaña de las islas Salomón, con una seria derrota naval para los Estados Unidos. Mientras tanto aumentaba la presencia japonesa en Nueva Guinea.