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The Gallerist (Reseña)
« en: 05 de Diciembre de 2015, 16:14:42 »
Título: The Gallerist
Autor: Vital Lacerda
Editorial: Eagle-Gryphon Games
Año: 2015
Jugadores: 1-4
Duración: 120 minutos
Dependencia del idioma: Independiente (instrucciones disponibles en castellano)



PRESENTACIÓN

The Gallerist es el nuevo título de Vital Lacerda, creador de pesos pesados como Kamban, Vinhos o CO2. En esta ocasión nos invita a meternos en la piel de un galerista. En este juego el ganador será el que más fortuna haga especulando con obras de arte. Para ello descubriremos nuevos talentos, compraremos sus obras y aumentaremos su cotización para venderlas a precios astronómicos.

COMPONENTES

The Gallerist salió en Kickstarter de la mano de Eagle Games a comienzo de año a un precio astronómico para tratarse de un Eurogame. Efectivamente la calidad de los componentes están muy por encima de lo que estamos acostumbrados, desde la caja con inserto antivuelco hasta unos inútiles pero llamativos caballetes de madera. No cabe duda de que la producción es impecable, ya queda en el criterio de cada uno juzgar si le merece la pena gastar tanta pasta en semejante sobreproducción.



COMO SE JUEGA

Como he comentado antes el juego es un Eurogame en el cual tenemos que hacer dinero a base de especular con obras de arte. Sigue la línea a la que nos tiene acostumbrados el señor Lacerda en cuanto a complejidad. En principio el flujo del juego queda bastante claro: comprar barato, subir la cotización y vender con beneficios. En cada turno debemos decidir entre cuatro localizaciones y realizar una de las dos acciones vinculadas a dicha localización, en principio parece sencillo.



Colonia de artistas. En esta localización podemos descubrir nuevos talentos o comprar obras de artistas ya conocidos.
Centro de medios. Aquí podemos contratar nuevos ayudantes o aumentar la cotización de un artista a cambio de poner en juego nuestro propio prestigio.
Oficina de ventas. Nos situaremos en esta localización para adquirir encargos o vender nuestras obras.
Mercado internacional. Es el lugar para adquirir el prestigio que utilizaremos posteriormente para promocionar a nuestros artistas. También podremos pujar por esas obras que se pasarán toda la partida en el famoso caballete.

¿Donde radica entonces la dureza de The Gallerist? La complejidad radica en que realizar una acción requiere de un buen número de pasos. Por ejemplo, veamos que pasos hay que dar para adquirir una obra de arte.

Primero. Tenemos que ver si el artista en el que estamos interesados tiene obras disponibles, pues la inspiración no es infinita.
Segundo. Compramos la obra pagando el precio actual de cotización del artista.
Tercero. Sólo por el hecho de haber adquirido una obra del autor ya estamos aumentando su cotización, todo son ganancias.
Cuarto. Al adquirir la obra atraemos visitantes a la plaza que hay situada en el centro del tablero.
Quinto. Adquirimos entradas que nos servirán para atraer a estos visitantes a nuestra galería de arte.
Sexto. Ponemos la obra en nuestra exposición, lo cual puede activar otras acciones del tablero personal.
Séptimo. Ponemos una nueva obra disponible para la compra en la categoría que hemos dejado vacía al comprar la nuestra.

Es decir, cualquier paso que demos provoca una cadena de acciones. Pero el señor Lacerda no está aún contento. En nuestro turno además de esta acción principal podemos realizar una acción ejecutiva a elegir entre dos disponibles: utilizar entradas para atraer visitantes a nuestra galería o utilizar a uno de nuestros ayudantes para realizar alguna de las acciones que aparecen en los contratos que tenemos en nuestro tablero personal.

Aún hay más, si al situarnos en la localización que queremos activar nos encontramos con otro jugador situado en ella, lo desplazamos. Pero al desplazarlo le damos la posibilidad de efectuar una acción de expulsión a elegir entre una ejecutiva o gastar prestigio para repetir la acción principal.



En definitiva, si bien el flujo del juego es bastante claro y las acciones principales parecen bastante lógicas, el juego es complejo, con cientos de detalles, que requiere una larga explicación. Quedáis avisados.

CONCLUSIONES

The Gallerist es un peso pesado, un euro duro con mucha profundidad. Si no te gusta escuchar una explicación necesariamente larga y estrujarte el cerebro durante un par de horas huye despavorido. Si por el contrario eres un amante de este tipo de juegos no debes dejar pasar la oportunidad de probar este título. The Gallerist no va a defraudar a los seguidores de un Lacerda que sigue al nivel al que nos tiene acostumbrados.

Por otra parte nos encontramos ante quizá la mejor producción nunca vista en un Eurogame. Te toca a ti decidir si merece la pena el esfuerzo económico que eso supone. A mí sí me la ha merecido.