Muchas gracias por los ánimos (como decía José María García: "el halago debiita",
).
Desde la asociación nos encargamos de coordinar a los árbitros, que vienen desde Oviedo, con el profesorado. Esta vez no nos ha salido todo tan redondo, pero ha salido bien otra vez. Los críos ya sabían de qué iba. En la tercera entrega tendrán que rolear. Hicimos coincidir las dos primeras con Halloween y con Carnaval (esta hubo que irla retrasando primero una semana y luego otra). Para la tercera hemos recuperado una fiesta romana, Floralia… Bueno, que me pierdo en dibujos.
Lo que más les está costando a los directores de juego es adaptar los módulos a los 50 minutos de una clase (ni siquiera las horas son ya de 60 minutos). Las partidas son siempre los viernes, y los alumnos hacen la elección de personajes durante la semana; se organizan entre ellos para no perder tiempo de clase, aunque siempre se van algunos minutos. Se les presenta la sinopsis de la aventura y un grupo de personajes. A veces, como en Fragmentos en la anterior ocasión, se necesitaban cinco jugadores y cinco profesiones específicas para concluir la aventura, así que sólo han de repartirse los roles. Otras veces les damos diez u once personajes (en Pathfinder) y han de elegir la mejor combinación.
En La leyenda de los cinco anillos tenían 5 clanes y un personaje masculino y otro femenino por clan. Los profesores han valorado que los alumnos eligieran un personaje del sexo contrario al suyo, y lo han aceptado como algo natural, tanto ellos como ellas. Ya veremos cuando tengan que rolear siendo un personaje opuesto a su sexo, jaja.
De los cuatro grupos, con tres da gusto trabajar con ellos. Los de 2ºB son más gamberretes, pero salvo un alumno que este viernes tenía el tonto subido, todos han respetado la libertad que da el rol.
Leeré con atención tus experiencias, Alberto. Estos dos profesores no tenían experiencia personal previa con el rol. Sencillamente han puesto su prestigio laboral en mis manos (bueno, me conocían de otras actividades), y ahora que ya tienen un poco más de idea no paran de verle posibilidades. Este año no es más que una experiencia piloto. Vivimos en un pueblo pequeño y nos llega el feedback que aportan los padres: con los que hemos podido hablar están encantados. Es más, los críos de 2ºC (que tienen otra profesora más… sosita) están empezando a mosquearse… jaja.
Lo dicho, muchas gracias por los ánimos.
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