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Schroinger

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En vista de la poca participaci?n en esta ?ltima quedada para jugar, la m?s baja hasta ahora, de s?lo dos jugadores, no sab?a en realidad si correspondia hacer una cr?nica, como una reuni?n propia del grupo abierto que conformamos, o simplemente calificarla como una reuni?n privada entre dos amiguetes que comparten una afici?n, y olvidarse de m?s parafernalias.

Tres cuestiones confabularon, sin embargo, para optar por la primera alternativa:  En primer lugar, pese a que casi nadie lleg?, s? que se hizo una convocatoria abierta; en segundo t?rmino, los pedazos de juegos que vieron mesa, pues algunos de ellos no merecen una cr?nica, sino una capilla de adoraci?n perpetua, y por ?ltimo, aunque no menos importante, por lo mismo que el Marqu?s hizo su Palacio en Viso, porque pudo y porque quiso.

As? que puestos a la nuestro, diremos que la jornada comenz? con "Lord of the Rings:  The Confrontation", edici?n de lujo.


De primera entrada, el juego te entra por los ojos, ya que el arte de la caja, la pulcritud de las piezas, la ambientaci?n y los gr?ficos, hacen que exista, sin haber siquiera jugado, una buena predisposici?n, ayudando a su vez a que los jugadores se metan de lleno en la tem?tica.

En cuanto al juego en s?, este tiene un aire como a "Stratego" avanzado y remasterizado, pues los jugadores colocan sus fichas de forma que el rival no sabe d?nde est? cada cual.

Por otro lado, pese a que visto con algo de lejan?a podr?a definirse como un abstracto, la excelente tematizaci?n hace que realmente los jugadores se sientan imbuidos en el universo de Tolkien.

Es un juego asim?trico en el tanto el objetivo a conseguir es distinto para cada jugador.  Mientras que la meta de la Comunidad del Anillo es llevar a Frodo con bien hasta el Monte del Destino, las Fuerzas del Mal ganan si atrapan portador del anillo ?nico, o bien, si tres de sus esbirros llegan a la Comarca.

Luego de haber jugado dos partidas, hab?a una sensaci?n generalizada que calificaba de sumamente dif?cil el poder ganar con los buenos, pues las habilidades de los villanos parecen ser muy superiores y, adem?s, cuentan con una carta de fuerza adicional para los combates.  De hecho, ambas partidas fueron ganadas por el jugador que controlaba el bando de Sauron y sus secuaces.

Sin embargo, estos problemas de balance podr?an ser ficticios y desaparecer luego de tener varias partidas en el cuerpo y, en esa medida, conocer bien las bazas de cada bando y saberlas explotar.  Adem?s, se debe se?alar que el juego trae personajes adicionales a los b?sicos, con los que se podr?a hacer una mayor paridad de fuerzas.  Sin embargo, en vista de que ?ramos n?veles, decidimos dejarlos de lado en estos primeros contactos para no complicar m?s las cosas.

La primera partida empez? con una gran iniciativa por parte del jugador de las Fuerzas del Bien (Jos?), con la intenci?n, me parece, de hacer un paso seguro por el cual poder escoltar a Frodo hasta su objetivo.  Sin embargo, unas atinadas combinaciones de cartas y algo de suerte hizo que, por el contrario, se abriera un portillo amplio por el que r?pidamente se colaron tres malos mal?simos hasta la cocina, d?ndole la victoria a Luis Paulino.

Otro factor determinante en el gane fue la utilizaci?n de los Orcos, que son muy d?biles defendiendo, pero que tienen la habilidad especial de ganar todas las batallas que participen como atacantes.  Con ellos se merm? en gran manera al Ej?rcito del Bien.

Toc? jugar la revancha y, cambiados los bandos, iniciamos de nuevo.  Esta vez, la estrategia del jugador que controlaba a la Comunidad fue de espera, en b?squeda de una oportunidad que aprovechar.

Los encuentros estuvieron m?s parejos e incluso hubo por momentos superioridad n?merica de las Fuerzas del Bien.  Sin embargo, el malo, que ya sab?a la ubicaci?n del anillo, supo tender una emboscada que le cort? el avance a su portador.

Luis Paulino, err?neamente, opt? por una infiltraci?n suicida estrell?ndose contra la barricada, con la derrota como resultado l?gico de la ocurrencia.

Definitivamente no era este el mejor movimiento del bando perdedor, pues en el flanco izquierdo se ten?a en juego a Gandalf todav?a, quien pudo haber avanzado para desarticular un poco la buena posici?n enemiga, facilitando el paso de Frodo.  Si hubiera funcionado esta estrategia nunca lo sabremos, aunque ahora, visto en fr?o, parece sin dudas la mejor alternativa.

Dejamos entonces la Tierra Media y nos dirigimos a otro mundo fant?stico, de la mano del juegazo denominado "Dungeon Twister".


Los jugadores controlan una banda que ha sido encerrada en un laberinto m?gico por un poderoso hechicero, quien es encima s?dico, pues cada grupo, para poder escapar, deber? pasar por encima del otro.  La mesa est? servida para la acci?n.

El objetivo del juego es sumar cinco puntos.  Sacar a un personaje propio del laberinto, eliminar a un rival y sacar tesoros, son acciones que otorgan un tanto.

Por su parte, cada miembro de la pandilla tiene una habilidad especial y, adem?s, en el laberinto existen objetos que podr?n ser utilizados en beneficio del personaje respectivo.

Pero, para darle un giro al juego, nunca mejor dicho, el laberinto no es est?tico.  Un integrante del grupo est? capacitado para girar habitaciones determinadas cuando se coloca encima de un mecanismo especial.  De esta forma, esa jugada maestra que has estado construyendo puede venirse abajo en un abrir y cerrar de ojos, gracias al oportunismo del rival a la hora de reacomodar el tablero.

Otra arista a tomar en cuenta es la disposici?n inicial, pues cada habitaci?n tiene una capacidad m?xima predeterminada, y los jugadores, por turnos, van colocando sus piezas.  Sin embargo, cuando un habit?culo es revelado, es el rival el que decidir? el sitio espec?fico donde se colocar? la ficha del rival.

La partida inici? con Jos? revelando una habitaci?n donde Luis Paulino hab?a colocado un mago, que cogido in fraganti dur? menos que un helado a la salida del k?nder, obteni?ndose as? el primer punto de la partida.

Eliminado este primer escollo, Jos? sigui? avanzando a la siguiente habitaci?n, donde Luis Paulino hab?a dispuesto a un goblin, la creatura m?s d?bil sobre el tablero, pero que, no obstante, otorga dos puntos si logra escapar.

Todo parec?a perdido, sin embargo, Luis Paulino coloc? a la atraviesa-paredes del rival justo en el ?nico lugar donde el goblin pod?a recibir un ataque.  Al existir una fuerza similar, y dada la mayor utilidad de la pieza en riesgo, Jos? decidi? entonces postergar el enfrentamiento.

A todo esto, Luis Paulino se las hab?a agenciado para llegar al mecanismo que le habilitaba para girar la habitaci?n donde se encontraba el personaje en peligro, con lo que logr? hacer un movimiento que imposibilit? la llegada de los refuerzos que hubiesen supuesto el final del camino para el goblin.

Acto seguido, Luis Paulino pas? al ataque y el objetivo de su ofensiva fue la atraviesa-muros rival, con el costo, eso s?, de haber gastado las mejores cartas para derrotarla.  As? se emparejaba el marcador.

Con el giro de la habitaci?n, el camino estaba cerrado para la pandilla de Jos?, quien tuvo que llev?rselos a todos a dar un rodeo para poder seguir avanzando.

Mientras tanto, Luis Paulino hab?a revelado otra habitaci?n, encontr?ndose en ella al goblin de Jos?, quien cay? vencido a la larga, no sin alguna complicaci?n.

Para entonces, Jos? hab?a dado ya la vuelta y revel? una nueva habitaci?n, donde se encontraba la atraviesa-muros de Luis Paulino.  Aprovech?ndose de la cercan?a con la meta y de su habilidad especial, este personaje escapar?a en el siguiente turno, llev?ndose el tesoro consigo.  Cuatro a uno a favor de Luis Paulino.

A todo esto, el rodeo dado por Jos? hab?a dejado sin vigilancia una habitaci?n, lo que fue aprovechado por su rival para, de manera remota, darle la vuelta al lugar donde estaba el goblin, quien no dud? en poner pies en polvorosa y escapar, otorgando as? la victoria por seis tantos a uno a Luis Paulino.

Ya para este momento, los jugadores se encontraban muy hallados en estos mundos fant?sticos, por lo que decidieron seguir disfrutando de ellos con otro gran juego, el "Thud".


Disposici?n inicial.

Esta palabra es la onomatopeya inglesa para el sonido que se hace al romper el cr?neo de un enemigo, y a fe de cierto que quebraderos de cabeza hubo, pues hablamos en realidad de un abstracto, quiz?s mi favorito, muy anal?tico y demandante.

Tiene todos los ingredientes que se le pueden pedir a un juego de este tipo, que son sencillez de reglas y profundidad, al punto que sorprende mucho que haya pasado tan desapercibido y peor valorado en el mundillo, aunque parece que en Inglaterra goza de alguna popularidad.

La acci?n se basa en la saga de "Discworld" de Terry Pratchett.  Al parecer, los enanos, en su infinita codicia, han escavado tan profundo que terminaron encontr?ndose con un enemigo natural, los trolls, quienes est?n hechos de piedra, justamente el material que a diario los primeros destruyen con desprecio para buscar sus tesoros.  El enfrentamiento era de esperarse.

Sin embargo, los enanos se las han ingeniado para tenderles una emboscada a sus enemigos y pelear?n por mantener y acrecentar sus tesoros, mientras que los trolls lo har?n para mantener la sacralidad del recinto.  De todas formas, vistas las circunstancias, tampoco tienen otra opci?n.

La principal caracter?stica de los trolls es su fuerza.  Si se colocan al lado de los enanos, matan a todos los que est?n a su alrededor.  En cambio, la baza de los enanos es su unidad y trabajo en equipo.  Para matar un troll, deben hacer triangulaciones, de tal manera que uno de ellos sea respaldado por uno o varios compa?eros, quienes lo lanzaran como proyectil en contra del troll para vencerlo.

La partida comenz? muy prometedora para el bando enano, liderado por Luis Paulino, pues logr? hacer varias combinaciones que hicieron morder el polvo a la mitad de los trolls.

Sin embargo, en un instante apenas perceptible, todo empez? a cambiar.  No estoy seguro si fue que Jos? le encontr? la comba al palo, o que de repente Luis Paulino empez? a fallar a la hora de determinar las formaciones, pero lo cierto es que los trolls tomaron la iniciativa y avanzaban sin tregua, sin que ning?n movimiento que hicieran los enanos los pusiera en entredicho.


Inicio de la ofensiva troll.  El final estaba cerca.

Para cada ofensiva enana, los trolls encontraban ese ?nico espacio desprotegido que les permit?a avanzar, llev?ndose consigo hordas enteras de sus rivales.

Luis Paulino no pudo reaccionar en lo que qued? de partida, sum?ndose Jos? de esta manera una victoria contundente.

Lo suyo habr?a sido cambiar de bandos y echar una partida de revancha, pero la hora, unido a lo intelectualmente demandante del juego, nos hizo declinar de esta posibilidad.  No hab?a cabeza para meterse en ese berenjenal.  L?stima, porque as? podr?amos haber percibido con m?s propiedad si el juego adolece problemas de balance, que lo dudo, tarea que quedar? para pr?ximas ocasiones.

En efecto, luego de este despliegue de neuronas, necesit?bamos algo sencillito pero goloso para cerrar.  Por suerte, "Die Fugger" estaba all? para echarnos una mano.


Jakob Fugger fue un gran hombre de negocios radicado en el Augsburgo del siglo XV, que se convirti? en el hombre m?s rico de su tiempo, mucho m?s que el Emperador del Sacro Imperio Romano Germ?nico, a quien ?l mismo le prestaba dinero.

Los jugadores encarnan a comerciantes que comercian diversos productos en la ciudad, junto a Jakob, y compiten por demostrarle qui?n es el m?s capaz.  Quien sabe y a lo mejor el ricach?n podr?a necesitar alguna vez un socio para sus negocios.

En cada turno se puede jugar una carta o tomar una del mazo.  Cuando se juega la quinta carta de un producto termina la ronda y se procede a la puntuaci?n.

Las tres mercanc?as m?s jugadas avanzan tantos esca?os en el marcador de precios como cartas de ese tipo se hayan bajado.  El valor m?ximo es de nueve florines, por lo que si se excede, el precio de la mercanc?a cae a uno.  Por su parte, las mercanc?as que no avanzan su posici?n, retroceden un espacio, decreciendo de esta forma su valor.

El juego, como se puede intuir, se basa en jugar con la oferta y la demanda, tratando que las cartas jugadas por el rival valgan lo menos posible, mientras que las propias lo m?ximo.

Dado lo r?pido, jugamos dos veces.  El juego es tan sencillo que se hace imposible una descripci?n pormenorizada de lo que aconteci?, por lo que se consignan simplemente los resultados, empezando, como es de suponer, con los de la primera partida:

1er. lugar:  Luis Paulino, con 124 florines.

2o. lugar:  Jos?, con 85 florines.

Por su parte, la segunda partida arroj? el siguiente balance final:

1er. lugar:  Jos?, con 120 florines.

2o. lugar:  Luis Paulino, con 111 florines.

Esperemos que la pr?xima vez haya un qu?rum m?s amplio y podamos jugar, por fin, algunos de los juegos que ya se empiezan a atascar en la agenda, como "Arkham Horror", "El Grande", "Bootleggers" y "La Citt?".


Im?genes tomadas de www.boardgamegeek.com

Esta cr?nica se puede ver tambi?n en http://juegosdemesacr.com/cms/index.php?option=com_content&task=view&id=55&Itemid=1
« Última modificación: 22 de Febrero de 2008, 10:51:15 por Schroinger »