No tengo tope, los que quepan en casa y soporten mi economía, bienvenidos son.
Yo suelo seleccionar bastante bien el juego que va a entrar al estante de juegos. No me gusta comprar algo sin haberlo probado antes pero hago una excepción cuando se dan las siguientes circunstancias al mismo tiempo: el juego tiene buena nota en la BGG;me gusta el tipo de juego (tipos de mecánicas en la ficha de la BGG);mis colegas del club de la Alcazaba (más críticos que nadie) me hablan bien de él por en general;tengo la ocasión de comprarlo a un precio económico en un pedido conjunto de los que hacemos;y si es un juego que veo puede ofrecer algo diferente respecto al resto de los juegos que ya tengo.Normalmente me ciño bastante a mi wishlist, la cual tenía fe en verano de terminar tan solo con un par de juegos pendientes y limitarme a no sobrepasar el único estante que tenía destinado en la estantería. Pero finalmente acepté que la wishlist es algo que, metido en el mundillo jueguil, nunca termina y estoy comenzando a invadir espacio en un segundo estante donde residen antigüedades de decoración. Las adquisiciones las estiro en el tiempo ya que me da reparo gastar un pastizal de golpe, aunque a veces me reservo para luego por cuestiones de pedidos conjuntos y buenas ocasiones de compra económica pillo varios a los que le eché el ojo.Por el momento, de mi wishlist, tan solo voy a permitir entrar el Troyes dentro de unas semanas y ahí espero parar hasta dentro de un tiempo. Por otro lado, solo tengo dos juegos en venta.
Yo tengo el poco espacio destinado a juegos bastante petado y se que algunos es muy difícil que salgan a mesa pero me da pena deshacerme de ellos....y a la vez estoy con ganas de pillar otros que igualmente soy consciente de que se jugaran poco....maldito vicio!! Al final tendré que tomar la determinación de comprar, probar y después decidir si vender o mantener y no quedarme con mas de los necesarios pero....es que me miran con unos ojitos que cualquiera se deshace d ellos
Da gusto entrar en la habitación de los juegos y quedarse absorto admirando la belleza que emana del colorido y de los rótulos de las cajas. Es entrar a un universo alternativo donde no hay un mundo, sino infinitos mundos lúdicos, donde las guerras existen pero no mueres, donde trabajas pero no te cansas o donde viajas a extraordinarias aventuras sin necesidad de mancharte. Es nuestro pequeño paraíso.