Pues mira, cinco horas no, pero la penúltima partida al Twilight Struggle fueron más de cuatro horas. Es cierto que el otro era novato, le aconsejé que llevara a la URSS, yo intenté no apretar (y me comí Blockage sabiendo que el soviético la tenía en la mano) y nos fuimos al turno 10. No llegamos a puntuar porque con su última carta me dió los puntos que me faltaban para ganar. Pero lento lento. Lento para decidir la carta a jugar y lento para decidir cada país en el que actuar.A la semana siguiente repetimos con los mismos roles y ahí ya fui a degüello y conseguí ganarle en el turno 5. Eso sí, dos horas nos costó llegar allí.De las más de seis horas de Twilight Struggle con esta persona, yo habré jugado una, si llega.
Cita de: Membrillo en 23 de Julio de 2018, 10:46:19 Pues mira, cinco horas no, pero la penúltima partida al Twilight Struggle fueron más de cuatro horas. Es cierto que el otro era novato, le aconsejé que llevara a la URSS, yo intenté no apretar (y me comí Blockage sabiendo que el soviético la tenía en la mano) y nos fuimos al turno 10. No llegamos a puntuar porque con su última carta me dió los puntos que me faltaban para ganar. Pero lento lento. Lento para decidir la carta a jugar y lento para decidir cada país en el que actuar.A la semana siguiente repetimos con los mismos roles y ahí ya fui a degüello y conseguí ganarle en el turno 5. Eso sí, dos horas nos costó llegar allí.De las más de seis horas de Twilight Struggle con esta persona, yo habré jugado una, si llega.Cuando enseño a alguien a jugar a TS, le doy USA y en una hora, dos como mucho hemos terminado xD. No, en serio, es mejor que el jugador experimentado lleve USSR y que lleve el ritmo de la partida. Así el novato entiende el juego más rápido.
A mi el AP no me gusta, pero de ahí a ser una falta de respeto... Una manera fácil de evitarlo es con un reloj de arena.
Cuando juego con jugadores ocasionales no me enfado porque tarden en pensar.
No creo que lo hagan por faltar el respeto, solo que unos son más rápidos que otros simplemente. O falta de costumbre, mucha gente espera a que le llegue el turno para pensar lo que va a hacer...
Lo que, coloquialmente, llamamos "miedo a ganar": una especie de "obsesión" por optimizar la jugada y una profunda sensación negativa cuando se duda de haber tomado la mejor decisión.