No nos conocemos, pero por si te sirve de algo yo pasé por esto hace dos años y recuerdo que me animó ver toda la gente que vino al funeral. Las lágrimas en ciertos momentos de la ceremonia no te las quita nadie, pero terminé el día animado, pensando en a cuánta gente la existencia de mi padre había marcado, dejado huella.
El sentido que le veo a la vida es el rastro que dejamos en cualquier forma: cosas que hacemos, hijos que tenemos, intercambios con otros que les mueven (aunque nadie nos demos cuenta) a hacer cosas... Mi padre fue maestro, y hasta había antiguos alumnos suyos, que eran mayores que yo! Y gente que yo no conocía y que no quisieron faltar a la despedida.
Pues eso, dentro de lo mal que lo estaréis pasando intentad positivar, y despedidle como se merece.