Cita de: BruYa es repetirse, pero creo en todo lo contrario. Tú le das a la conciencia y la voluntad un misterio sintomático que no puede ser explicado. Lo que yo creo que es que el proceso evolutivo es algo inherente a la propia existencia. Seguro que has leído la paradoja esa de que si dejas a un número de monos cercano al infinito aporrear una máquina de escribir durante un tiempo cercano al infinito, en algún momento, alguno de ellos escribirá el Quijote (y ninguno de ellos entiende lo que escribe)Pues eso es la evolución, solo que los monos y las máquinas de escribir son los átomos y nuestra "conciencia y voluntad" es el Quijote.Y tu necesitas reducirlo todo a la materia. ¿Por qué?Dices que doy a la conciencia y la voluntad un misterio. Tú se lo das a la materia. Todo lo que se piense como originario es un misterio inexplicable mediante otra cosa. Claro que hay un proceso evolutivo. Todo lo que yo puedo objetar a tu visión de la evolución es:a) Que eso es así considerando la existencia como fenómeno. Si un ser cognoscente que viviese mil millones de años hubiese visto la tierra desde un lugar externo, hubiese visto a los seres evolucionar. Sin ese ser ni ningún otro dotado de conocimiento, no hay seres individuales sometidos a la causa y el efecto, al espacio y al tiempo. b) Que falta un motor en la evolución. Los monos quieren aporrear las máquinas. Los seres quieren vivir, y por eso todo sigue un desarrollo, una perpetuación. Y esa voluntad es, en esencia, la misma “fuerza” que hace mover una partícula subatómica.
Ya es repetirse, pero creo en todo lo contrario. Tú le das a la conciencia y la voluntad un misterio sintomático que no puede ser explicado. Lo que yo creo que es que el proceso evolutivo es algo inherente a la propia existencia. Seguro que has leído la paradoja esa de que si dejas a un número de monos cercano al infinito aporrear una máquina de escribir durante un tiempo cercano al infinito, en algún momento, alguno de ellos escribirá el Quijote (y ninguno de ellos entiende lo que escribe)Pues eso es la evolución, solo que los monos y las máquinas de escribir son los átomos y nuestra "conciencia y voluntad" es el Quijote.
Cita de: delcampo en 28 de Julio de 2017, 12:37:46 Cita de: Bru en 28 de Julio de 2017, 11:53:20 Otro pasito más para entender nuestro cerebro. No son buenas noticias para delcampo.Científicos de la Universidad de Columbia han identificado el momento en que el cerebro transforma la información inconsciente en pensamiento consciente, ese flash en el tiempo cuando de repente se da cuenta de la información, como es saber la respuesta a una pregunta difícil. La investigación ha salido publicada en 'Current Biology'.http://www.cuatro.com/noticias/ciencia/Cientificos-transforma-informacion-inconsciente-pensamiento_0_2409750763.html¿Y por qué no son buenas noticias para mi? Mira como termina el investigador principal del asunto:"Pero estoy seguro de que explicar estos conceptos, ya sea la ética, la conciencia o cualquier otra cosa, en términos de neurociencia no es explicarlos"Lo has cortado. Lo que dice es:"Algunas personas piensan que el quid de la neurociencia está lejos de las cosas pretenciosas que un filósofo consideraría --reflexiona el doctor Shadlen--. Pero estoy seguro de que explicar estos conceptos, ya sea la ética, la conciencia o cualquier otra cosa, en términos de neurociencia no es explicarlos, sino argumentar que está ayudando a acercar el estudio biológico del cerebro al estudio filosófico de la mente".Es decir, es todo lo contrario a lo que dices. La neurociencia se preocupa exclusivamente del estudio de las reacciones biológicas del cerebro. Y estos estudios están acercando el estudio biológico del cerebro al estudio filosófico de la mente. Es decir que una filosofía moderna no puede (o no debería sin engañarse a si misma) hoy en día obviar el comportamiento biológico del cerebro cuando analiza el comportamiento filosófico de la mente.Anclarse en el 2017 en cualquier filósofo clásico es como anclarse en Newton para la ciencia. En principio es un flaco favor a los filósofos clásicos que de vivir en nuestros días tendrían que valorar todos estos descubrimientos a la hora de hacer sus estudios. Por eso me gustan los filósofos científicos como Dennet que no renuncian a aprovechar la fusión entre dos campos para entender mejor el comportamiento humano.
Cita de: Bru en 28 de Julio de 2017, 11:53:20 Otro pasito más para entender nuestro cerebro. No son buenas noticias para delcampo.Científicos de la Universidad de Columbia han identificado el momento en que el cerebro transforma la información inconsciente en pensamiento consciente, ese flash en el tiempo cuando de repente se da cuenta de la información, como es saber la respuesta a una pregunta difícil. La investigación ha salido publicada en 'Current Biology'.http://www.cuatro.com/noticias/ciencia/Cientificos-transforma-informacion-inconsciente-pensamiento_0_2409750763.html¿Y por qué no son buenas noticias para mi? Mira como termina el investigador principal del asunto:"Pero estoy seguro de que explicar estos conceptos, ya sea la ética, la conciencia o cualquier otra cosa, en términos de neurociencia no es explicarlos"
Otro pasito más para entender nuestro cerebro. No son buenas noticias para delcampo.Científicos de la Universidad de Columbia han identificado el momento en que el cerebro transforma la información inconsciente en pensamiento consciente, ese flash en el tiempo cuando de repente se da cuenta de la información, como es saber la respuesta a una pregunta difícil. La investigación ha salido publicada en 'Current Biology'.http://www.cuatro.com/noticias/ciencia/Cientificos-transforma-informacion-inconsciente-pensamiento_0_2409750763.html
Vale, hagamos un ejercicio mental. Imaginemos una realidad inventada: el universo 42, por ejemplo. En ese universo 42 las cosas han sucedido, más o menos, tal como los que tú llamas materialistas defienden que han sucedido en el nuestro. La vida, la voluntad y la conciencia han surgido debido a la complejidad emergente y en ese universo un señor, Kunt, se pregunta sobre la existencia y la materia. Kunt llega a las mismas conclusiones que Kant en nuestro universo partiendo de los mismos razonamientos. En nuestro universo inventado, Kunt está sin duda equivocado, pues ya hemos dicho que en el universo 42 la materia precede al conocimiento. ¿De qué forma podríamos demostrar a Kunt que está equivocado?Absolutamente de ninguna. Los razonamientos de Kant y Kunt tendrían la misma validez y serían igual de sólidos en una realidad en la que fueran falsos que en una en la que fueran certeros. Lo dicho, tu postura es un callejón sin salida intelectual. Que sí, que es cierto que ninguno podemos demostrar su falsedad (como tampoco podemos demostrar que no hay un señor tuerto y con peluquín viviendo en el Sol, pero yo me jugaría mi vida a que no es así) pero tú tampoco puedes demostrar su veracidad.
Cita de: SertoriusVale, hagamos un ejercicio mental. Imaginemos una realidad inventada: el universo 42, por ejemplo. En ese universo 42 las cosas han sucedido, más o menos, tal como los que tú llamas materialistas defienden que han sucedido en el nuestro. La vida, la voluntad y la conciencia han surgido debido a la complejidad emergente y en ese universo un señor, Kunt, se pregunta sobre la existencia y la materia. Kunt llega a las mismas conclusiones que Kant en nuestro universo partiendo de los mismos razonamientos. En nuestro universo inventado, Kunt está sin duda equivocado, pues ya hemos dicho que en el universo 42 la materia precede al conocimiento. ¿De qué forma podríamos demostrar a Kunt que está equivocado?Absolutamente de ninguna. Los razonamientos de Kant y Kunt tendrían la misma validez y serían igual de sólidos en una realidad en la que fueran falsos que en una en la que fueran certeros. Lo dicho, tu postura es un callejón sin salida intelectual. Que sí, que es cierto que ninguno podemos demostrar su falsedad (como tampoco podemos demostrar que no hay un señor tuerto y con peluquín viviendo en el Sol, pero yo me jugaría mi vida a que no es así) pero tú tampoco puedes demostrar su veracidad.En realidad, introducir un caso hipotético como este en el asunto que nos ocupa alteraría mucho la cuestión, porque puede suponer como posibles cosas imposibles, y de ahí poco vamos a sacar en claro sobre lo que sí es la realidad.
Cita de: delcampo en 28 de Julio de 2017, 13:02:37 Cita de: BruYa es repetirse, pero creo en todo lo contrario. Tú le das a la conciencia y la voluntad un misterio sintomático que no puede ser explicado. Lo que yo creo que es que el proceso evolutivo es algo inherente a la propia existencia. Seguro que has leído la paradoja esa de que si dejas a un número de monos cercano al infinito aporrear una máquina de escribir durante un tiempo cercano al infinito, en algún momento, alguno de ellos escribirá el Quijote (y ninguno de ellos entiende lo que escribe)Pues eso es la evolución, solo que los monos y las máquinas de escribir son los átomos y nuestra "conciencia y voluntad" es el Quijote.Y tu necesitas reducirlo todo a la materia. ¿Por qué?Dices que doy a la conciencia y la voluntad un misterio. Tú se lo das a la materia. Todo lo que se piense como originario es un misterio inexplicable mediante otra cosa. Claro que hay un proceso evolutivo. Todo lo que yo puedo objetar a tu visión de la evolución es:a) Que eso es así considerando la existencia como fenómeno. Si un ser cognoscente que viviese mil millones de años hubiese visto la tierra desde un lugar externo, hubiese visto a los seres evolucionar. Sin ese ser ni ningún otro dotado de conocimiento, no hay seres individuales sometidos a la causa y el efecto, al espacio y al tiempo. b) Que falta un motor en la evolución. Los monos quieren aporrear las máquinas. Los seres quieren vivir, y por eso todo sigue un desarrollo, una perpetuación. Y esa voluntad es, en esencia, la misma “fuerza” que hace mover una partícula subatómica.Los monos es una paradoja. No te quede con eso. Los átomos no "quieren" establecer moléculas. Siguen las fuerzas universales del mismo modo que una manzana no quiere caerse. Se cae. No le otorgo ningún misterio a la materia. Está ahí y hay gente que estudia su comportamiento. Nada más.
Cita de: delcampo en 28 de Julio de 2017, 13:34:09 Cita de: SertoriusVale, hagamos un ejercicio mental. Imaginemos una realidad inventada: el universo 42, por ejemplo. En ese universo 42 las cosas han sucedido, más o menos, tal como los que tú llamas materialistas defienden que han sucedido en el nuestro. La vida, la voluntad y la conciencia han surgido debido a la complejidad emergente y en ese universo un señor, Kunt, se pregunta sobre la existencia y la materia. Kunt llega a las mismas conclusiones que Kant en nuestro universo partiendo de los mismos razonamientos. En nuestro universo inventado, Kunt está sin duda equivocado, pues ya hemos dicho que en el universo 42 la materia precede al conocimiento. ¿De qué forma podríamos demostrar a Kunt que está equivocado?Absolutamente de ninguna. Los razonamientos de Kant y Kunt tendrían la misma validez y serían igual de sólidos en una realidad en la que fueran falsos que en una en la que fueran certeros. Lo dicho, tu postura es un callejón sin salida intelectual. Que sí, que es cierto que ninguno podemos demostrar su falsedad (como tampoco podemos demostrar que no hay un señor tuerto y con peluquín viviendo en el Sol, pero yo me jugaría mi vida a que no es así) pero tú tampoco puedes demostrar su veracidad.En realidad, introducir un caso hipotético como este en el asunto que nos ocupa alteraría mucho la cuestión, porque puede suponer como posibles cosas imposibles, y de ahí poco vamos a sacar en claro sobre lo que sí es la realidad. Claro, porque inventar un supuesto para usarlo como punto de partida y ver que pasa es algo que ningún filósofo ha hecho nunca ni se le ocurriría hacer, ni a Kant ni a Schopenhaur, ¿verdad?...De todos modos, ¿qué cosas imposibles hay en mi ejemplo y por qué son imposibles?
Cita de: Sertorius en 28 de Julio de 2017, 13:50:04 Cita de: delcampo en 28 de Julio de 2017, 13:34:09 Cita de: SertoriusVale, hagamos un ejercicio mental. Imaginemos una realidad inventada: el universo 42, por ejemplo. En ese universo 42 las cosas han sucedido, más o menos, tal como los que tú llamas materialistas defienden que han sucedido en el nuestro. La vida, la voluntad y la conciencia han surgido debido a la complejidad emergente y en ese universo un señor, Kunt, se pregunta sobre la existencia y la materia. Kunt llega a las mismas conclusiones que Kant en nuestro universo partiendo de los mismos razonamientos. En nuestro universo inventado, Kunt está sin duda equivocado, pues ya hemos dicho que en el universo 42 la materia precede al conocimiento. ¿De qué forma podríamos demostrar a Kunt que está equivocado?Absolutamente de ninguna. Los razonamientos de Kant y Kunt tendrían la misma validez y serían igual de sólidos en una realidad en la que fueran falsos que en una en la que fueran certeros. Lo dicho, tu postura es un callejón sin salida intelectual. Que sí, que es cierto que ninguno podemos demostrar su falsedad (como tampoco podemos demostrar que no hay un señor tuerto y con peluquín viviendo en el Sol, pero yo me jugaría mi vida a que no es así) pero tú tampoco puedes demostrar su veracidad.En realidad, introducir un caso hipotético como este en el asunto que nos ocupa alteraría mucho la cuestión, porque puede suponer como posibles cosas imposibles, y de ahí poco vamos a sacar en claro sobre lo que sí es la realidad. Claro, porque inventar un supuesto para usarlo como punto de partida y ver que pasa es algo que ningún filósofo ha hecho nunca ni se le ocurriría hacer, ni a Kant ni a Schopenhaur, ¿verdad?...De todos modos, ¿qué cosas imposibles hay en mi ejemplo y por qué son imposibles?Supuestos que fuesen posibles sí, cosas que podrían contradecir la realidad no. Basta que pudiera ser imposible. Algo que puede ser una fantasía nunca es un buen ejemplo para el conocimiento de la realidad.
Cita de: delcampo en 28 de Julio de 2017, 13:58:30 Cita de: Sertorius en 28 de Julio de 2017, 13:50:04 Cita de: delcampo en 28 de Julio de 2017, 13:34:09 Cita de: SertoriusVale, hagamos un ejercicio mental. Imaginemos una realidad inventada: el universo 42, por ejemplo. En ese universo 42 las cosas han sucedido, más o menos, tal como los que tú llamas materialistas defienden que han sucedido en el nuestro. La vida, la voluntad y la conciencia han surgido debido a la complejidad emergente y en ese universo un señor, Kunt, se pregunta sobre la existencia y la materia. Kunt llega a las mismas conclusiones que Kant en nuestro universo partiendo de los mismos razonamientos. En nuestro universo inventado, Kunt está sin duda equivocado, pues ya hemos dicho que en el universo 42 la materia precede al conocimiento. ¿De qué forma podríamos demostrar a Kunt que está equivocado?Absolutamente de ninguna. Los razonamientos de Kant y Kunt tendrían la misma validez y serían igual de sólidos en una realidad en la que fueran falsos que en una en la que fueran certeros. Lo dicho, tu postura es un callejón sin salida intelectual. Que sí, que es cierto que ninguno podemos demostrar su falsedad (como tampoco podemos demostrar que no hay un señor tuerto y con peluquín viviendo en el Sol, pero yo me jugaría mi vida a que no es así) pero tú tampoco puedes demostrar su veracidad.En realidad, introducir un caso hipotético como este en el asunto que nos ocupa alteraría mucho la cuestión, porque puede suponer como posibles cosas imposibles, y de ahí poco vamos a sacar en claro sobre lo que sí es la realidad. Claro, porque inventar un supuesto para usarlo como punto de partida y ver que pasa es algo que ningún filósofo ha hecho nunca ni se le ocurriría hacer, ni a Kant ni a Schopenhaur, ¿verdad?...De todos modos, ¿qué cosas imposibles hay en mi ejemplo y por qué son imposibles?Supuestos que fuesen posibles sí, cosas que podrían contradecir la realidad no. Basta que pudiera ser imposible. Algo que puede ser una fantasía nunca es un buen ejemplo para el conocimiento de la realidad. Es decir, no solo niegas todo aquello que te contradice, además niegas que el materialismo pueda siquiera ser usado como supuesto en un razonamiento por ser imposible, sin aclarar por qué lo es... Pues poco mas se puede discutir.
Los liberales valoran tanto la libertad individual porque creen que los humanos tienen libre albedrío. Según el liberalismo, las decisiones de votantes y clientes no son deterministas ni aleatorias. La gente está, desde luego, influida por fuerzas externas y acontecimientos azarosos, pero al final del día cada uno puede agitar la varita mágica de la libertad y decidir las cosas por sí mismo. Esta es la razón por la que el liberalismo concede tanta importancia a votantes y clientes, y nos enseña a seguir los dictados de nuestro corazón y a hacer lo que hace que nos sintamos bien. Es nuestro libre albedrío lo que infunde sentido al universo, y, puesto que ningún desconocido puede saber cómo nos sentimos en verdad o predecir con seguridad nuestras decisiones, no debemos confiar en ningún Gran Hermano que se ocupe de nuestros intereses y deseos. Atribuir libre albedrío a los humanos no es un juicio ético: pretende ser una descripción fáctica del mundo. Si bien esta llamada descripción fáctica podría haber tenido sentido en la época de Locke, Rousseau y Thomas Jefferson, no concuerda muy bien con los más recientes descubrimientos de las ciencias de la vida.[...]
A lo largo del último siglo, a medida que los científicos abrían la caja negra de los sapiens, fueron descubriendo que allí no había alma, ni libre albedrío, ni «yo»…, sino solo genes, hormonas y neuronas que obedecen las mismas leyes físicas y químicas que rigen el resto de la realidad.[...]
En lugar de ello, genetistas y neurocientíficos proporcionan una respuesta mucho más detallada: «Lo hace debido a tales o cuales procesos electroquímicos que tienen lugar en el cerebro que fueron modelados por una determinada constitución genética, que a su vez refleja antiguas presiones evolutivas emparejadas con mutaciones aleatorias». Los procesos electroquímicos cerebrales que culminan en un asesinato son deterministas o aleatorios o una combinación de ambos, pero nunca son libres.[...]
Las decisiones que se alcanzan a través de una reacción en cadena de sucesos bioquímicos, cada uno de ellos determinado por un suceso previo, no son ciertamente libres. Las decisiones que son el resultado de accidentes subatómicos aleatorios tampoco son libres. Son, simplemente, fruto del azar. Y cuando accidentes aleatorios se combinan con procesos deterministas, tenemos resultados probabilistas, pero esto no equivale a libertad.[...]
El último clavo en el ataúd de la libertad lo proporciona la teoría de la evolución. De la misma manera que la evolución no puede armonizar con almas eternas, tampoco puede tragarse la idea del libre albedrío. Porque si los humanos son libres, ¿cómo pudo haberlos modelado la selección natural? Según la teoría de la evolución, todas las decisiones que los animales toman (ya se refieran a residencia, alimento o pareja reproductiva) reflejan su código genético.[...]
¿Por qué quiere el loro una galletita en lugar de un pepino? ¿Por qué decido matar al pesado de mi vecino en lugar de ofrecerle la otra mejilla? ¿Por qué quiero comprar el coche rojo en lugar del negro? ¿Por qué prefiero votar por los conservadores en lugar de hacerlo por el Partido Laborista? No elijo ninguno de estos deseos. Siento que un deseo concreto aflora en mí porque esta es la sensación que los procesos bioquímicos crean en mi cerebro. Dichos procesos podrían ser deterministas o aleatorios, pero no libres.[...]
No se trata simplemente de hipótesis o especulaciones filosóficas. Hoy en día podemos usar escáneres cerebrales para predecir los deseos y las decisiones de una persona mucho antes de que ella misma sea consciente de ellos.[...]
Cuando aceptamos que no hay alma y que los humanos no tienen una esencia interna llamada «el yo», ya no tiene sentido preguntar: «¿Cómo elige el yo sus deseos?» [...] En realidad, solo hay una corriente de conciencia, y los deseos surgen y transcurren dentro de dicha corriente, pero no hay un yo permanente que posea los deseos, de modo que no tiene sentido preguntar si elijo mis deseos de manera determinista, aleatoria o libre.[...]
Dudar del libre albedrío no es solo un ejercicio filosófico. Tiene implicaciones prácticas. Si los organismos en verdad carecen de libre albedrío, ello implica que podemos manipular e incluso controlar sus deseos mediante el uso de drogas, ingeniería genética y estimulación directa del cerebro.[...]
Experimentos realizados en Homo sapiens indican que, al igual que las ratas, los humanos también pueden ser manipulados, y que es posible crear o aniquilar incluso sentimientos complejos tales como el amor, la ira, el temor y la depresión mediante la estimulación de los puntos adecuados del cerebro humano.[...]
El yo único y auténtico es tan real como el alma cristiana eterna, Santa Claus y el conejo de Pascua. Si miro en mi interior más profundo, la aparente unidad que damos por sentada se disuelve en una cacofonía de voces en conflicto, ninguna de las cuales es «mi yo verdadero». Los humanos no son individuos. Son «dividuos».[...]
No obstante, la mayoría de la gente se identifica con su yo narrador. Cuando dicen «yo», se refieren al relato que hay en su cabeza, no al torrente de experiencias que viven. Nos identificamos con el sistema interno que coge el alocado caos de la vida y lo transforma en cuentos en apariencia lógicos y consistentes. No importa que el argumento esté lleno de mentiras y lagunas y que se reescriba una y otra vez, de manera que la narración de hoy contradice totalmente la de ayer: lo importante es que siempre conservamos la sensación de que poseemos una única identidad invariable desde el nacimiento hasta la muerte (y quizá incluso más allá de la tumba). Esto da origen a la cuestionable creencia liberal de que yo soy un individuo y poseo una voz interna consistente y clara que da sentido a todo el universo.