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Zolle

La Bataille de Ligny (Reseña)
« en: 19 de Octubre de 2017, 11:15:17 »

Un luminoso domingo de verano, justo antes de subirme al coche para ir a la playa me acerqué al kiosco para hacerme con algunas golosinas. Fue entonces cuando reparé en una nueva revista de entre las publicaciones que cubrían el amplio muro tras de mí. Era de figuritas llamada White Dwarf.


Era la número 3 y Teclis, el poderoso mago alto elfo hermano de Tyrion, aparecía montado sobre un dragón rojo empuñando su báculo dorado de cuyo extremo sobresalía esculpida una curiosa figura femenina algo ligera de ropa. A edades tempranas esos detalles cuentan.

Cuando no sabes de la existencia de nada más, Games Workshop es la fábrica de sueños de las figuritas fantásticas. Leyendo las páginas de su revista todo eran bondades hacia los juegos de la casa y cada título parecía brillar en promesas de una diversión sublime,  pero también inalcanzable vistos sus tremendos precios prohibitivos para la reducida paga de un niño. Pero eso no evitaba que devorase con anhelo cada artículo de la publicación imaginándome poseer alguno de sus coloristas ejército, aunque sólo contase con unas pocas miniaturas, y realizar con él atrevidas incursiones contra otras razas dirigidas por otros pequeños generales como yo.

EL pequeño Napoleón de mi interior ya daba muestras de su existencia y alentaba mi imaginación agrandando el ansia por jugar aunque por entonces aún se mantenía limitada. Hoy en día cuando mi madurez y el uso de la razón deberían dar ejemplo de un equilibrio y contención aprendido durante años. Pero por el contrario, ese Napoleón oculto se ha liberado finalmente, está completamente desatado y lanza miradas voraces hacia todo megalómano juego que se pone ante sus ojos, especialmente ahora que tengo un poco más de tiempo para dejarle explayarse en el campo de batalla con cualquier juego de guerra.

Pero por aquella época mi enfermedad aún no mostraba signos tan graves. Por entonces, miraba y remiraba encandilado el aura dorada que desprendían las fotografías de figuras de goblins cabalga lobos que a mis ojos lucían maravillosamente pintados. A su detallado modelado y a mi parecer estupendo pintado había que añadir las ilustraciones de las publicaciones que acompañaban su salida al mercado y el rico trasfondo que los rodeaban.

El mundo de Warhammer siempre ha tenido una gran personalidad, pocos juegos han marcado tanto una etapa de mi vida como este - creo que sólo lo supera el sacrosanto Magic -. Cada uno de sus personajes que aparecían en la revista White Dwarf nacía dotado al instante de una gran historia a sus espaldas que hacía volar la imaginación de los jugadores. Añadirlo a una lista de ejército lo imbuía enseguida de una carga emotiva especial. Tu ejército dejaba de ser anónimo y pasaba a narrar un nuevo capítulo de la historia de tal o cuál personaje.

Pero llegó el día que pude probar al fin algunos de los más representativos juegos de Games Workshop y la ilusión de diversión infinita se desvaneció al descubrir que pasaba más tiempo lanzando dados y sumando resultados que de deleitarme acercando mi cara a las figuras y contemplando desde todos los ángulos el perfil de los portentosos ejércitos que se movían con lentitud por el campo de batalla. Estos eran escasos en número de unidades, lejos de lo que prometían las profusas portadas de las cajas básicas. Además, la mitad de sus figuras eran reciclados de otros juegos de público más amplio como Heroquest o Battlemasters.

Comprobé con desánimo también que cuanto más bonita y destacada era una figura más rápido quedaba eliminada por ser el blanco de todos los disparos y ataques mágicos. Esto se hacía especialmente evidente en juegos como Warhammer 40000, cuando desplegabas con ilusión tu nuevo tanque en un tímido rincón de la mesa para que nadie reparase en él, con ganas de poder estrenarlo. Pero al primer turno era el blanco certero de algún arma pesada que lo hacía saltar por los aires pulverizado. No quedaba ni como resto de escenografía. De vuelta a la caja lo guardabas frustrado diciéndote para ti: Si yo sólo quería verlo correr por el campo de batalla un poco, sólo un poco...

De Warhammer Fantasy lo que más me gustaba era el movimiento de las unidades, contemplar las apiñadas filas de sus unidades formando bosques de lanzas en lo alto y muros de escudos al frente. Aunque soy valenciano no soy aficionado a los Moros y Cristianos, pero debo reconocer que sus formaciones dotadas con estandartes y músicos me recordaban a las fiestas de mi pueblo y es este detalle, el de las formaciones lo que más me agradaba del juego.

Ver cómo pivotaban las unidades preparándose para la carga, situarlas bien tras la línea de despliegue para conseguir ventajas frente a la posición de las tropas enemigas. Y en el encuentro crucial de fuerzas, cuando una carga vencía la moral de la unidad asaltada se producían cosas fantásticas: huidas desordenadas vencidas por el miedo y la derrota, persecuciones gloriosas que segaban la vida de todos los soldados enemigos, se efectuaban reencaramientos brillantes que podían darte la partida y demoledores ataques a los flancos y a la retaguardia del desorientado ejército enemigo. Ese pesado maniobrar de enormes unidades me fascinaba.

Por desgracia este sistema siguió evolucionando aparentemente inclinado a cumplir con las expectativas económicas de su empresa que apostó por figuras cada vez más grandes y donde las escaramuzas entre pocas figuras antes razonablemente asequibles pasaron a ser el vivo reflejo de lo que las portadas de sus juegos siempre prometían: vastas batallas donde no cabía ni un alfiler entre la marea de tropas, donde las infinitas lanzas y escudos formaban colinas y horizontes bajo cielos inyectados en fuego. Y claro, reunir tantas figuras tenía su precio en plástico y metal blanco. El resultado fue que me alejase de tan costoso mundo en aras de otros más asequibles.

Tuve una segunda etapa de Warhammer pero duró muy poco, y fue el feliz descubrimiento de este foro, la BSK, la que la interrumpió. Y es que el súbito conocimiento de la existencia de docenas de juegos que necesitaba tener desesperadamente para tener una existencia tranquila fueron una razón de peso. Con ellos perdí definitivamente cualquier interés por el mundo de Warhammer.

Pero alejarme de aquél sistema de juego lento, y opino que aburrido, no hizo que renunciase a jugar a ese nivel de combate táctico. No pedía que debiese ir necesariamente  acompañado de miniaturas, pero sí reflejar aspectos de las unidades como su vanguardia, retaguardia, flancos, donde las formaciones tuvieran un protagonismo capital. Dónde se encontraba el juego que reunía dichas características, no lo sabía. Aún.

Mientras compraba eurogames tenía un ojo puesto en eso que llamaban wargames, etiqueta poco clara en algunos títulos pero que ello no impedía disfrutarlos a placer. Fundamentalmente buscaba juegos de fichas y mapas hexágonados. Pero había tantos títulos, escenarios, épocas,  juegos de todos los tamaños y escalas, tantos sistemas diferentes, que me intimidaba empezar a estudiarlos. Pasé años formando mi ludoteca de juegos de mesa aproximándome poco a poco a sectores donde se empezaba a denominar títulos como wargames para ver si discernía entre ellos destacado ese GRAN juego de batallas tácticas que sí cumpliría con los sueños de ese niño de antaño. El pequeño Napoleón - ya no tan pequeño - se revolvía en protesta. Sabía que ese juego - o serie de juegos - existía. Ya estaba editado y me esperaba en alguna tienda a ser descubierto. Sólo había que encontrarlo. Fue entonces cuando solté a Napoleón que se lanzó como un perro atado demasiado tiempo y la búsqueda empezó. Hasta hoy.


La Bataille... La Batalla. Un gran título, sencillo y claro para un juego colosal. Me encanta usar esta palabra, parece especialmente hecha para este juego.

Batallas al detalle. Cualquier cosa que imaginé pedirle a un juego táctico lo tiene y con creces. Te sacia sin llegar a la indigestión. O tal vez no he tenido ningún empacho digiriendo su manual por haberme labrado en muchos otros, más duros aunque de proporciones más convencionales. Y ojo, que un juego emplee amplios mapas no quiere decir que sea más difícil que otros de tamaño más reducido.

Lo primero que te encuentras en la lectura del manual es la compleja organización de mando y la estructura piramidal de unidades de combate: cuerpos de ejército, regimientos, batallones, divisiones, compañías ... Es un placer averiguar cómo funciona, sus entresijos, visualizar en el campo de batalla los 15 hexágonos de diámetro de tu general del ejército que es a lo que alcanza su mando, ver que puedes extenderlo a través del resto de líderes en  radios más pequeños. Este aspecto del juego ya me entusiasmó, era nuevo para mí.

Luego viene el movimiento y con él todas las reglas de encaramiento y formación que me hicieron tocar el cielo. Cuanto detalle sin caer en la injugabilidad. Qué gracia en la forma en la que se resuelve el reflejar la formación en la que se encuentra una unidad dependiendo de su posición respecto al hexágono o hexágonos que ocupa.

Que cuente con muchas reglas no significa necesariamente que sea más tortuoso de jugar. Sí, Le Bataille... no es fácil de jugar, no es un juego introductorio, se pide que el jugador tenga un recorrido por otros juegos, sólo así la aproximación resulta más asequible para comprender el denso manual y a unir sus partes, ordenarlas en tu cabeza.


Hay que subrayar y esquematizar un poco para poner en un lenguaje más asequible lo que se presenta en densos e impenetrables párrafos en el reglamento.

Esta asimilación no se hace en una tarde ni con una partida al primer escenario, pero cada minuto que vives en el juego suma experiencia para el siguiente, y la curva de aprendizaje se allana con las ganas de jugarlo.

Soy de los que piensa que el tamaño del manual y la duración que exige un juego no importan, ni tampoco la mesa que ocupe. Si hay ganas e intención de jugarlo se encontrará la manera de hacerlo, sino sobre una mesa en el suelo, como cuando éramos niños. Si es de los juegos que cuando es tocado por un jugador que viene a darlo todo por disfrutarlo, sin peros ni prejuicios en la boca, el juego suena de una manera maravillosa. Valdrá el tiempo y dedicación que se le habrá brindado.  Y La Bataille es uno de esos juegos.
 
El corsé de sus profusas reglas no limita sino expande las posibilidades de juego de una manera increíble, las variables a tener en cuenta se multiplican y las decisiones también, y es la toma de decisiones lo que aliña y da personalidad a esta serie, lo que supone la victoria o derrota en cada rincón de su mapa.


No me atrevo a hablar de si La Bataille de Ligny cae más en la casilla de juego o simulación. Digamos que las mecánicas reflejan bien lo que representan. Para mí tienen la medida justa para provocarte las sensaciones de una batalla plasmada a través de tablas y dados y cuya secuencia de juego en el tiempo y espacio describe todas las luces y sombras de este barroco drama con olor a pólvora.

Por lo tanto dónde termina el juego y empieza la simulación es una cuestión que no alcanzo a ver, pues sumiéndome en las sensaciones que me da el juego no puedo cerrar el grifo de la imaginación que hilvana y junta la tragedia que se teje en cada rincón de este inmenso campo de batalla. Todo está bien contemplado en el reglamento. Ese detalle que algunos llaman simulación, esa riqueza que no tiene porque estar peleada con la jugabilidad es lo que me da aquello que Warhammer no podía a pesar de toda la gloria de su detalladas figuritas.

Infantería, caballería, cañones ¿He dicho cañones? Hacerlos rugir por las colinas, descontando con cada tiro la munición utilizada, teniendo en cuenta el vagón de suministros de éste que ha de estar emplazado a 3 hexágonos del cañón que abastece y a 5 de una carretera o vía para mantenerse suministrado. Un cañón que ha de ser montado en el sitio adecuado, encarado hacia el enemigo. Imaginas allí a su dotación, nerviosa, esperando el momento justo para dar muerte al frente de divisiones enemigas llenas de rostros anónimos, cuyos padres estarán en algún hogar del mundo esperando que sus hijos regresen sanos y salvos a casa. Un drama del que aprendes la triste historia y geografía de las batallas napoleónicas.

Aquí no hay nada que pintar, las fichas - counters - no tienen nada que envidiar a los colores que podamos conseguir con tintas, ricas paletas de acrílicos y osadas capas de pincel seco sobre superficies de plástico. Las fichas de La Bataille están bellamente diseñadas, sus colores perfectamente combinados, juntos son una fiesta para los sentidos, y en el vasto campo de batalla, inviable en la escala de Warhammer, ofrece un cuadro preciosista que hace agradables los momentos de espera mientras los demás jugadores hacen sus movimientos en el mapa.


Counters y mapa forman un marco perfecto para diseñar estrategias, blandir tus ataques y firmar tus victorias, tejiendo en cada uno de sus rincones dramáticos combates que bien valdrían ser contados.

La Bataille, no se juega, se vive. La Bataille no se olvida, sus partidas se recuerdan con precisión. La marea de fuerzas se queda grabada en el mapa: dónde se iniciaron arriesgadas cargas y donde terminaron la huida de orgullosos ejércitos que tras derrumbarse en retirada se revolvieron en su honor, y dieron frente de nuevo al horror reiniciando el combate. 

Con el rugoso tacto de los mapas, hecho de un papel muy poroso y del que me sorprende el  nivel de detalle y claridad conseguido en la impresión -no querrás ponerle una plancha de plexiglás para no privarte de su agradable tacto -, recordarás donde se llenaron los campos de cuerpos caídos el los combates más cruentos,  y dónde todavía parecen resonar los disparos de mosquetes, qué casas ardieron con los disparos e identificarás las torres de las iglesias que fueron testigos mudos de las fuertes apuestas en las vidas de sus soldados de los generales de los ejércitos.

En La Bataille no dices "Yo jugué a Ligny", sino más bien "Yo estuve en Ligny.". Y siempre querrás otra oportunidad para cambiar las cosas. Eso es lo que justifica hacerse con un juego de estas proporciones,  vivir en el cuadro que representa. Un juego que brilla desde el turno 1. No es como otros juegos donde estás preparando la eclosión de tu gran obra para el último turno, para justo en el recuento de puntos levantarte y decir "Olé! Yo primero". Aquí se trata de tejer una historia desde que tus soldados llegan con el uniforme limpio y blanco hasta que yacen en silencio amontonados y bañados por su propia sangre. Más bien terminarás diciendo "Yo luché en Ligny."

Y después de este juego del que me queda mucho por explorar, que me acompañará toda la vida, hay otro titulo que me aguarda, otro La Bataille pero terminado con la palabra Dresde, La Batalla de las Cinco Coronas, con Napoleón a la cabeza defendiendo la famosa ciudad. Este lo dejaremos para reyes, hay que empezar el año con epicidad. Y más a lo lejos pero no tanto como ayer su hermanada serie Battles from the Age of Reason con Fontenoy y Prague, pero eso será otra cima desde la que ver y disfrutar de este bonito hobby, será otra historia, y por supuesto, otra reseña ¡Muchas gracias!

Link a su página en BBG: https://boardgamegeek.com/boardgame/12897/la-bataille-de-ligny
Una completísima reseña sobre la serie La Bataille escrita por el compañero Tío trasgo: http://labsk.net/index.php?topic=100591.0
« Última modificación: 19 de Octubre de 2017, 11:31:47 por Zolle »
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natx17

Re:La Bataille de Ligny (Reseña)
« Respuesta #1 en: 19 de Octubre de 2017, 11:20:24 »
Qué gran reseña! Gracias!

hombrepollo

Re:La Bataille de Ligny (Reseña)
« Respuesta #2 en: 19 de Octubre de 2017, 11:25:57 »
Super reseña. No he jugado wargames (más allá de lo que fuera el space marine de ganes workshop) pero has conseguido picar mi gusanillo. Pd: he de decir que el 3 también fue mi primer White dwarf y que llevo años diciendo que el nombre de Tyrion me sonaba de algo. Gracias por los recuerdos y antigracias por el GAS (los músicos tenemos la enfermedad del GAS, Gear Adquirition Syndrome, acabas de crear en tu laboratorio de científicos locos el Games Adquirition Syndrome)
Exijo una satisfacción

Bargerald

Re:La Bataille de Ligny (Reseña)
« Respuesta #3 en: 19 de Octubre de 2017, 11:38:28 »
Estupenda reseña hecha con mucha pasion... una serie graficamente muy visual, lastima del caos reinante en clash of arms que sacan cada juego de la serie con un reglamento diferente, tienes para elegir... 3°edicion, regulations, maria luisa, la mezcla de reglas que han ideado  para este. De hecho pensaba que tu asociacion de esta serie con Warhammer venia debido a que al igual que GW cambia de reglamento para cada edicion, La bataille tiene tambien para elegir

Zolle

Re:La Bataille de Ligny (Reseña)
« Respuesta #4 en: 19 de Octubre de 2017, 15:25:56 »
Estupenda reseña hecha con mucha pasion... una serie graficamente muy visual, lastima del caos reinante en clash of arms que sacan cada juego de la serie con un reglamento diferente, tienes para elegir... 3°edicion, regulations, maria luisa, la mezcla de reglas que han ideado  para este. De hecho pensaba que tu asociacion de esta serie con Warhammer venia debido a que al igual que GW cambia de reglamento para cada edicion, La bataille tiene tambien para elegir

Sí, de hecho quería hablar del tema de la existencia de diferentes ediciones del reglamento pero se me ha pasado. Me parece una mala decisión de diseño cambiar demasiado a menudo el contenido del reglamento. Creo que en una serie madura como La Bataille deberían de mantener una estabilidad en cuanto a reglas.

En el caso de Warhammer Fantasy y del 40000 era escandaloso y cansino el cambio de reglamento cada dos años. La etiqueta de caja nueva ya conllevaba un obligado reglamento nuevo y nuevos libros de ejército o codex. Los aficionados debíamos de comprar de nuevo todo el material escrito con la pobre perspectiva de usarlo tan sólo dos años. En este caso se trataba más bien de hacer negocio con ello.
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Valdemaras

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Re:La Bataille de Ligny (Reseña)
« Respuesta #5 en: 19 de Octubre de 2017, 17:53:14 »
¡Felicidades por la reseña Zolle!, se nota que ha sido escrita con mucho cariño y pasión.

He tenido la suerte de poder jugar algo a un par de juegos de esta serie y me han gsutado mucho. Eso si, utilizando las reglas Maria Luisa, peroc ada vez estoy más picado enlanzarme a la lectura de slguna otra versión más avanzada.

Muchas gracias  :)
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Re:La Bataille de Ligny (Reseña)
« Respuesta #6 en: 19 de Octubre de 2017, 19:33:12 »
¡Felicidades por la reseña Zolle!, se nota que ha sido escrita con mucho cariño y pasión.

He tenido la suerte de poder jugar algo a un par de juegos de esta serie y me han gsutado mucho. Eso si, utilizando las reglas Maria Luisa, peroc ada vez estoy más picado enlanzarme a la lectura de slguna otra versión más avanzada.

Muchas gracias  :)

Yo sólo he leído la quinta edición del reglamento de la serie, que me parece correcto y ordenado teniendo en cuenta su calibre. No lo puedo comparar con los anteriores. He leído criticas hacia las reglas Maria Luisa pero ignoro si están justificadas.

Tras la lectura de la quinta edición sólo echo en falta un glosario de términos al final del reglamento como hacen en muchos juegos hoy en día para poder consultar cosas con facilidad y rapidez. En estos juegos el tiempo es importante y no hay que perderlo en largas búsquedas por el manual.

¡Gracias a ti por leerla! :)
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lluribumbu

Re:La Bataille de Ligny (Reseña)
« Respuesta #7 en: 20 de Octubre de 2017, 00:13:48 »
Una fantastica reseña como siempre y que da gusto leer. A la espera de la siguiente que espero no tarde mucho. ;D

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Re:La Bataille de Ligny (Reseña)
« Respuesta #8 en: 25 de Octubre de 2017, 11:49:24 »
Gran reseña. Yo he jugado a varios de los juegos de la serie, y con CoA es una forma de vivir el wargame, como bien dices... ahora bien, ya sólo te falta dar el paso y pasarte a la simulación Napoleónica con figuras.
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Lupus

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Re:La Bataille de Ligny (Reseña)
« Respuesta #9 en: 02 de Noviembre de 2017, 21:05:28 »
Me has enamorao con la reseña, Zolle.
Me he reido un montón con tus anecdotas de WH. Yo también me batí el cobre entre servoarmaduras. casi se me saltan las lágrimas con lo de...

Citar
"cuando desplegabas con ilusión tu nuevo tanque en un tímido rincón de la mesa para que nadie reparase en él, con ganas de poder estrenarlo. Pero al primer turno era el blanco certero de algún arma pesada que lo hacía saltar por los aires pulverizado. No quedaba ni como resto de escenografía. De vuelta a la caja lo guardabas frustrado diciéndote para ti: Si yo sólo quería verlo correr por el campo de batalla un poco, sólo un poco..."

Pero la reseña en sí es infinitamente mejor. Aunque sé que queda fuera de mis posibilidades de tiempo y sobre todo adversarios, me han enrado unas ganas enormes de Napoleonear.

Gracias
Lupus in fabula.

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Re:La Bataille de Ligny (Reseña)
« Respuesta #10 en: 03 de Noviembre de 2017, 13:58:07 »
Pues en la Simulación Napoleónica con figuras es igual, la unidad más vistosa siempre es la primera que acaba causando baja... a más apariencia, mayor atracción de los tiros (el efecto portaviones le llaman también...)
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Zolle

Re:La Bataille de Ligny (Reseña)
« Respuesta #11 en: 23 de Noviembre de 2017, 15:13:17 »
¡Felicidades por la reseña Zolle!, se nota que ha sido escrita con mucho cariño y pasión.

He tenido la suerte de poder jugar algo a un par de juegos de esta serie y me han gsutado mucho. Eso si, utilizando las reglas Maria Luisa, peroc ada vez estoy más picado enlanzarme a la lectura de slguna otra versión más avanzada.

Muchas gracias  :)

He estado ojeando las reglas de Maria Luisa y las de Règlement de l'an XXX porque había algunas cosas que no tenía claro estar haciendo bien y debo decir que fue una mala decisión tomar el reglamento que venía con el juego - es muy similar al anterior aparecido en el de Dresde aunque lo hayan bautizado como nueva quinta edición -.

La diferencia fundamental entre estos dos - el de Dresde y Ligny - y los primeros que he citado es el orden de juego: En el de Ligny cuando se roba un chit perteneciente a un bando, dicho bando resuelve  todos los movimientos, disparos con unidades - salvo la artillería - y asaltos hasta la fase de reagrupamiento de TODAS sus Unidades de Maniobra. Luego se siguen robando chits. Cuando salga el del otro bando éste realiza todas las fases de tirón de la misma manera. Los chits restantes pertenecientes a las Unidades de Maniobra  que ya se han resuelto anteriormente ignorados. Cuando no quedan chits finaliza el turno y se vuelve a empezar.

También me llama la atención que el asalto es más complejo - y pienso que más interesante - en el de Maria Luisa que no en los nuevos. En el de Ligny está implementado al movimiento y sólo has de situar la unidad que deseas que asalte adyacente al objetivo con el correspondiente marcador de asalto sobre él y en la fase de asalto hacer el chequeo de moral, poco más.

A falta de probarlos me resultan más atractivos los antiguos reglamentos. 
« Última modificación: 23 de Noviembre de 2017, 15:52:02 por Zolle »
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ignigogm

Re:La Bataille de Ligny (Reseña)
« Respuesta #12 en: 23 de Noviembre de 2017, 16:01:16 »
Recomiendas el Maria Luisa? Se supone que es más sencillo.

Zolle

Re:La Bataille de Ligny (Reseña)
« Respuesta #13 en: 23 de Noviembre de 2017, 16:43:34 »
Recomiendas el Maria Luisa? Se supone que es más sencillo.

Y es así, aunque la quinta edición del reglamento que viene con Ligny sólo tiene cinco páginas más que el de Maria Luisa. Éste último tiene una lectura más fácil y cuenta con más ejemplos. Ambos, el de Ligny y Maria Luisa, desde la perspectiva de Règlement de l'an XXX caen en la misma división, pero resuelven algunas cosas de manera diferente.

No sé, al final el de Ligny me ha obligado a releerlo tantas veces que necesito alejarlo de mí durante un tiempo, el juego no es tan difícil como su reglamento, es una pena que no esté redactado con más claridad.
« Última modificación: 23 de Noviembre de 2017, 16:48:04 por Zolle »
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Re:La Bataille de Ligny (Reseña)
« Respuesta #14 en: 12 de Febrero de 2018, 23:31:05 »
Hola, no sé si alguien lo leerá pero me apetece dar mi opinión 😅, he jugado de la serie la bataille al Lutzen, al Moskova, y tres partidas al Quatre Bras y vamos a empezar el Mont Saint Jean (Waterloo), después de años dando patadas a todos los reglamentos existentes y consultados con gente que ha hecho lo mismo que nosotros, nos quedamos con el reglamento que se utiliza en el de Orthez y en el de Quatre Bras. En realidad no cambian muchas cosas, pero sí unas cuantas, pero lo más importante es que los chits de maniobran se juegan de uno en uno, nada de que el primero que saque un chit ya mueve todas sus unidades de maniobra y resuelve hasta los asaltos 😳, y luego el otro mueve todos los suyos, en el reglamento elegido por nosotros se mueven punto de maniobra uno a uno y sólo se resuelven los asaltos una vez ya no quedan más chits y después del segmento de fuego, con lo que se le da más incertidumbre a la recreación ya que se pueden desviar asaltos y se nota más interacción de las tropas sobre el campo de batalla. No estaría mal echarle una ojeada a las reglas que digo, todas las personas consultadas por mí han coincidido que son mejores que las de Marie Louise o las de la quinta edición. Es muy interesante y se agradece mucho el leer todo lo posible sobre la época y sobre todo lo que sería la batalla y la campaña de la batalla que se quiera recrear. Recomiendo humildemente leer a manera de vista global e introductora a David Chandler que no profundiza mucho y se le nota mucho su nacionalidad, y sobre todo leer a Peter Hofschroer, verdadero Tucídides de la época que va directo a la verdad y no a la propaganda así como que nos colmará de detalles 😇