Han: «Ya sabes, un viejo apostador que conocí tenía un dicho: si tú crees que un tipo puede tener un bláster escondido bajo la mesa... tú lleva dos blásters.»
Chewie: «Wrar Wrraarrr.»
Han: «O arráncale los brazos antes de que tenga una oportunidad de sentarse. Yeah, buen punto, Chewie.»
Este sábado, en un club muy, muy cercano, volveremos a jugar en la Capella y no arrancaremos los brazos a nadie. A fin de cuentas, nos hacen falta para jugar.