La verdad es que si.
Hoy he desempolvado
Runebound 2nd Edition, uno de los primeros juegos de mi colección.
Hace unos días encontré un post de Mr Skeletor (un frikazo que fue quien se marcó las reglas más famosas para jugar a este juego en solitario y que fue playtester de la expansión Sands of Al-Kalim) y empecé con el run run.
El artículo en cuestión es una guía de compra de las expansiones, pero lo que me chocó fue que tuviera fecha del año pasado. Es decir, catorce años después de su lanzamiento (y más en el mercado actual), todavía había gente hablando del juego.
Tenía buenos recuerdos del juego pero no tanto de la versión "vainilla". Ya en su día añadí varias expansiones y variantes (y jugarlo con alguien es algo que no repetiría)
Así que he montado el Frankenstein que supone añadirle 9 expansiones de caja pequeña, la variante de Doom Track (para que no se haga eterno), travesías peligrosas, mercados expandidos, mercader errante, ciudad de aventuras, skill test y tesoros ocultos, y después de todo ese follón...

...me ha sorprendido lo bien que me lo he pasado.
Con las movidas que te monta el juego y un poquito de imaginación, podría escribirse una novelilla sin mucho esfuerzo. Todo el ambiente que se ha generado en la partida ha sido muy inmersivo y bastante coherente. Casi, salvando las distancias, como en una buena partida de rol. Solo hacia falta dejarse llevar un poquito.
Eso si, el juego (por muchos adornos), sigue siendo lo que es: un juego de aventuras bastante clásico.
Pero es el que más he disfrutado de su especie.
Y eso que,al final, el bastardo del dragón me fulminó cuando estaba a puntito de caer.
Si a alguien le interesa toda esa locura de variantes y demás, podéis encontrarlas en el blog Frito x jugar. Imagino que se podrá adaptar a la nueva versión.
De momento lo voy a dejar cerca de la mesa de juego. Y con un cuaderno al lado. Por si se tercia tomar algunas notas.
Un saludo.