Cita de: davinci en 05 de Marzo de 2019, 09:20:50 Ben, compañero, montas un cacao de órdago para justificar la fusión que haces entre el concepto de "suspense" y el más general "interés". Comprendo que lo veas así, pero me parece ambiguo y, por tanto, problemático. Pero es tu opinión y pareces muy sobrado en ella. Sigamos con el cine de miedo porque esta discusión no aporta nada a nadie.Salud No solo interés. Confunde el suspense con el conflicto. Pero debe de ser un concepto del que ni debe haber oído hablar, claro.
Ben, compañero, montas un cacao de órdago para justificar la fusión que haces entre el concepto de "suspense" y el más general "interés". Comprendo que lo veas así, pero me parece ambiguo y, por tanto, problemático. Pero es tu opinión y pareces muy sobrado en ella. Sigamos con el cine de miedo porque esta discusión no aporta nada a nadie.Salud
Tranquilo, Ben. Tú tienes la verdad absoluta y Hitchcock no sabía de lo que hablaba. Asunto zanjado.
Yo creo que es un género con mucha mugre. Creo que a fuerza de ir viendo las mismas cosas el público se inmuniza. Los primeros vampiros supongo que daban miedo porque era la 1a vez que los veías en una pantalla, en carne y hueso. Ahora ves Nosferatu y te partes del supuesto vampiro. Los sonidos y movimientos rápidos de cámara son sustos momentáneos, recursos fáciles, que ayudan en una buena trama, pero es que hay pelis que no tienen nada detrás, solo esto. Y luego las que construyen una buena trama y te presentan algo tan pesadillesco que al final no saben ni cómo explicar la naturaleza del ente/fenómeno/loqsea y te vas con mal sabor de boca ( a mí eso me pasaba por ejemplo al leer a Stephen King, me acojonaba durante 900 páginas, pero en las últimas 100 me hacía renegar de la novela ).
Estoy de acuerdo con que el público está más encallecido y es difícil hacerle temblar, pero yo reivindico todavía hoy la capacidad de sobrecoger de las (buenas) películas antiguas. Un par de ejemplos, la primera escena de "La Momia" de Karloff, o la escena del Drácula de Tod Browning en que Renfield llama a su amo desde la celda del manicomio.