Yo he probado el Shiloh. Me gustan las mecánicas del juego en general, pero en el caso de Shiloh las fases se vuelven bastante farragosas e intentaré explicar por qué.
Para empezar, un factor que es puramente histórico y que se refleja en el juego: la mayor parte del terreno es bosque, el avance es muy penoso y la artillería salvo en unos contados claros no tiene visibilidad. También, por la propia naturaleza del escenario, la fase de organización tiene que saltarse entera, puesto que en este juego no vamos a poder fortificar, quemar puentes, hacer trincheras ni nada por el estilo. Esto, que presumo que le da vidilla a Antietam (sólo lo intuyo porque no lo he probado, pero me gustaría), en Shiloh no está.
Y luego está el tema del propio sistema, con las fases fuego de artillería-movimiento-fuego defensivo enemigo-fuego ofensivo del jugador activo. El hecho de que haya fuego defensivo, aunque me gusta como idea de la simulación de la batalla, hace que el turno se vuelva larguísimo.
Hasta el momento he jugado en solitario el primer escenario (el primer día de batalla) y se fue la cosa a unas 6-8 horas, más a o menos. Iba a seguir empalmando con el segundo y ya jugando la campaña completa, pero en las notas del diseñador explica que si a esa altura el confederado no va ganando, que se despida, así que viendo el previsible resultado y no queriendo meterle otras 6 horas para quedar igual, lo dejé ahí de momento.
En resumen: el juego en cuanto a calidades, genial, mapa montado, fichas ya troqueladas y redondeadas, etc., de diez. Cuidado con las reglas generales, porque tienen alguna errata (y una gorda, aunque se pilla pronto, sobre cuándo se puede mover la artillería). Y el juego: chulo, pero se hace algo farragoso. Me gustaría probar Antietam para ver si esos problemas que tiene este juego se ven de otra forma.
Espero que os sea de ayuda.
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