Pues ya hemos echado un par de partidas.
Sencillo, pero bien para jugar con los críos. Los míos desde luego se meten en el papel y cuentan sus batallas usando los objetos de la mochila. Cada partida se ha ido a más de una hora con tanta imaginación y risas.
Pero sí, en cuanto se sepan las cartas, no sé si querrán seguir jugando.
Mientras tanto, a disfrutar.
Saludos