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Etiquetas: reseña 

Autor Tema:  (Leído 2716 veces)

Kastel

  • Visitante
Neue Heimat
« en: 01 de Diciembre de 2008, 13:45:45 »
Estrené este juego el sábado y me gustó.
Os comento un poco de qué va.

El ayuntamiento ha sacado terreno para levantar edificios. Los jugadores harán el papel de inmobiliarias que tratarán levantar estos edificios planta a planta buscando el máximo beneficio. Veamos cómo funciona...

El tablero es pequeñito. En él se pueden ver los 30 solares sobre los cuales levantaremos las edificaciones. 12 de estos solares están ubicados entre la carretera gris y el río azul. Al principio de la partida sólo es posible edificar aquí. Los cubos con puntos dibujados son las diferentes plantas que compondrán los edificios. Sólo tienen dos de sus seis caras con la misma puntuación y las otras cuatro caras sin nada. Cuando se vayan superponiendo las plantas habrá que recordar la puntuación pues quedará oculta por los cubos de encima y por los tejados. Estos cubos son de 6 colores diferentes Los tejados son rojos y semiesféricos. Algunos tienen una cifra dibujada, otros no. Hay 6 cubos un poco más pequeños y sin puntos. Yo los llamo "titulos de propiedad" pues sirven para que los jugadores vayan adquiriendo "colores" a lo largo de la partida. Por último y no por ello menos importante, están el alcalde y los cubos especiales, tanto uno como otros en color madera natural.
Ah, se me olvidaba... ¡la pasta! Se reparten 12 millones a cada jugador.
Se disponen al azar 24 cubos de plantas sobre la mesa, distribuidos en 3 filas de 8 cubos cada una.
Se "barajan" los tejados y se ponen boca abajo sobre la mesa (o se meten en una bolsa opaca).

Cada jugador en su turno escoge uno sólo de los objetos siguientes:
- 1 cubo de planta de entre los 6 posibles que están en cualquiera de los extremos de las 3 filas de cubos
- 1 tejado al azar. Si sale un tejado sin cifra dibujada, el jugador pierde su turno. Sólo puede escoger esta opción si hay algún edificio sin tejado construido.
- el alcalde
- un cubo especial

Pero no se lo queda, no señor. Lo pone en pública subasta. Ésta se desarrollará en una sola vuelta. Si alguien pujó más que el resto, el subastador deberá decidir si le entrega al ganador de la subasta la pieza subastada a cambio del dinero, o por el contrario se queda con la pieza debiendo en este caso pagar el dinero al ganador de la subasta. Y como siempre, este mecanismo da lugar a sus propias tácticas de subasta. También puede ocurrir que nadie puje. En este caso, aunque las reglas no dicen nada, es lógico que se la quede el subastador gratis.
Si la pieza adquirida es un cubo de planta, el jugador la edificará empezando por el solar más próximo a la carretera y sin dejar huecos. Si el color del cubo de planta aún no estaba representado en el tablero, el jugador se queda el cubo "titulo de propiedad" de ese color. Se pueden conseguir varios títulos. Si se edifica sobre otra planta (del color que sea) necesariamente los puntos del cubo deben ser inferiores a los de la planta ya edificada.
Si lo adquirido es un tejado, lo pone encima del edificio sin tejado que desee sin importar el color de los cubos de planta que hay debajo.
Si lo que se ganó en subasta es el alcalde, el jugador lo pone en la carretera gris, enfrente de una de las 3 filas. Esto doblará la puntuación de esa fila al final de la partida, ya sea puntuación positiva o negativa.  El alcalde, una vez pagado, es posible devolverlo a la caja sin usar.
Si se consiguió uno de los cubos especiales, el jugador tiene la facultad de modificar los permisos de construcción, es decir, de alterar la longitud máxima de la fila en donde es legal construir. Así, si se juega el cubo especial I se alarga o se acorta la fila elegida en 1 terreno. Lo equivalente para el cubo II y el cubo III. Hay un cubo "0" para anular los cubos especiales citados. Estos cubos especiales también se pueden devolver a la caja una vez pagados sin usar.
Todo esto termina cuando se han completado dos filas o cuando ya no es posible edificar más. Una fila está completa si tiene todos sus terrenos edificados (según la norma municipal vigente en ese momento) y cada uno con su correspondiente tejado.

Además, al principio de cualquier turno, el jugador puede "evadir" dinero metiéndolo debajo del tablero. Al final cada cheque vale 1 punto.
¿Y todo ésto para qué? Pues al final de la partida las filas completas tienen puntuación positiva y las que no, negativa (duplicada o no). El propietario del edificio es el que tiene el título de propiedad del mismo color que la última planta del edificio en cuestión. Sumará el valor de cada planta y del tejado.

Empezamos la partida todos desorientados. Todo era de colores, de madera y muy bonito pero completamente inútil pues no sabíamos qué hacer. Al principio nos pareció obvio que cuántos más títulos de propiedad consiguiéramos, mejor. Más tarde se demostró que no basta con eso. Si no consigues colocar cubos de planta justo debajo del tejado y en filas completas, la c-a-g-a-s-t-e. Aprendes a hacer la cusca edificando plantas de colores ajenos en filas con escasas posibilidades de ser completadas. Claro que ésto es muy elástico (literalmente) pues las normativas municipales hacen que el escenario cambie con frecuencia. Un juego vistoso, original, rápido y entretenido. Seguramente con más profundidad de la que fuímos capaces en esta primera partida.

angel3233

Re: Neue Heimat
« Respuesta #1 en: 01 de Diciembre de 2008, 18:16:39 »
pues parece como tu dices que debe dar mas de si, cuando lo pruebes de nuevo comenta que te parece  ;)

pablostats

Re:Neue Heimat
« Respuesta #2 en: 30 de Marzo de 2018, 23:59:56 »
Un juego vistoso, original, rápido y entretenido. Seguramente con más profundidad de la que fuímos capaces en esta primera partida.

Lo jugué por primera vez hace dos semanas. La caja tenía un aspecto horripilante, ya que parecía más bien el clásico set de piezas de madera para que los niños jueguen a hacer construcciones. Pero una vez terminada la partida (a cinco jugadores) podía suscribir palabra por palabra lo que he citado del post de Kastel de hace diez años.

Me impactó tanto que rastreé el mercadillo y la Bgg para ver qué posibilidades había de comprarlo, y el juego está totalmente fuera de stock. De hecho su editorial (Chili) cerró en 2015. En el mercado de la Bgg se vende por entre 100 y 250 euros...

En la Bgg hay un PDF con las dos superfícies que forman el tablero. Y en la cooperativa Abacus encontré unos dados de tamaño adecuado para jugarlo. Un print-and-play muy fácil de hacer. Estoy deseando probarlo de nuevo para sacar más conclusiones, porque mi primera impresión fue de un juego de la vieja escuela (pese a ser de 2007), de los que cuesta encontrar a día de hoy por la austeridad de sus materiales (que son de buena calidad, ojo), pero en su sencillez roza la genialidad. Y apunta a ser muy rejugable.

mazmaz

Re:Neue Heimat
« Respuesta #3 en: 31 de Marzo de 2018, 09:47:00 »
Acaban de anunciar su reedicion con el nombre de The Estates

pablostats

Re:Neue Heimat
« Respuesta #4 en: 08 de Abril de 2018, 22:27:22 »
Bueno pues primera prueba con el print-and-play que me he montado, y realmente el juego promete muchísimo. A diferencia de mi primera partida, donde se usaron en seguida los permisos de construcción para extender la zona urbanizable, en la partida de hoy con tres novatos todos intentaban reducir las filas de edificios o, directamente, eliminar los permisos de construcción. Este juego es impredecible gracias a la variedad del pool de dados. Cada partida es un mundo.

A ver qué tal esa nueva edición bajo el título de "The Estates". Teniendo este pnp no creo que la compre, pero que se reedite más de 10 años después de su publicación dice bastante de lo buen juego que es. Otra más de esas joyas en el fango que valen la pena rescatar.

pablostats

Re:Neue Heimat (The Estates)
« Respuesta #5 en: 09 de Diciembre de 2018, 12:51:15 »
La reedición como "The Estates" me parece excelente. Muy buenos materiales (desde los cubos de construcción a las bolsas para guardar los cubos y los tejados, pasando por las elegantes tarjetas de visita de las empresas constructoras), un arte mucho más atractivo y un manual de reglas tremendamente claro. Un "remake" bien hecho.

El juego cuenta con una pequeña variación respecto al original: los cinco tejados sin valor que había de diecisiete disponibles han sido eliminados del juego. En el juego original sacar un tejado sin valor de la bolsa suponía perder el turno. Ahora los doce tejados disponibles tienen un valor entre 1 y 6. A mí no me disgustaba esa regla, pero creo que el juego no se resiente.

Uno de los mejores abstractos que he jugado nunca. Otro juego a añadir al hilo de "joyas en el fango" vista la nula repercusión que está teniendo por aquí.