Lo que querría saber es si estas impresiones se difuminan con las partidas, o si es un auténtico dice-fest... de unas cuatro horas de duración.
Obviamente depende de los gustos de cada uno.Para un wargamer que sólo quiera juegos en los que controle como un dios todos y cada uno de los aspectos de la partida (excepto los del contrario), pues le parecerá una mierda.Es un juego con su parte de caos y azar, como ocurría en aquellos años. Podían morir de la cosa más rara en el momento más inesperado, y uno tiene que contar con ello, y actuar intentando minimizar las debacles, tentar a la suerte lo justo y en los momentos concretos.
[...] Si compras este juego es que buscas eso un juego fácil, directo y descontrolado, líderes que mueren en cualquier momento, tropas que quedan sin lider y se apuntan con el primer noble que pase.... lo normal en esa época XD
Toma muchos conceptos de Hammer of the Scots, pero incorpora algunas cosas interesantes, y el resultado es un juego menos lineal.