Veamos, cuando alguien entra en una cripta, el jugador de la derecha o de la izquierda, según se indique en la cripta, hace de Crypt Master. Coge todas las cartas y tras examinarlas, si existe al menos una trampa, lo dice, pero sólo anuncia que hay UNA trampa. Tras resolver la trampa, si hay más trampas, anuncia que hay UNA trampa más. Vamos, que las trampas se resuelven de una en una y sin que el otro jugador sepa cuantas hay en total. Después si hay monstruos, se revelan todos a la vez. Entonces, por turnos y empezando por los monstruos, cada bando actua: un monstruo, un heroe, un monstruo, un heroe, etc, hasta que todos han actuado una vez, momento en que comienza una nueva ronda y vuelta a empezar. Ahora bien, según las reglas, los monstruos no pueden elegir el blanco de sus ataques, o sea, que ellos pegan y un héroe a elección del jugador se come la toña. Mientras que los héroes sí pueden elegir el mostruo al que dirigen sus ataques, con lo que siempre elegirán al monstruo que aún no ha actuado, sin darle habitualmente ocasión de réplica. Como quiera que la media de mostruos que uno se encuentra en una cripta son dos, resulta que, tipicamente, tras el ataque del primer monstruo, los heroés se cepillan al segundo y rematan al primero antes de que se acabe la ronda. Aplicando la regla casera, sin embargo, es posible que el primer monstruo pueda "defender" al segundo y darle la oportunidad de actuar.
Claro que también hay multitud de efectos y habilidades que alteran el orden de ataque en los combates, la mayoría en beneficio de los héroes, lo que hace más necesaria la regla casera a mi ver.