EL MISTERIO DE LA ABADíA (RESEÑA)

[hemp]

Buenas. Aqui vengo otra vez a comentaros que me ha parecido uno de los ultimos juegos que he tenido la ocasión de probar: "El misterio de la Abadía", de Days of Wonder.

En primer lugar, os voy a contar cómo este juego ha acabado en mi mesa, pues resulta un poco anecdótico. Un amigo me había comentado hace tiempo que le gustaría comprar un juego de crimenes e investigaciones, donde hubiera que seguir pistas y pensar para deducir un misterio. Mencionó el antiguo "Cluedo" como referencia. Y además me hizo saber su preferencia por un ambiente medieval. Todos estos datos apuntan inequivocamente al juego "El Misterio de la Abadía". Pareciera que hubiesen hecho el juego para satisfacer su demanda.

Es un juego de deducción donde hay que encontar a un asesino entre 24 personajes diferentes, cada uno de ellos con una serie de rasgos distintivos propios. Al principio de la partida, una carta es tomada de una baraja donde están representados estos 24 personajes y se pone bajo el tablero: ya tenemos  al asesino... solo que aún nadie conoce su identidad.

Empieza entonces una carrera entre los jugadores para ser el primero en descubrir quién es el asesino. En un principio, cada jugador tiene acceso a una mano de cartas de un determinado número de inocentes. El resto están repartidos entre sus oponentes, además de en una pila sobre el tablero. Mediante diferentes acciones y estrategias a seguir, se pueden identificar nuevos inocentes, cerrando el circulo de los sospechosos cada vez más. Algunos de estos métodos son el robo o intercambio de cartas, o los interrogatorios entre jugadores. Y sobre todo, la perspicacia que cada jugador pueda desarrollar, pues es importante estar atento a los intereses de los rivales, y a veces saber leer entre lineas, con cuidado de evitar caer en falsas conclusiones. Todo esto está aderezado con diversas cartas que nos ayudarán, nos permitirán hacer jugadas especiales o cambiarán sustancialmente el curso de la partida, además de una mecánica de juego efectista, y puntualmente original y divertida (el toque de la campana para asistir a misa provoca una risa generalizada instantánea). La curva de emoción se va elevando durante la partida hasta dispararse en las rondas finales, donde la tensión se apodera de la mesa de juego y se propaga desde el primer hasta el último jugador.

Un juego donde hay que pensar y razonar, desde luego, y que a nivel de juego personal puede ser tan complejo como nuestro intelecto y nuestros métodos nos permitan. Un juego para casi cualquier persona, si bien la diferencia entre un jugador novel y uno avanzado puede ser importante, pues es sólo despues de varias partidas donde se empiezan a vislumbrar las posibilidades más avanzadas  que el sistema de juego te permite poner en practica para acelerar tu investigación y -muy importante- entorpecer la de tus oponentes.

Debo decir que hay un par de detalles que me parecen descompensados, como la distribución irregular de las celdas (desde la capilla) o una carta que otorga una ventaja excesiva si casualmente es robada por un jugador en la primera ronda de juego. Pero esto son pormenoridades que para nada oscurecen la divertidisima experiencia de este juego. Además, creo que "El Misterio de la Abadía" explota especialmente la máxima a la que se debería atener todo buen juego: mientras mejor sabes jugar, más te gusta.

[Arracataflán]

Yo soy absolutamente negado para este juego. Ya he jugado tres o cuatro veces y es que no me acerco a la solución ni de lejos.

Me gusta más que el Cluedo por que no tiene esos pasillos interminables por los que deambulas sin nada mejor que hacer. Todo está más encajado y, por supuesto, los componentes son más bonitos.

Y al Cluedo tampoco gané ni por asomo nunca. Es que no sé ni cómo apuntar la información para que me sea útil.

[ppglaf]

... Es que no sé ni cómo apuntar la información para que me sea útil.

Cada carta que veas, la apuntas en la hojilla, y además, apunta las que sabes que tienen los demás: si le tienes que dar una carta al de tu izquierda, apunta cuál le das; si alguien enseña una carta, apunta que la conoce todo el mundo. Así, cuando tengas que enseñar o entregar una carta sabrás las que no le aportan información útil.

Y luego están las preguntas, pero aquí si que no te puedo ayudar: dependerá mucho de la picaresca de los jugadores.

En mi primera partida, a seis, uno de los jugadores hizo una pregunta: "¿Tienes al Padre Sergio?". Luego la repitió a otro jugador entre el mosqueo general. La tercera vez que la hizo, se desencadenó una carrera hacia la estancia donde se declaran las sospechas para acusar al Padre Sergio, que, por supuesto, era el culpable. Nos reímos muchísimo con esta situación.

Saludos.

[Deinos]

Y al Cluedo tampoco gané ni por asomo nunca. Es que no sé ni cómo apuntar la información para que me sea útil.

en los cuadrantes que te dan en el Cluedo...
-Un símbolo para la información que tienes segura que NOes (porque has visto las cartas): por ejemplo, una X.
-Un símbolo para la información que CREES que NO es (por la información que obtienes a partir de lo que hacen tus oponentes): por ejemplo, una / (que puedes completar a una X en el caso de que se confirme tu sospecha).
-Un símbolo para la información que CREES que SÍ es (igual que en el caso anterior): por ejemplo, un ·, que también se puede convertir en una X si te has equivocado.
-Un cuarto símbolo para la información que tienes segura que SÍ resuelve el misterio: me gusta usar una O.


(no sé si he quedado muy prepotente... pero me ha parecido que el comentario iba en serio. Si no era así, disculpas ).


EDITO: obviamente, lo dicho por ppglaf es también muy importante... lo de estar atento a la información que tienen tus oponentes, para facilitarles la mínima información útil posible.

[Arracataflán]

No me parece nada prepotente y, desde luego, mi comentario iba en serio. Me ganan hasta mis hijos y desde hace años.

Creo que parte del problema es de sistematización y otra parte de exceso de información. Posiblemente deba usar los símbolos que me aconsejas y limitarlos a lo más seguro. Con todo, probaré pero me temo que ya alguna vez me lo he propuesto y ha sido inútil . No pasa nada, no se puede ganar a TODOS los juegos, éste es mi talón de Aquiles y Aquiles era un héroe, no?

[Aren]

Yo he jugado varias partidas al misterio de la abadia, y lo qe intento hacer siempre es guardarme una carta de sospechoso y que nunca la vean los oponentes. Así te aseguras que ellos siempre van a dudar entre el verdadero asesino y tu sospechoso. De forma que cuando se comienzan a hacer preguntas y ves que un monje aparece mucho y no es el que tienes en la mano ya sabes que es el asesino y vas corriendo a acusarlo.
Cierto es que a veces es muy dificil conseguir mantener siempre esa carta oculta, pero una forma de ayudarte es intentar coger alguna carta de sospechoso oculta (que se cogen creo en el comedor) para tener más cartas que los demas y sea mas dificil que pillen la que quieres mantener secreta.

[hemp]

Buenas, vuelvo a visitar mi propia reseña para comentar algunas cosas que he ido descubriendo a base de jugar a "El misterio de la Abadía" a lo largo de este tiempo. En la primera parte comentare algunas tacticas, y un poco más abajo sacaré a relucir lo que en mi opinión son algunos problemas de este juego que se empiezan a vislumbrar tras algunas partidas.

En primer lugar, creo que la clave para ganar es anotar en la hoja de sospechosos TODO movimiento que se haga en el juego. Por ejemplo:

Quién pregunta qué, y porqué.
Qué cartas y a quien pasas a tu izquierda.
Qué cartas y desde quien recibes de tu derecha.
Qué cartas te roban directamente de tu mano, y quien lo ha hecho.
Qué cartas robas directamente de la mano de otro jugador.
Qué inocentes se han revelado en público.
Qué cartas estas seguro de que sólo conoces tú.

Luego, viendo estas notas es mucho más facil saber cuales son las cartas inútiles que debes intentar pasar (si esque puedes elegir), a lo que yo llamo rotación selectiva de cartas. Si ves que vas a estar forzado a pasar cartas desconocidas para el jugador de tu izquierda en la siguiente misa, puedes registrar la celda de dicho jugador, para luego pasarle la carta que le robaste de esta manera. En cualquier caso, siempre es preferible a pasar una carta "nueva", pasar una carta que te ha llegado a ti desde otro jugador, puesto que es un inocente que ya esta en juego.

En cuanto al trabajo sobre la hoja de sospechosos, es conveniente ir eliminando grupos (recordemos que hay 6 grupos de 3 sospechosos, y 3 grupos de 2). Esto nos ayudara a la hora de hacer revelaciones. Las suposiciones son un arma de doble filo cuando algunos de nuestros compañeros de juego gustan de farolear y confundir, por eso yo prefiero marcarlas como una deduccion que podria ser erronea, y no fiarme demasiado.

La primera parte de este modo de jugar la desarrolle despues de jugar unas dos partidas a este juego. Hasta ahi mis tecnicas deductivas y las de mi grupo habian sido muy pobres, ademas de las tecnicas para entorpecer la investigacion de los rivales (retencion y rotación selectiva de cartas). Despues de una soberana paliza (todo hay que decirlo ) decidi compartir mis secretos con el resto de jugadores, a fin de que el nivel subiera y las partidas se hicieran más competitivas.

Y aqui descubrimos un problema de "El misterio de la Abadía". Y esque, si todos los jugadores saben jugar, es decir, tienen un buen nivel, curiosamente dan con el asesino en la misma misa, practicamente todos a la vez. Por lo tanto el ganador es el próximo jugador en encargarse de la misa y la campana, puesto que empieza él y es el primero en llegar a la sala del Abad.

Otro problema de este juego, que no fui capaz de ver en un principio, aunque quizas si vislumbrar, es que el objetivo es demasiado concreto. La mecanica del juego es demasiado cerrada y corre el riesgo de hacerse demasiado repetitivo. Por otra parte, el problema mencionado previamente puede desmotivar al grupo de juego durante todo el transcurso de una partida.

Aun asi, me sigue pareciendo un juego divertido, pero creo que tambien es conveniente tener estos puntos negativos en cuenta a la hora de decidir si hacerse con él o no.