Tras el desembarco en Salerno, el 9 de septiembre de 1943, los aliados pensaban que el camino a Roma estaba abierto y entrarían en la Ciudad Eterna en breve plazo. La realidad desmentiría pronto las esperanzas de ingleses y americanos. Los alemanes montaron un sistema de contención que enlentecía desesperantemente el avance aliado. El objetivo germano era ganar tiempo para establecer una formidable línea defensiva estática: la "línea Gustav". Y el cerrojo en esta línea era la localidad de Cassino, a los pies del impresionante monasterio benedictino.
En la segunda mitad de enero de 1944, los aliados llegaron a las puertas de Cassino y poco después se disponían a cruzar la línea Gustav, que en este lugar se apoyaba en las impetuosas aguas del río Rapido. El 1er Batallón del 141º Regimiento de Infantería y la Compañía A del 155º Batallón de Ingenieros de la 36ª División del ejército de los Estados Unidos se prepararon para cruzar la línea enemiga y cortar y ocupar la carretera que corría paralela a la línea defensiva alemana.
En frente se encontraban algunas unidades del 104º Regimiento de la 15ª División de Panzer-Grenadier.
La línea alemana en este sector estaba protegida por densos campos de minas y un sistema de búnkers dotados de ametralladoras y cañones antitanques. La línea Gustav estaba diseñada de manera que, aun de noche, los defensores pudieran observar al enemigo hasta a 400 metros de distancia. A pesar de ello patrullas americanas consiguieron localizar puntos de paso sobre el río y la línea fuera de la vista de los defensores durante las horas nocturnas. Los ingenieros americanos aprovecharon esta circunstancia para, sigilosamente, limpiar los campos de minas y preparar puntos de cruce.
En la noche del 20 de enero de 1944, a partir de las 20 horas, los americanos se lanzaron decididamente a cruzar el río. Veamos qué sucedió.
La marcha de aproximación de las unidades americanas, inmersas en una oscuridad total, se lleva a cabo con bastante orden hasta los puntos de cruce. Los ingenieros habían marcado las zonas libres de minas y se disponían a auxiliar el cruce del turbulento río, que en esta época del año hacía honor a su nombre. Las primeras unidades de infantería americana cruzan a la ribera oeste del río sin que los alemanes perciban su presencia. El paso del Rapido estaba sincronizado en los dos puntos de cruce para que efectuarse simultáneamente.