Ayvalaleche. Si éso yo lo jugué en Finlandia, hará cosa de cuatro años.
Y sí: es un juego familiar bien divertido. De los que te acabas picando y pidiendo "otra" y "otra" y "otra más".
Por cierto: una táctica rastrera contra "las chicas" fué intentar ir enviando los palitroques al quinto carajo, donde costase alcanzar por pura fuerza bruta. Rastrero, pero funcionó