FIJI (RESEÑA)

[ddedani]

AMBIENTACIÓN

En Fiji, de dos a cinco jugadores,ofrecerán baratijas a los nativos de la isla con la esperanza de que estos les recompensen con sus mundialmente reconocidas cabezas reducidas.

_{Los que no consigan suficientes cabezas serán ofrecidos como parte del pago a los próximos visitantes. Glup}

La base del juego es muy sencilla. Cada jugador recibe un grupo de joyas de diferentes colores y tiene que elegir entre 1 y 4 de ellas para conformar su puja. Esta puja es la misma para conseguir (o conseguir evitar) las cuatro ofertas de cada ronda.

¿Y cómo se consiguen las ofertas?
Pues bien, junto a cada carta de oferta hay una con la condición que debe cumplir aquel que se lleve la oferta.

Por ejemplo: "se llevará dos joyas azules aquel que en su puja tenga menos joyas amarillas"
o "se llevará la mitad de las joyas rojas aquel que en su puja tenga más joyas entre amarillas y verdes".

PEEERO, si dos o más jugadores empatan en la condición (en nuestro primer ejemplo si hay dos jugadores que hayan pujado 0 amarillas) se eliminan entre ellos y gana la oferta el siguiente jugador que mejor cumpla la condición(en nuestro ejemplo el jugador que haya pujado 1 amarilla).

Al final de un determinado número de rondas gana cabezas reducidas aquel jugador que mejor cumpla las condiciones de victoria (que todo el mundo conoce desde el principio) que pueden ser: ser el que más joyas de un color tenga o el jugador que menos joyas de un color tenga.

Existen algunas ofertas que permiten cambiar las condiciones de victoria a mitad de partida (por lo que un jugador que ya haya conseguido hacerse con un montón de joyas rojas puede pasarlo bastante mal si de repente la condición cambia a ser el que menos tenga) y explicar algunos detalles (que pueden leerse en la traducción de las reglas), pero  básicamente el juego es ése.

La gracia está en que una vez que se saben las condiciones de victoria y las ofertas posibles todo el mundo va a intentar llevarse las mismas ofertas e intentar evitar las mismas; pero si todos ponen el mismo número de joyas se eliminarán mutuamente; por lo que todo el mundo va a intentar adivinar qué joyas vas a jugar tú y así jugar él en consecuencia. Todo el mundo va a estar seguro de que su jugada es la leche y todo el mundo va a reirse cuando se abrán los puños para enseñar las pujas y ve que su infalible estrategia se ha ido al garete.

En fin, aunque puede parecer que en verdad el azar no existe porque cada uno controla las joyas que él va a ofrecer, la verdad es que al final la cosa se desmadra mucho. Yo me lo pasé muy bien (también es verdad que también impusimos la regla de hacer cánticos zulúes mientras esperábamos que los demás tuvieran listas sus pujas, y con eso nos reímos muchísimo), pero creo que no es un juego que recomendara a nadie ya que es demasiado aleatorio y falto de chicha. Además parece que en muy poquito tiempo se puede quemar. En fin, para echar unas risas las dos primeras partidas y dejarlo reposar un largo tiempo en la estantería.