Los Libertarios (Hollowpoint)

Durante 2339 DC, en la Comunidad Lennon se percibe, casi por necesidad, el nacimiento del movimiento libertario (aletargado durante siglos) debido a la dura represión desatada por las megacorporaciones, con el visto bueno del Estado, en las grandes huelgas proletarias en las que el libertarismo desempeñó un papel fundamental.

Se define como Enemigo acérrimo de los libertarios al neocapitalismo (recordemos que en este futuro distópico el poder lo da el conocimiento y no el dinero), representado por las megacorporaciones y el Estado. Los libertarios quieren abolir el Estado, muchos de sus miembros están podridos por la corrupción, el compromiso, el conservadurismo (heredado), la cooptación y la cobardía.

El Estado de sitio decretado, la expulsión de prominentes activistas y difusores del movimiento libertario, la prisión, el cierre de tabloides o sencillamente la presión militar fueron elementos que hicieron crecer con rapidez la actividad del libertarismo y, particularmente, de los centros. Era eso, o morir. Al comienzo, los círculos eran extremadamente vulnerables en estos complicados momentos de convulsión política y social, pues la aplicación y vigencia del estado de sitio no solo los quitaba de circulación por la represión física sino porque se cortaba el circuito mediante el cual se financiaban.

Esta fue la principal razón por la cual la gran mayoría desapareció de la escena (forzados por lo convulso de la situación), mientras que unos pocos, más radicales, sobrevivieron a duras penas pero funcionando clandestinamente y reapareciendo algunos meses después fortalecidos, la mayor de las veces en otros locales, pisos francos, aunque con menos militantes.

El movimiento libertario, y en particular los círculos, comenzaron a desplegar una actividad inusitada, organizando conferencias, publicando folletos propagandísticos y dedicando un importante esfuerzo a instalar escuelas. Se proclamaron enemigos irreconciliables del Estado, e incentivaron la lucha de clases al impulsar un enfrentamiento entre “capital y trabajo” con dos elementos sin posibilidad de reconciliación.

Entonces vino la guerra sucia. El pistolerismo, los asesinatos a tiros de militantes por gángsters contratados por las megacorporaciones con el visto bueno del Estado, fue la gota que colmó el vaso. A este terrorismo de Estado paralelo se le dio el visto bueno judicial en diciembre de 2340 con la introducción de la “ley de fugas”, una ley que permitía a las fuerzas de seguridad (aprobadas por el Estado) matar a tiros a cualquier sospechoso que intentase “evitar” su captura. Se había institucionalizado el asesinato.

Así que, en la actualidad, a los libertarios no les ha quedado otra alternativa que, en esta guerra sucia, responder con las mismas armas. Han organizado comités de defensa para identificar, localizar sus cuarteles generales y lugares de reunión, y así asesinar (o eliminar) a los responsables de esta oleada de terrorismo semioficial. Para este cometido (armado) se financian como pueden, asaltando y atracando megacorporaciones, o robando información que luego venden al mejor postor. Todo daño infringido al sistema es un éxito de todos.

En el corto plazo, los libertarios trabajan en metas específicas en acuerdo con los diferentes grupos insurgentes surgidos en la clandestinidad. No hay pensamiento único. El desacuerdo es siempre ”permitido”. Cualquier libertario puede rechazar un proyecto propuesto o sugerir el siguiente. Los tácticos y estrategas venden sus servicios y sólo son buenos como lo es su última venta. No hay líderes. La libertad de acción sigue a la libertad de pensamiento.

En el mediano plazo, deben construir una nueva alianza Libertaria de los defensores de la contra-economía, o economía contraestablecida, un método empresarial y revolucionario consistente en la acción directa realizada a través del mercado negro o mercado gris. El mercado negro o economía subterránea (o sumergida), es el término utilizado para describir la venta clandestina e ilegal de bienes, productos o servicios, violando la fijación de precios o el racionamiento impuesto por el Estado o las megacorporaciones; mientras que el mercado gris hace referencia al flujo de mercancías que se realiza a través de los canales de distribución diferentes a los autorizados por el fabricante o el productor. El Estado “se extingue” cada vez que hay una secesión individual de la sociedad estatista y se va a la contra-economía.

En el largo plazo, la contra-economía abrumará el Capitalismo de Estado y el Socialismo de Estado para producir una sociedad basada en la interacción voluntaria con una cantidad mínima de autodefensa necesaria, que puede ser manejada por las empresas del mercado común. Esta sociedad de libre comercio de bienes y valores es el ágora promulgada por Samuel Konkin en 1974 (varios siglos atrás). Pero a diferencia de Samuel, los libertarios sí creen en la lucha armada; quieren acabar con el Estado, al precio que sea. La muerte de la política.

PD. Esto que acabas de leer será la «agencia» a las que pertenecerán mis jugadores de Hollowpoint. En resumidas cuentas, interpretaran a unos cyberanarquistas y anticapitalistas en un futuro distópico.

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