Pasando revista al 2006

Llegamos a fin de año y toca hacer balance. La verdad, es que lúdicamente para mi no ha sido un excelente año. Abandoné mi club hace ya varios meses, y apenas dispongo de tiempo para jugar a mi pequeña colección de juegos.

Semana tras semana voy comprando juegos y juegos que acaban acumulándose en cajas, ni siquiera sin abrir. Creo que este año batí mi propio récord de compras, lo cual es decir mucho. He llegado a gastarme 450 EUR en un único pedido. Ha sido un año en el que he comprado muchos juegos de segunda mano a muy bajo coste, e incluso sabiendo que a muchos de ellos no jugaré nunca. Lo cual me hace pensar que realmente como disfruto es comprando juegos y no jugándolos. Mi afán acumulacionista vuelve a surgir.

Del año salvo dos cosas: «El Club de los Martes» y mi descubrimiento del Icehouse. Sinceramente, si comenzará ahora mi afición por los juegos de mesa este sería el primer juego que me compraría (con 5 sets rainbow bastaría). Icehouse lo encuentro genial y de largo ha sido al juego que más he jugado en el último año y en toda mi vida (posiblemente). No hay semana que no juegue a algún juego. Y disfruto diseñando microjuegos para usar con las pirámides, y encima ahora tengo posavasos nuevos 😀

Junto con Icehouse compraría media docena a lo sumo de juegos (uno de cada mecánica, por variar un poco). Los demás, puedo pasar sin ellos perfectamente. Algunos no los he jugado más que una vez y otros ni eso.

La sensación que tengo del 2006 es que sido un año algo mejor que el 2005 (que para mi fue nefasto, de lo peor en mucho tiempo). Sinceramente creo que aún se pueden salvar una docena de juegos de los miles que se han publicado. Lo cual no es decir mucho, la verdad. La realidad es que me abruma y cansa la gran cantidad de juegos que salen al mercado que no aportan absolutamente nada. Más y más de lo mismo. Al menos es lo que yo percibo. Mucha saturación del mercado y poquísimas nuevas ideas.

Sin embargo, y a pesar de que me he gastado mensualmente el equivalente a una hipoteca en juegos de mesa, no he jugado a todos que me gustaría. Lo cual es bastante curioso, o significa que he seleccionado bastante menos de lo que esperaría en un principio.

Me he quedado con las ganas de probar o comprar:

Imperial

Space Dealer

Canal Mania

Yspahan

Leonardo da Vinci

Tempus

Perikles

Khronos

Hermagor

En lo que respecta a España se ha notado un crecimiento en la afición por los juegos de mesa, repercutido o influido directamente por la gran cantidad de juegos que se han publicado en nuestra patria, y por el bajón considerable de los juegos de rol (los vasos comunicantes entre aficiones afines hacen pasar gente de una a otra). En Zaragoza no se ve mucha nueva afición. Siempre están los mismos 4 frikis de siempre. De hecho en las tiendas que visito normalmente les ha dado por comprar juegos de mesa (se ve que es la moda), pero lamentablemente acaban acumulándose en las estanterías de la tienda para el resto de los días. Ha sido la primera vez que he visto un juego de GMT, por ejemplo, en la librería donde compraba los comics habitualmente (porque ahora ni eso).

La línea de producción que siguen las editoriales españolas, salvo contadas excepciones, no se dirigen en la dirección que a mi me gustaría. Lo cual no quiere decir que sea malo, simplemente que tenemos gustos diferentes. Lo cual es una pena, porque no creo que den el salto cualitativo necesario para crear afición. Publicar juegos algo más complejos y no juegos de complejidad baja (o nula), únicamente para pasar el rato y captar a nuevos jugones. Los nuevos jugones acaban cansándose pronto de los mismos tipos de juegos y buscan algo más. Y o una de dos: o lo compran fuera (y pierden un cliente potencial) o directamente se cambian a otra afición. Mi opinión es que también hay que publicar juegos de complejidad media con los que atar a los nuevos aficionados, y de complejidad alta para que los veteranos permanezcan. Pero claro, estos dan menos beneficios.

Las editoriales españolas publican un tipo de juegos que no me llaman ni dicen absolutamente nada. Es más, incluso algunos que compré influido por las buenas críticas (eso me pasa por fiarme) ni aún así les vi la gracia. Recuerdo uno especialmente que lo cambié sin haber pasado siquiera 48 horas después de su compra. Creo que fue a la tercera o cuarta partida cuando comencé a aborrecerlo. Dios mio, ¡si era siempre igual! ¿donde estaba la gracia? Un completo aburrimiento. Pues ni idea.

Una buena noticia ha sido la edición del Café Race de Fran F G. por Homo Ludicus. Ojala para el 2007 aparezcan media docena de juegos y proyectos como ese. Eso si que sería buen síntoma.

Y es más, se de buena tinta que es bastante posible que aparezca una nueva editorial que va a publicar juegos de mesa en España, y conociéndoles, seguro que aportan un aire fresco al mercado, que dicho sea de paso lo encuentro un poco putrefacto.

Por cierto, y para finalizar, para el 2007 he decidido que únicamente me compraré 6 juegos de mesa. Ni uno más ni uno menos. 1 juego nuevo cada 2 meses. Me dedicaré a probar y jugar todos que tengo y únicamente me compraré aquellos que realmente vea interesantes. Así que puede decirse que oficialmente dejo de ser un comprador compulsivo. Lo siento por las tiendas, van a perder un buen cliente.

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