Mala calidad (en los juegos)

Muchas veces he hablado acerca de la calidad de los juegos de mesa, sobre todo haciendo especial hincapié en las erratas y bondad de sus componentes en relación a su precio. Pues bien hoy voy a ir mucho más lejos.

En los últimos tiempos vengo observando que una gran cantidad de juegos que se venden en la actualidad no tienen, en mi opinión, una calidad mínima, para ofrecerse a un cliente, en este caso aficionado. Y me explico. Puedo entender que por culpa de un productor/editor/diseñador se cuele alguna errata en el tablero o en alguna carta, incluso puedo entender que los duendes del “adobe indesign” o el «quark x-press» se coman algún párrafo del reglamento, pero lo que creo que no debemos aceptar (y hablo como consumidor final) es que nos vendan un juego incompleto. Y cuando digo incompleto es un juego que no ha sido probado lo suficiente, ni se han preocupado de hacer un reglamento mínimamente correcto, ni en responder de antemano a todas las dudas que puedan surgir tras su lectura, ejemplos que en lugar de clarificar estan mal o crean más dudas; en definitiva, un reglamento que no hay por donde cogerlo. Es frustrante. Me refiero a juegos en los que el faq y la ristra de preguntas en foros como BGG o la BSK dobla o incluso triplica el tamaño del reglamento de juego. Para mí esto es inconcebible.

Yo si pago por un producto, en este caso un juego de mesa, espero que como mínimo pueda jugar con él, sin excesivos problemas, tras una lectura de sus reglas. Pero es que últimamente viene siendo bastante habitual que esto no sea así. Y por clarificar, no me refiero exclusivamente al mercado español, hablo en todo el mundo. En mi caso, en menos de diez días me he topado con dos juegos que no hay por donde cogerlos (literalmente). Y por dar nombres, en este caso (que nadie se me enfade) me refiero al 2 de Mayo y al Pocket Battles: Celts vs. Romans. Si fueran casos aislados pues diría, vaya he tenido mala suerte y no he sabido comprar, pero es que no son los únicos; lo peor de todo, es que esto empieza a ser bastante común (y sobre todo con juegos de “moda” que más hype arrastran).

No se si es debido a que hay demasiada oferta de juegos en el mercado, se sacan precipitadamente para llegar antes al público y no han sido lo suficientemente testados (creo que por aquí van los tiros) o simplemente es que son malos juegos de malos diseñadores (que no se han preocupado de clarificar esto). Lo curioso de todo, en estos dos juegos en particular que menciono, es que la gente habla bondades de ellos, cosa que para mí es también inexplicable. Me pregunto cómo narices alguien que compre uno de estos juegos en una tienda física, y que no tenga conexión a internet o no sepa manejarse entre las www, consiga jugar a algo que se parezca remotamente a la idea que tuvo su diseñador originalmente. Luego no me extraña que haya tantas variantes y formas de juego (home rules) como compradores finales. Yo cuando compro un juego de mesa pago por algo más que una buena u original idea, se presupone que es un producto terminado.

Entiendo que una de las causas de mayores costes de no calidad en las editoriales es el tiempo (y dinero) necesario para subsanar o arreglar cosas mal hechas, fallos de calidad, en suma. Solo las horas que el diseñador, o a quien le toque, debe dedicar a responder a todas las preguntas, y poco a poco ir reescribiendo y puliendo un reglamento que clarifique todo, cuesta mucho dinero. Pero claro, aquí también nuevamente juegan con ventaja. La mayoría de las veces se encargan los propios aficionados de una manera desinteresada y altruista (a quienes en muchas ocasiones ni les dan las gracias). Inconcebible nuevamente.

Lo que tampoco entiendo, es porque los aficionados (compradores finales) aceptan este tipo de hechos. En otros productos de cualquier otra cosa (se me ocurre por ejemplo, gadgets o tecnología) habría follones bastante grandes, reclamaciones en la OCU, noticias y demás. No se si es que ya es algo tan común, que poco a poco, se ha ido aceptando como lo normal, y la relajación de los compradores ha llegado a un punto que prácticamente les da igual como sea el producto final. Somos (y me incluyo) poco exigentes y nos conformamos con más bien poco. Tenemos que dar un carpetazo en la mesa y exigir que la calidad de un juego (en su conjunto) corresponda con lo que se paga por él. Un juego no es una barra de pan que cuesta medio euro y que se consume en el día, un juego es para toda una vida. Y me pregunto yo:  ¿qué haríamos sin internet y sin los aficionados que nos solucionan nuestras dudas?.

Lo mejor de todo, y esto ya es de traca, es que incluso hay gente que defiende la máxima de que si se habla de un juego y crea ruido es bueno. Y claro, que haya 2.000 mensajes preguntando dudas, o mucho peor, intentando entender como narices se juega, es bueno. El tradicional «lo importante es que se hable de uno, aunque sea mal»  en este caso se cumple a la perfección. Habría que estudiar si los juegos de los que se habla mucho (en parte porque están incompletos) precisamente es la razón principal de su éxito (el ruido). Yo estoy convencido que hay una causa-efecto.

Si alguien tiene respuestas (serias) a mis preguntas sobre la mala calidad (en los juegos) que deje un comentario. A ver si es que la percepción que yo tengo esta distorsionada o realmente empieza a ser un problema.

Edito. Artículo anunciado en la bsk http://www.labsk.net/index.php?topic=51636.0.

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56 thoughts on “Mala calidad (en los juegos)

  1. Cuidado @rascayu que el laberinto cerró
    Como creador de juegos yo suelo dedicar muchas horas a escribir las reglas y no es muy facil digamos. Pero tengo la ventaja de que almenos lo he jugado 50 veces por lo bajini, y lo mio no es ni jugar bien ni escribir bien.
    Lo que se le pide a un juego que vale un monton de pasta, es que sea producto de profesionales, y por lo que leo, muchas vedes el redactor empleado o no ha jugado o no es un especialista, o peror, ninguna de las dos.
    A mi juego favorito (Brass) tuve que aprenderlo gracias a un interprete de reglas, y yo a la vez he hecho de interprete para enseñar el juego.

    Vamos, que si no tienes amigos, solo no aprendes.

    Y los casos citados aqui los corraboro al 100%. El hype hace mucho

  2. Volviendo al tema genérico, sí que hay otros productos muy conocidos que se lanzan «en beta» y se arreglan a base de parches descargados de Internet. ¿O aquí nadie se ha instalado nunca un Windows?

    Y ago similar ocurre cuando ves una mierda de película y alguien te comenta que «en la versión extendida eso se entiende mucho mejor». Por desgracia, la máxima de «el cliente es un imbécil que nos volverá a comprar hagamos lo que hagamos» parece haber sustituído a aquello de «el cliente siempre tiene razón» como signo de los tiempos.

    O, si nos ponemos filosóficos, incluso podemos compartir una opinión curiosa que leí hace poco. Que el comienzo de la ascensión de Esperanza Aguirre vino de la mano de Pablo Carbonell y las mil y una meteduras de pata en las que la pillaba para el CQC. Es decir: que incluso en política lo importante no es la popularidad, sino la mera fama.

  3. Gracias por el aviso. No sabía que el Laberinto había cerrado, a ver si encuentro otra ludoteca por Madrid o la zona sur.

    El problema de los juegos de mala calidad es que, al final, al que más daño hace es al autor debido a la tipología del mercado. Esto lo creo porque me parece que el mercado de los juegos de mesa es un mercado especializado e informado; es decir, yo creo que los que compramos un juego no lo compramos generalmente por un arrebato sino que sabemos lo que buscamos en un juego.
    Los jugadores casuales creo yo que suelen comprar aquellos juegos a los que ya jugaron con amigor «frikis» y les dio un buen resultado (en Getafe el Carcarssonne y el Catán se venden como churros).

    Así pues, juegos de mala calidad los hubo, los hay y los habrá; pero si nosotros como jugadores formamos unas comunidades fuertes, como ya las hay, donde se comparte el placer de jugar y el conocimiento, intentos de abuso como el de Luna Llena, Stonehenge y demás acabarán donde tienen que acabar: en el infierno del olvido.

    Ojo, no todos los juegos que están en el olvido merecen estar ahí o son debidos a su mala calidad… pero eso ya es otra historia.

    PD: José Carlos me encantó lo que dijiste en RNE cuando comentaste que para diseñar los juego te había sido útil estudiar Estadística y Teoría de Juegos y que tenías y habías jugado a tantos juegos. Y es que vino a la cabeza la frase de Edison: » El genio es un 1 por ciento de inspiración y un 99% de transpiración»; esto es, la genialidad es un 1% de idea divina y un 99% de trabajo y los juegos de mala calidad suelen tener eso… pereza y desinterés por hacer bien las cosas.

    Un abrazo y disculpad los plomazos soltados.

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