La prohibición de los toros en Cataluña parece que sigue su curso, así que Serafín Marín, como método de protesta, decidió dar el paseillo inicial este fin de semana en la plaza de toros de Barcelona ataviado con un curioso atuendo: en lugar de montera, barretina (gorro tradicional catalán), y en vez capote de paseo, senyera.
Esto ha llegado ya a niveles de ridiculez insospechables. Y digo yo, ya puestos, ¿por qué no se pintó de negro y salió con un niño en su regazo y una esfera en la otra mano? Hubiera hecho mucho más ruido mediático, seguro.
Por cierto, por lo visto cortó dos orejas y salió a hombros por la puerta grande; espero que no sea muy supersticioso, porque lo veo vestido así en todas las corridas que haga.
Por favor, sígueme y dale a
La tauromaquia… muestra mayúscula de la estupidez humana y rezago de barbarie. Hora de dar la bienvenida al siglo XXI.
Más bien parece el defensor de las charlotadas.
Lamentable, triste y aberrante…. por no decir más.
El toreo único trabajo en el que aplaudo y vitoreo cuando veo un accidente laboral.
En general no paso pena por nadie que pone su vida voluntariamente en riesgo de esta manera mientras otros lo hacen para ayudar a la sociedad. Pero para mi los toros es maltrato animal y no me vale que me digan que los toros de lídia viven como Reyes. Son animales y no eligen la vida que llevan. Por la misma regla de 3 se podría defender que un humano pudiera vivir como quisiera durante 40 años de su vida a costa de un mecenas y a cambio se enfrentara en un sangriento combate de gladiadores a muerte para deleite del personal.
¿A un animal que no elige su situación le vale y a un humano que la elige libremente no? Es hipocresia para justificar algo que hace muchos años que no debería existir.