Por otro lado, el tema histórico en el que se basa el juego ha creado debates en la BGG sobre su conveniencia o no.
En Estados Unidos hay una larga tradición (dentro de su corta historia) de simulaciones militares, que han dado lugar a los wargames, muy arraigados en yankilandia. Lanzar un dado para defender las posiciones suristas en la Guerra Civil no les supone ningún «agravio». No importa que el Sur defendiera el esclavismo, que quisiera seguir extendiéndolo en los nuevos estados que se incorporaban a la Unión; tampoco importa si retirar del juego una ficha supone la representación de cientos o miles de vidas perdidas en una batalla sangrienta en pos de una forma de entender la vida, la economía, el comercio, etc.
No podemos poner una esvástica en un juego de simulación histórica porque puede molestar a mucha gente (aunque fuera la bandera oficial durante gran parte de los años 30 y 40), pero mientras en los Juicios de Nüremberg se condenaba a muerte o a altas penas de prisión a numerosos nazis, en Estados Unidos se segregaba por razas y, peor aún, se seguía tratando a los negros como infrapersonas. Hoy, en 2023, sigue existiendo un racismo exagerado en los Estados Unidos.
Eso sí, Puerto Rico, Mombasa, Great Western Trail, etc. tienen que adaptarse a la nueva corrección política (de imposición yanki, en la mayor parte de los casos), en lugar de representar, con mayor o menor acierto o abstracción, lo que realmente tratan de representar en su concepción original.
Pero no hay problemas con Twilight Struggle, en el que se representan los golpes de estado apoyados por los yankis, la creación de la CIA, con todo lo que ello supone, las cazas de brujas, la amenazas nucleares, etc.
No nos damos cuenta de que tendemos a importar todo lo malo de los Estados Unidos, incluso a veces hasta el punto de llegar a peder la indentidad propia en algunos momentos.
De un juego espero que sea bueno, y luego que sea de mi gusto. ¡Que dejen de decir lo que podemos jugar y lo que no en base de la mayor intolerancia vestida de defensa de los derechos de las personas! Son capaces de hundir un buen juego, y eso es para hacérselo mirar. En España ya tenemos la «cultura de la cancelación» encima. No se puede debatir de nada, ni siquiera con respeto.
Ojalá este sea un gran juego, porque lo que se dice a priori me interesa. Y ojalá que no se dejen vencer.
Luego ya, si eso, empezamos a quemar juegos como Navajo Wars, 1830, Cruzada y Revolución, Watergate, Almoravid, For the People, Tammany Hall, El padrino, Breaking Bad, etc. (Por cierto, muchos de ellos publicados por vez primera en EE. UU.).