Lo siento por los jugones pero al Parchís juega más gente y de cualquier edad en todo el mundo que cualquier exitazo de Essen.Un mataratos que no genera malos rollos ni discusiones y debido a ellas no se deshacen amistades. Los juegos son para unir y todos sabemos que aquí hay juegos que disuelven amistades a perpetuidad. Eso con el Parchís no pasa.
¿Y por qué tanta fobia al factor aleatorio?¿Es que no se mira más allá del tablero, las fichas, las cartas...? ¿No se repara en cómo ocurren las cosas alrededor?"La vida te da sorpresas / sorpresas te da la vida"Y si no, pues todos a jugar al GO, y dejarse de dibujitos y colorines.
Si, vale, si lo centramos en el parchís tienes toda la razón del mundo.Pero, al hilo de este juego, y desde luego sin pretender desvirtuarlo, lo que me llama la atención es la abundancia (y, con frecuencia, radicalidad extrema) de intervenciones execrando el factor aleatorio, incluso en juegos en los que aparece en dosis que podríamos considerar "homeopáticas".
No le deis tanta cera al Parchís que todos sabemos que es en el único lado en el que de vez en cuando os coméis a una
¿Y por qué tanta fobia al factor aleatorio?