El cubo de Rubik siempre produjo sobre mí un efecto hipnótico.
Durante un tiempo incluso estudié uno de esos manuales donde explica las series de movimientos necesarios para hacer determinadas cosas. Aún a pesar de ello no he llegado a los extremos de la gente que aparece en televisión en los mundiales de Rubik...
Para mí, un juego simplemente genial.