Dadas estas limitaciones, me las he ingeniado para rediseñar los juegos que tengo para adaptarlos a las capacidades de mi niña, con gran éxito; de hecho siempre que me ve desocupado me pide jugar a alguno. Así, por ejemplo, jugamos al "Carcassonne" pero sin meeples, esto es, simplemente haciendo encajar la respectiva baldosa en el tablero. Algo parecido con el "Saboteur", haciendo coincidir las cartas con el camino de la mina en juego. Con el "A Través del Desierto" jugamos a hacer líneas con los camellos de un mismo color.
Hoy me he hecho con el Cocorico Cocoricó¡ (DEVIR), pero todavía no lo he provado.
Los de Haba tienen bastante buena fama. Bowie te podrá hablar de ellos. Es un fan incondicional.