Yo también estoy pegando el freno.
Primero porque he llegado al tope de juegos que me caben en casa. Y cuando miro la estantería pienso basta ya (y no son tantos comparado con lo que he escuchado que tienen otros).
Segundo porque, juego que compro, juego que vendo. Salvo alguna excepción que se queda (y no suelen ser novedades). Pero entonces he de mirar se sacar algún otro y es dificil.
Tercero porque estoy saturado. Demasiadas novedades, demasiado tiempo prestando atención a esas novedades que aún no tienes y que es tiempo que le quitas a otras cosas que al final, te das cuenta, que también necesitas.
Aunque creo que la saturación es culpa nuestra, por esa obsesión por ver novedades constantemente. Te crea el vicio de comprar y al final el placer lo sacas más de ahí, que de jugar. Pero con el tiempo, gracias a dios, nos damos cuenta de ello. Hay que saber poner la medida justa en todo.